CAPÍTULO 8
Me impactó escuchar lo que acababa de decir mi nuevo amigo ¿Asesino? ¿A qué se refería con eso? No lo sabía, pero no podía discurrir en otra cosa más que en mi padre, ya ni siquiera recordaba que el chico que me gustaba estaba delante de mí, la verdad eso ya no me importaba.
-¿Asesino?- pregunté un poco desconcentrada y confusa.
-Sí, es una de las cosas que debes saber, ya no podré decir más.- dijo un poco desanimado y serio. Se dirigió a la puerta de mi casa, pero lo paré inmediatamente agarrándole la muñeca inconscientemente, me miró sorprendido y agitó la cabeza diciéndome que no debería preguntarle ni comentarle nada de lo sucedido. Seguro que eso era un secreto porque algo que debería saber pero debería averiguar por mi cuenta era absurdo, a menos que, tuviera algo que ver con investigar como detective. ¡Eso es! Mi padre me enseñó de muy niña que para investigar algo debes ser observador, por ejemplo, si a una niña le compraron un globo, pero el globo tenía un hoyo pero se desinflo unos 5 minutos después, ¿Cómo fue que el globo tardó tanto a desinflarse? Pues fácil, Alguien lanzó una rama filosa justo antes de cumplir el 5º minuto y así es como se descifran las cosas, pero eso no era lo mismo, eso era diferente. Debo averiguar muchas cosas, pero es un poco complicado sin saber lo que busco. Aún así, lo único que quería saber en ese instante era ¿Cómo fue que mi padre era un asesino si solo fue entrenado para defenderse a si mismo?, los detectives tienen compañeros justo por eso, pero eso no importaba. La única forma de resolver mi duda era investigando, comenzando con el periódico. Debía pedir el periódico de hace ya 3 o 4 días, cuando falleció mi padre. Su muerte salió en noticias debido a que tenía una mente muy desarrollada, por así decirlo. Enseguida recordé que me enviaron muchas noticias de su muerte, porque si su propia hija no sabía de eso, las otras personas me tomarían como una chica indeseable o incapaz de tomar el título de mi padre. Saqué las noticias de una de las maletas que utilicé para mudarme a ese departamento y noté que decía:
Muerte del Detective Vargas:
Se dice que las personas de hoy no quieren que otros averigüen la causa de asesinatos o algo referido a los detectives, se dice que el señor Vargas fue asesinado por uno de sus acompañantes con una pistola de una fábrica desconocida por las personas, debido a esta causa los policías han decidido desconfiar de las personas y centrarse en lo que deben hacer. El cadáver del señor Vargas fue descubierto en la Fábrica de Drogas antiguamente un laboratorio para hacer medicinas de alta calidad como para enfermedades de órganos vitales que pueden llevar a la muerte.
Con esa información me era fácil acceder a mi pregunta. Debía ir al lugar donde vivía antes y encontrar eso que mi padre guardaba tanto, me dijo una vez que cuando muriera lo cogiera enseguida porque eso respondería muchas de mis preguntas, pero me lo dijo una semana antes de su muerte. Decidí irme en metro, porque el taxi era muy caro. Para ese entonces Mike ya se había ido a su hogar. Me dirigí a la puerta de mi apartamento y noté que Ameshiro me pedía que lo llevase conmigo, así que accedí a lo que me intentaba decir y me dirigí a la estación de metros de Cornelius street, la calle más reconocida por su aura misterioso y peligroso.
-Vamos Ameshiro.- dije tomándolo en mis brazos.
Y así comencé una pequeña aventura que pronto respondería las preguntas que eran básicas para lo poco que sabía sobre mi familia. Seguro que es absurdo pensar que era imposible que no supiera muchas cosas de la familia, pero eso es una historia que requería de mi infancia cruel, o por así llamarlo. Comienza con mi hermana mayor.
