Jamás me iría. [ZUDE]>Zero & Jude (Hit the floor)

"Siempre lo será"

La noticia era perfecta.
Al fin Jude era el tipo que quería, sin referirse a los negocios.
Era por su relación con Zero; complicado de explicar, aún ni él comprendía que esto pasaba.
-Si es lo que deseas vamos. Pero de una te digo que es imposible que tú padre intente ser honesto.
-Esta en la cárcel, lo único que deseo es...
Zero Lo inmutó.
-Es tu padre, verás que te lo digo antes de que te decepciones.
El castaño sabía que era verdad. Que si su padre se mostraba comprensivo era por querer sacar algo.
Cada paso hasta entrar a la cárcel era como si quisiera decirle al rubio que se arrepentía.
Pero Zero no lo haría, solo quería que su novio se sintiese seguro de esto, pues si alguna vez se arrepentía era por su decisión y no porque él lo obligó.
Entraron.
El padre de Jude entró.
Todos en la cárcel saben quién es y por los motivos que lo han llevado a estar tras las rejas.
-Papá...
Claro, el señor no estaba feliz.
Sabía por donde iban sus intenciones.
Su mirada molesta, la sensación de desagrado a Zero le resbalaban pero era consciente a su vez que Jude depende de lo que diga su padre.
El señor seguía esperando algo aunque en el fondo sabía por donde venía.
-Es este él maricón!
Sí, eso fue muy insultante.
El rubio se sonrió.
Se puso de pie aprovechando que el adulto estaba esposado a la silla.
-Lo soy, el maricón que se lo hace a su hijo.
Zero besó delante del adulto a su novio.
-Z...
Fue tan repentino que el castaño no tuvo tiempo de zafarse.
El adulto aún atado llamó al guardia.
-Descuide, nosotros ya nos vamos...
Zero tomó a Jude, se irían notando la rabia del señor.
Jude entendió de una maldita vez que su padre jamas lo verá de esa forma, de un hijo a padre.
Con amor.
Ni siquiera con respeto.
La pareja salió.
Las puertas se abrieron enseguida, Zero colocó sus manos sobre las mejillas del castaño para limpiar las lágrimas.
-Disculpa, has tenido razón. Jamás debí de hacer no seguir con esto.
-Ya lo sabe, ahora respira.
-Zero, te...
-Ya no nos pongamos románticos en un lugar tan deprimente como lo es esta cárcel.
El rubio le daría sus gafas, no quería que nadie notase sus lágrimas.
Siquiera que se siga lastimado, sí ha de sentirse mal está bien.
Luego de botarlo todo, de sacar la última lágrima será él quién lo ayude a parar.
Jude ni está solo, jamás lo estará.