Jamás me iría. [ZUDE]>Zero & Jude (Hit the floor)

Que quieres de mí!

Jede la había pasado muy mal. Trataba dejar de pensar en la sonrisa de su padre; él jamás, nunca lo verá como el hijo que ha hecho todo porque su padre esté orgulloso.

-Puedes llevarme a casa?

Preguntaría tapándose la cara el castaño.

Zero lo sabía, esa era la señal de que ha sido un desastre.

-Claro.

-Y podrías dejarme solo.

-No, sabes que no debes estar solo.

-Zero, te lo pido. Déjame solo...

La rabia que tenía el rubio hacia ese ser egocéntrico en cerrado lo recordada.

Como es que un padre no vea que tiene a un hijo que haría lo que sea por él.

Pero eso jamás importará; parece que por más que el castaño se esfuerce ni será el hijo que aquel hombre quiere.

-Está bien, pero me dejas abrazarte hasta verte dormir?

Jude no lo quería; al menos no quería que su novio pasara por esto.

Entraron al departamento. El castaño se despojó de las prendas.

Con la presión de la ducha sus lágrimas serían invisibles.

Pero es que cuando tienes una pareja, un compañero esto es algo que no se puede camuflar.

Zero tomó el jabón.

-Anda, ven acá...

Diría en susurros el rubio.

Jude se acercó.

La sensación lo sanaba; estaba funcionando.

Zero tomó la toalla.

Fueron a la cama y se acostaron.

-Puedo recostarme en tu pecho?

Diría tan distante del lugar el castaño.

-...Sí.

El rubio no se negaría.

Finalmente se quedaron dormidos.

Zero, él jamás se iría.

Nunca pese a habérselo prometido lo haría; Zero seguiría apoyando en este momento tan difícil.

Solo una cosa es en la que insistiría el rubio es en que dejaran de la do al padre de su novio. Esto pasó; no dejará que se repita.

Nadie hará que se esfume esa sonrisa, a hacerlo llorar.

Tres de la madrugada.

Jude despertó.

Se vio arropado, a un lado Zero.

-...Nunca te fuiste?

Se dijo así mismo.

Se volvería a recostar.

Todo estaría mejor, el castaño ya no se sentía mal. Agradecía que Zero no respetara lo que le había pedido.