Describir físicamente a Goliath no es un problema.
El era rubio. Sus ojos eran azules, casi grises por el claro. El era delgado. Su tez blanca. Siempre iba vestido de azul. Su cara era como la de un Ángel. Su aparecía baja iba acorde a su corta edad.
Pero no todo lo que brilla por fuera es igual de hermoso por dentro.