Capítulo 8

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-Sakura!- dice Naruto bajando del árbol emocionado, corre hacia ella y la coge de la cintura elevándola por encima de él.

Se ve preciosa siendo levantada por Naruto, con su largo kimono y sus rosados cabellos dejándose llevar por el aire. Y Naruto, con una gran sonrisa mirándola feliz, es una escena hermosa si no fuera por él terrible punzón que acabo de sentir al verlos de esta manera tan dulce.

Al sentir ese dolor en mi pecho no puedo evitar que por un momento se corte mi respiración. Él se ve tan alegre de verla, me gustaría ser yo a quien levantara tan emocionado.

- Sabes que eres muy importante para mí pero pensaba que no volverías aquí ni te confiarías después de revelarte lo que en verdad soy.- la baja al suelo despacio y con cuidado, parece ser que ha perdido la sonrisa sincera con la que la había recibido hace apenas un momento al verla, como si hubiese recapacitado al decirle estas palabras.

- Y sigo sin confiar en ti- dice Sakura tajantemente y alejándose de él a cierta distancia mirandolo a los ojos desafiantemente- He venido aquí por una sola razón, quería hablar contigo sobre el accidente del incendio del pueblo que hubo esa noche y la repentina desaparición de las personas- Naruto sabe a qué se refiere Sakura, cosa que no le gusta.

- Oye Sakura, ¿A dónde quieres llegar diciéndome esto? No querrás decir que yo tengo algo que ver.- la mira decepcionado y con cierto aire de tristeza, pero, aun así, no obtiene respuesta.- ¿Y por qué debería hacerlo?

- Porque yo rechacé tus sentimientos cuando me confesaste tu secreto y huí por el pánico, como habría hecho una persona normal al ver un demonio delante suyo.- parecía que Sakura intentaba autoconvencerse que su acto fue el correcto.

- Yo nunca habría hecho algo que te pusiera en peligro ni que fuera perjudicial para ti, de igual manera, nunca hubiese metido en esto a terceras personas inocentes que no tienen nada que ver!

- Pero te recuerdo que el incendio se provoco el mismo día por la noche, horas después de nuestro encuentro. Puede que en ese momento perdieras la razón y te descontrolaras sin saber lo que estabas haciendo.

- ¡Yo no lo ice! No me enteré de lo que había pasado hasta dos días después.- Dice la verdad, él lo supo días después porque fui yo quien se lo conté en la primera vez que lo vi, en las aguas termales.

- ¡Hay gente que te vió! ¡ En el pueblo no paran de hablar de como una sombra negra con forma humana aterraba a la gente con sus ojos rojos, rasgaba las casas con sus uñas largas y las destruía con sus características nueve colas! ¿Te suena de algo?

- ¿Cuantas veces tengo que decirtelo? ¡Yo no he sido!- después de esta fuerte discusión, se hace presente un incómodo silencio, hasta que Sakura lo rompe.

- Muy bien, si es cierto que tu no has sido, entonces debes de saber quien lo ha hecho. Eres un demonio, seguro que te mantienes en contacto con otros similares a ti que también puedan tener nueve colas.

- Sakura, por enésima vez, yo no tengo nada que ver con lo que ha pasado y tampoco hay otro demonio con las mismas características que yo. Puedes culparme cuantas veces quieras pero eso no hará que las personas desaparecidas vuelvan, deberías buscar en otra parte.

- No hará falta que busqué, ya hay un sacerdotiso que hace ese trabajo en estos momentos. Evidentemente, no le he dicho nada de este rumor y he pedido a la gente que no le contasen de más con el pretexto de que es un presumido Uchiha que solo viene a robarnos el dinero. No quiero que te atrape porque, al fin y al cabo, has terminado siendo alguien a quien aprecio aun siendo un demonio y no me gustaría que ese doncel terminara matandote, así que he decidido contactar con una vieja amiga, la sacerdotisa Hinata Hyuga; antes prefiero que te sellen. Todo esto ha sido culpa mía, yo he provocado tu furia y yo misma lo solucionaré.- se gira y vuelve por el mismo camino por el que había venido dada por terminada la conversación.

Miradas en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora