Estábamos solos.
Aún no me había atrevido a mirarlo, pero estaba buscando una razón que lo haya llevado a golpearme así. Solo una, y tal vez no le vaya tan mal.
La mejilla me escocía, como si me la hubiese quemado con aceite. Me llevé una mano al rostro, secando cuidadosamente mis lágrimas con el dorso. Después, tomando una bocanada de aire para calmarme, finalmente miré a Karl. Estaba mas serio que de costumbre, y no parecía retractarse por lo que había hecho.
Sin dudarlo un segundo más, decidí preguntar.
— ¿Por qué me...
— No era él. —Me interrumpió con brusquedad. — No era nadie. Te lo imaginaste, ¿Me sigues?
Me estaba dando una de esas miradas que te obligaban a obedecer y aceptar cualquier cosa que te dijeran, pero esta vez yo no iba a sucumbir ante eso.
— No, no te sigo. ¿Me estás tomando por una loca o algo parecido? —Me mordí la lengua unos segundos, tratando de controlarme. — ¡Nada te da el derecho de golpearme! ¿Quien te has creído?
— ¿Quien me he creído, preguntas? —Dio un paso al frente, con aire amenazador. — Soy la única persona que puede librarte de convertirte en un pedazo de mierda igual que el resto de tu raza, y sobre todo, soy quien te ayudará en tu misión como monarca y última fundadora. ¿lo quieres así, o prefieres que sea más directo? —Sus palabras me tomaron con la guardia baja, a tal punto que no pude responder al instante. Dio otro paso hacia mi, y automáticamente retrocedí. — No me hagas recordarte eso de otra manera, Hana. No te gustará.
En este momento me siento tan estúpida por quedarme callada ante sus insultos. Es verdad que entre él y yo había comenzado algo hace casi nada, ambos tenemos claro ese punto... Pero es una relación sin sentimientos. Es algo vacío, que si lo pienso realmente, tal vez no me sirva de nada.
Pero nada de eso le da algún derecho sobre mi.
— Sigues sin contestar mi pregunta, Karl. —Lo miré a los ojos, intentando transmitirle todo mi enojo. — ¿Quien te has creído? Tu mas que nadie sabes que no te conviene desafiarme, aún estando enferma puedo acabar con tu miserable vida. Y te consta, ¿No es así?
Al parecer, lo único que logré con mis palabras fue enfurecerle más. Sus ojos tenían un brillo tan maligno que por un segundo casi me causa terror, pero no siempre iba a ser la chica que se deja pisotear. En este instante estoy tan al límite, que podría utilizar todo el poder de un fundador contra el.
— Estás cruzando un terreno peligroso... —De un momento a otro, ya me tenía entre sus brazos, sin darme tiempo a reaccionar. — Pero no tenemos que llegar a esas circunstancias, ¿No, querida? Este pequeño incidente puede quedarse atrás, por ahora solo quiero que estemos bien...
Me liberé de sus brazos y le di un empujón, con la fuerza suficiente para tirarlo al suelo.
— No soy como tus otras mujeres, no me vas a seducir tan fácilmente. —Me alicé el vestido en los lugares donde se había arrugado. — Si me disculpas...
Karlheinz ya no estaba en el suelo, se había levantado y sentí su respiración cerca de mi cuello. Me alejé de inmediato, o lo hubiese hecho si el no me hubiese tomado por las muñecas, impidiéndome escapar.
— Dime una cosa, Hana, ¿Que te hace pensar que ese era tu sobrino? —Sentí su aliento en mi oreja cuando me habló tan cerca, su pregunta tomándome por sorpresa. — ¿No crees que yo lo hubiese sabido de ser así?
Tenía un punto. El mismo fue quien hizo todo lo posible por nuestra raza, aunque al final haya sido en vano. Él sabe cuánto dolor me causó perder todo, y además, el tenía una relación estrecha con nosotros... Él lo habría reconocido de inmediato, y estoy segura de que me lo habría dicho.
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«Mukami's Mother» |Diabolik Lovers|
Fanfiction"Ella fue nuestra desde antes, y lo seguirá siendo siempre." ••••• †Portada hecha por mi† †Todos los derechos reservados† †Prohibido copias o adap...