«Mukami's Mother» |Diabolik Lovers|

Episode 11.

; Previamenteヾ

—El  problema no son las mentiras, es lo que decides creer. —Sentí sus manos deslizarse por mis brazos, como si otorgara una inusual caricia hasta detenerse en mis hombros. Allí apretó.— Te has mezclado lo suficiente con esta asquerosa raza...

¿Qué?

Todo pensamiento previo que tenía se esfumó, ¿Qué quería decir con eso?

Incluso su tono de voz era distinto, la fuerza de su agarre se intensificaba cada vez más. Con ello, un aroma muy familiar llegó a mi nariz... ¿Por qué me duele tanto el pecho?

—Ruki, disculpame pero... —Esta vez, una de sus manos se posó sobre mis labios, de callarme. Sus ojos tenían un brillante reflejo de... ¿Malicia?

—Vete a dormir, traidora. 

Y desde ese momento...

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╰ Welcome back ╯
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Silencio.

Parecía que el mundo se las había arreglado para formar una tregua, consiguiendo que incluso ella se sintiera parte del sosiego que invadía su alrededor. Sus extremidades permanecían reacias a responder sus demandas, quizá porque se sentía muy a gusto en ese estado sin tener que enfrentar la realidad.

Esa cruel realidad que poco a poco se habría paso en su interior, sustituyendo la calma con preguntas llenas de angustia. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba? ¿Quién fue? Esa en especial hacía eco en su cabeza, a la par en que la sensación familiar que estaba experimentando trataba de asociarlo con algún otro retazo de su memoria.

Esa voz...

Los párpados de la mujer finalmente respondieron a su cerebro, lentamente parecía recuperar la consciencia, como si el alma le hubiese regresado al cuerpo tras un corto reposo que se sintió eterno. Aún le costaba encontrar toda su fuerza para dominar su peso, pero aquello no fue impedimento para que su perdida mirada de color apagado se acostumbrara al escenario a su alrededor.

Otra habitación. Últimamente, parecía que despertar en lugares así se convertiría en una rutina que no le agradaba en demasía.
La única diferencia en todo aquello, era que le resultaba inquietante lo familiar de la decoración, por más sencilla que fuera.

— Dónde... —La voz de Hana resultó tan baja que apenas logró escucharse a si misma. Incorporándose de a poco, utilizando sus manos para apoyarse a cada lado en aquel confortable colchón vestido con una tela de seda muy refinada.— ¿Qué pasó? 

Altas paredes tapizadas eran su aparente encierro en ese momento. Poca decoración muy llamativa a simple vista, un tocador repleto de joyas y un gran espejo, mesitas de noche colocadas a cada lado de la cama con lámparas, puertas amplias que seguro la llevarían a otra zona; nada fuera de lo normal, nada que ella no haya visto en todos sus años de vida.

Entonces, ¿qué?

"Vete a dormir, traidora."

Esa voz profunda provocó eco en su interior. Recordaba ese momento, lo último que escucharon sus oídos antes de caer en ese confuso sueño hasta despertar recién en semejante lugar. Estaba de más decir que la confusión estaba presente, tenía la sensación de que sabía con exactitud quién era esa persona... Que definitivamente no era Ruki.