Episode 8

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Cuando giré la cabeza, había alguien más en el balcón. 

Me sobresalté tanto que llegué a chocar mi espalda contra el ventanal. De repente el ambiente se inundó con su esencia, podía sentirlo demasiado fuerte, y aunque no quisiera admitirlo, se a quien pertenece. Pero rápidamente recordé que es imposible. 

— Realmente eres un problema andante. ¿Te haces una idea de cuánto te hemos buscado? —No me esperaba que se dirigiese a mí directamente. Su voz era totalmente desconocida para mi, pero eso no despejaba mis dudas en absoluto. 

Reaccioné cuando vi a Ayato dar un paso adelante. 

— No eres bienvenido aquí, Ore-sama ordena que te retires en este instante. —Su tono de voz estaba cargado de odio, como si no quisiera ver a ese tipo ni en pintura. 

Maldije por lo bajo, golpeándome la cabeza con una mano. Este no era momento para tener debilidad, sin embargo, tan solo llegó él y mi cabeza parece querer explotar, y es tan doloroso como todas las veces anteriores.  

— No tengo tiempo que perder contigo, inferior. Sean más inteligentes y no se metan en mi camino. —Dijo, con un repentino brillo malicioso en su ojo. A su lado surgieron dos figuras, que rápidamente se transformaron en lobos con pelaje plateado, y unos colmillos tan grandes que podrían arrancar una extremidad de una mordida. 

Una corriente fría me recorrió el cuerpo. 

— Esos animales... —Escuché murmurar a Reiji desde el otro lado de la habitación. Tenían una expresión tan extraña que solo dejaba lugar a un pensamiento: Ya lo habían visto antes. 

Haciendo caso omiso a mi dolor, avancé hacia Ayato hasta poner mi mano en su hombro, el cual dio un respingo cuando lo toqué. Estaba mirando fijamente a las criaturas. 

— Yo me haré cargo de esto... —Traté de hacer que mi voz se escuchara lo más fuerte posible, pero fracasé en el intento. — Ustedes no podrán contra el. Dejenmelo a mi.

Me resultaba gracioso que yo, la única en la habitación que se encontraba enferma y casi incapaz de hacer algo relevante, me estuviese prestando para protegerlos de una fuerza que ellos no podrán contrarrestar. Ni siquiera se quien es esta persona, o por qué me está buscando a mi, pero pienso averiguarlo en este instante. 

— ¿Quien eres? —Fui directa, plantandome frente a él.  No había mucha diferencia en nuestras alturas, así que me sentía más confiada. 

Los lobos ni siquiera se movieron al verme tan cerca.

— No es el tipo de bienvenida que esperaba de tu parte. —Sonrió, como si todo este asunto le hiciera gracia. Puso una mano en mi hombro, tan rápido que casi no me di cuenta de cuando. — Dile a tu séquito de porquería que se retiren, y... 

Como si se tratara de un reflejo, lo tomé de su muñeca e hice que dejara de tocarme, y dejó de hablar. Di un leve apretón y el crujir de sus huesos reemplazó el silencio que generaron sus palabras inconclusas. 

Su rostro burlón y relajado se transformó en una mueca de sorpresa, y el brillo de su ojo pareció aumentar considerablemente. Sin embargo, no lo solté, ni me aparté. 

— Si no tienes nada que hacer aquí... —Hice presión en el agarre, manteniendo el contacto visual. — Te recomiendo que te... 

Su ojo. 

Para nosotros, el tiempo pareció detenerse. El color dorado que relucía en su ojo pareció encender algo en mi, algo que habría preferido mantener guardado. Perdí la fuerza, cerré los ojos, ni siquiera sentí lo que ocurrió después, pero...

«Mukami's Mother» |Diabolik Lovers|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora