-Capítulo 3-

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Al llegar a casa, tomé mi móvil y encendí el Wi-Fi para ver mis notificaciones, tenía un mensaje de mamá, preguntando como estábamos yo y Ashton, tenía una foto adjunta de mis padres tomando sol en la playa. Le contesté que no se preocupara. Sonreí, se veían muy felices.
Justo en ese momento recibí un Mensaje de Mike.

"-Holaaaa All!😄 ¿Vamos hoy al parque? Tengo ganas de un helado.-"

Era un buen plan, pero Louis vendría a casa para hacer el trabajo de historia. Hice una mueca y respondí:

"-Sabes que me encantaría, Gordon. Pero no puedo, tengo que hacer el ensayo de historia.😔😔-"

"-¿Con Louis? No me llames por mi segundo nombre!!! -.- "

"- Si, con él. Te llamaré así hasta que me canse"

"- Genial, hasta me conseguiste reemplazo"

"- No te pongas tan celoso Michael Clifford, sabes que nadie te superará 😗😗"

"-Owwwwww 😊¿Hablas en serio?"

-Se me escapó una carcajada, mi amigo era demasiado tierno e infantil.

-"Claro que sí, xoxo."

Respondí, para despues dejar mi celular sobre la mesa.

  Subí a mi habitación, me puse ropa más cómoda: un pantalón deportivo, una sudadera y mis pantuflas.

Aún faltaba una hora para que Louis llegara, decidí ordenar un poco para luego sentarme a ver televisión, hice zapping por un rato.

El timbre sonó. Fui a abrir pensando que era mi hermano, pero al abrir la puerta me sorprendí, cerrandola nuevamente de golpe.
¡Era Louis, y yo estaba indigentemente vestida! ¡Debería ir corriendo a cambiarme! Me dirigí hacia las escaleras.
Un segundo. ¿Desde cuando me importaba lo que pensara Louis Tomlinson de mi vestimenta?
Sacudí levemente mi cabeza para alejar esos pensamientos, abrí la puerta nuevamente.
El castaño estaba del otro lado de la puerta, sosteniendo su nariz con la mano, al parecer se había acercado a la puerta cuando la azoté. Un fino  hilo rojo de sangre caía desde su nariz hasta su labio superior.

-Lo siento, yo... fue el viento- lancé una risita nerviosa.

-Por su puesto, el viento.- Dijo riendo, dando a entender que no me creía.

- Lo siento- repetí- pasa, buscaré algo para curarte la nariz.- Entré dejando la puerta abierta para que pasara, fui al baño a buscar el botiquín de primeros auxilios.

Cuando volví el ya había cerrado la puerta y se encontraba parado en medio de la sala, aún con su mano en la nariz. Observaba toda la casa con atención.
Le indiqué que se sentara, busqué un poco de algodón, puse un poco de alcohol en él. Comencé a limpiar suavemente la sangre en su rostro. Nunca lo había tenido tan cerca.
-Es graciosa la mueca que haces cuando estás concentrada.-Mencionó Louis- Es como: -frunció el ceño, sacando un poco la lengua, se veía adorable. Se rió un poco contagiandome la risa.

-Terminé.- dije, dándole un trocito de algodón para que se lo pusiera en la nariz.- Deberías estar agradecido, Tomlinson, ¡No cualquiera posee el honor de tenerme como enfermera!- exclamé con falsa soberbia.

-No hay nada que agradecer- Mencionó después de ponerse el algodón en la nariz. - Si no me hubieras golpeado con la puerta nadie habría salido herido.-

-Ya te dije que fue el viento.-

Ambos reímos.

Cuando estuvimos seguros de que la nariz de Louis había dejado de sangrar, subimos a mi habitación para hacer el ensayo en la computadora que tenía allí.

-Lindo cuarto- dijo- me gusta el color.- señaló la pared en la que estaba la cabecera de mi cama, era de un color azul marino. Las demás paredes eran blancas, al igual que el edredón, las sábanas, y el armario. El escritorio era color madera, tenía cajones a los lados, mi computadora portátil se encontraba sobre él. En una de las esquinas de la habitación había un librero, en uno de los estantes tenía un par de fotos  familiares, una con América, y otra con Michael, los demás se encontraban llenos de libros.

Encendí la computadora, y le ofrecí una silla a Louis. Hablamos un rato sobre como queríamos desarrollar el proyecto, antes de empezar a escribirlo, bajé a buscar un poco de jugo de naranja y galletas. Cuando volví con una bandeja en mis manos me encontré con Louis observando las fotos del estante superior del librero.
-¿Te gustan?- Dije.
Se sobresaltó al escuchar mi voz, aún así me dijo:
-Si, son muy bonitas, soy bastante fanático de las fotografías, me gusta la manera en la que inmortalizan los momentos.- Sonrió.

Dejé la bandeja en la mesa de noche y me acerqué a el. Tomé uno de los marcos. -El es mi padre, Jules- señalé al hombre con barba. -Esa de aquí es mi mamá, Marie Anne- en la foto estaba abrazando a mi padre por la cintura. -Ese niño de aquí es mi hermano mayor, Ashton. El que juega con el en la foto es mi tío Scott. Y esa soy yo- Puse mi dedo sobre la niña de trenzas. Sonreí nostálgica, era una foto bastante vieja en la que yo tendría unos 8 años.

El castaño observó la foto por unos segundos más.
-Lindo peinado, Allison- se rió
-En mi defensa, a los ocho años no sabía nada de moda.
-Ahora tampoco.- señaló mis pantuflas con una sonrisa burlona

-¡Púdrete!- Exclamé y le di un golpecito en el hombro.

-Ese proyecto no se terminará solo- dijo señalando el ordenador.
-Tienes razón-
Nos sentamos y seguimos discutiendo, nuestras opiniones eran muy diferentes entre si.
Después de un buen rato, y tres vasos de jugo cada uno logramos terminar el ensayo.
-¡Misión cumplida! Exclamé sacando ambas copias de la impresora. Le dí una.
Chocamos los cinco y el guardó su hoja en su cuaderno, yo dejé la mía sobre el escritorio.
-¿Quieres quedarte un rato más?-Pregunté. La verdad es que me la había pasado muy bien.
- Te lo Agradezco Irwin, pero ya es tarde, debo ir acasa.
-Oh, está bien. ¿Seguro?
-Seguro.
-Entonces te acompaño.-
Bajamos las escaleras. El se puso su abrigo, tomó su mochila y nos dirigimos hacia la puerta. Giré la llave y le abrí, dejando que saliera.
-Nos vemos mañana- Dije
-Así será- Se alejó saludando con la mano.
Luego de que se fue, cerré la puerta, noté que eran las 19:30.  Ashton todavía no estaba en casa.
Tomé mi móvil de arriba de la mesa y marqué su número.
Luego de dos tonos atendió.

-Hola, ¿Allison?
-Ash, es muy tarde. ¿En donde estás?
- No exageres hermanita, estamos en casa de Michael, iba a invitarte pero América me dijo que estabas haciendo tarea con... ¿Cómo era su nombre? ¿Leonel? Si quieres puedes venir.
-Louis. Se llama Louis. En un rato voy para allá.

Cuando terminé la llamada subí a mi habitación. Tomé un Jean con un corte en las rodillas, una remera blanca que en letras negras  decía SHINE, una camisa a cuadros negra con rojo y unas botas negras, tomé una venda limpia para el reloj.
Me dirigí a la ducha, me bañé rápidamente, me vestí, cambié la venda, desenredé mi cabello y lo dejé suelto, me maquillé un poco.
Bajé, me puse mi abrigo, agarré las llaves de la moto y fui hasta una heladería, Si Michael quería helado,yo le compraría helado. Además quería compensar el no haber ido con el al parque.
Llegué a casa de mi amigo, toqué el timbre. América abrió la puerta sonriendo.
-Hasta que apareces, llevo toda la tarde sola con esta bola de chimpancés. -
Yo me reí.
América pareció caer en la cuenta de algo y cerró la puerta quedando afuera ella también.
-¿Que tal todo con Louis?
-Mmm bien, supongo, hicimos la tarea y ya.
-¿No hubo beso?
-No- dije extrañada
-¿Ni un piquito?
-Ya te dije que no, no seas tan pesada- Me reí
Hizo un puchero fingido, ambas entramos a la casa.
Una vez adentro lo primero que vi fue a Mike. Me acerqué a el sonriendo y le tendí la bolsa que tenía el helado.
-¿Y esto?- Dijo con expresión sorprendida.
-Es helado, para compensar no haber ido contigo al parque hoy.
-¿De chocolate?
-De chocolate.- Asentí
Se acercó a mi y me abrazó.
-¿Nunca me reemplazarás Allison?- Su voz sonaba seria.
-Está claro que no.
-¿Ni por un inglés de ojos azules?
-Ya te dije que no Gordon, cada día te pones más celoso.- dije y comencé a hacerle cosquillas.
-Y-ya p-para- se reía a carcajadas. Me detuve. Solo tardó unos segundos en reaccionar y comenzar a hacerme cosquillas ahora el a mi.
Nuestra guerra duró unos minutos. Los demás chicos se habían ido de allí  hartos del escándalo.
-Te quiero, teñido. Eres muy importante para mí- le dije pasando mi mano por su cabello.
-Y yo a tí, Allison.- Dijo con una sonrisa.

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