Tienes que hacerlo, no es pregunta - decía Aleck Altín a su hijo Otabek. El chico solo rodaba los ojos ante las palabras de su padre, su arrogancia aumentaba conforme este le pedía que lo mirara o al menos lo escuchara. Rosse solo los miraba sentada en el comedor mientras tomaba una taza de café con su amiga Nathalie Leroy, ella la había ayudado tanto desde su llegada de Kazakstán, que sentía que ningún favor era suficiente para agradecerle todo.
No quiero - dijo después de por fin decidir contestarle a su padre, ambos se miraban a los ojos, tenían la misma mirada, esa mirada que podría atravesar tu mente y hasta tu corazón. Aleck quería convencerlo y Otabek no iba a ceder, no tan fácil - No voy a ir, no quiero ayudarle a él ni a nadie, suficiente tengo con mis problemas en el hielo - Dijo a la vez que se levantaba de su lugar y con pasos firmes, marcaba camino a su cuarto, no sin antes despedirse de la señora Leroy, que si bien no tenía problemas con ella, su hijo nunca le había parecido agradable.
Ya en su cuarto, el joven de 15 años se encontraba acostado en su cama, mirando al techo sin nada en especifico en mente, el tiempo era lento pero se rehusaba a salir de su cuarto y tener la misma charla, solo que ésta vez con su madre. Estaba a punto de conciliar el sueño, hasta que detrás de la puerta de su cuarto, específicamente en el pasillo de las habitaciones, escuchó una conversación de sus padres.
No Aleck, Nathalie estaba totalmente de acuerdo con la decisión de Beka, dijo que no tenía porque forzarlo a algo que no quería hacer - La voz de su madre lo hacía sentir culpable, la dulzura de su madre era su debilidad, además ella quería corresponderle a Nathalie y Alain por todo, ellos no tenían la culpa de lo idiota que era su hijo y mucho menos sus propios padres.
Pero Rosse, el no debe ser tan gro... -En ese instante ambos se callaron para observar como la puerta del cuarto de su hijito se abría de golpe -Si lo haré, pero no esperen mucho de mi - dijo Otabek a sus padres saliendo repentinamente de su cuarto, volviendo a este de la misma manera en la que salió dejando a la pareja desconcertada pero contenta.
Si el idiota no está aquí en 10 minutos mas, procuraré que sepa que jamás existí - pensó Otabek al encontrarse aún solo en la pista de patinaje, llevaba casi media hora esperándolo y la idea de estar ahí no le agradaba totalmente, de hecho solo lo hacía por la relación de los padres de ambos. Para distraerse, tomó su reproductor MP3 conectando los audífonos para así comenzar con aquellos movimientos en los que ayudaría a Jean. Ajustó el lazo de sus patines y puso play en su IPod para así salir hacía la pista. Toda su concentración ahora se encontraba en sus piruetas, las cuales no eran perfectas pero mejoraba con el tiempo. Tomó un poco de impulso para saltar, logrando despegarse del piso, mas no por mucho, su salchow cuádruple fallaba de nuevo.
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Pero, ¿por qué él? (Historia corta - JJBek)
FanfictionOtabek Altin, un joven de 15 que se mostraba escéptico siempre que se le hablaba de convivir con otras personas, no es porque las odiaras, pero prefería no lidiar con nadie que no fuera el mismo. Sonaba egoísta, pero era mas sencillo de manejar. Per...