Capítulo 5. La historia de Avellana

18 7 1
                                    

Estaba preparado para escuchar la historia de Avellana, sobre todo porque hasta él se puso serio. Y al fin comenzó a hablar.

·Esto pasó hace 15 años cuando yo solo era un crío de 8 que vivía feliz en una diminuta aldea. La aldea donde vivía no era algo del otro mundo pero la gente que habitaba en el eran amables, humildes y... pobres. Debido a que nuestro pueblo era pequeño y pobre, las grandes ciudades se aprovechaban de nosotros saboteando las minas ricas en minerales y piedras preciosas que solamente se encontraban ahí. Un día un mensajero extraño nos anunció un mensaje que jamás se me va a olvidar... el mensajero se puso en el centro de la aldea y comenzó a leer: '' queridos y desafortunados aldeanos, me temo decirles que ocuparemos su aldea por completo para ir más rápido en la extracción de minerales. Si alguien se opone ante nosotros, lo relacionaremos como si nos pidieran guerra. Espero que no haya falta que nadie de aquí se vuelva un esclavo, atentamente el rey Alfonso III''.
Cuando escuché esas palabras, no sabía como interpretarlo bien ya que solamente tenía 8 años y ya querían echarme a mí y a la aldea entera, no solo estaba confuso si no también enfurecido porque si tuviéramos a alguien que nos protegiera no tendríamos porqué preocuparnos tanto. No era el único que pensaba así y la gente quería luchar por lo que era suyo y como bien dijo el mensajero, hubo una guerra. Mientras estábamos en guerra, yo fui a proteger a mi família con todo lo que tenía; cogí una barra de hierro y me puse a golpear a algunos guerreros pero no pude hacer nada... La aldea estaba llena de llamas quemando todas las casas y yo sin poder hacer nada. Cuando estuve a punto de ser capturado por los guerreros de la gran ciudad, un vecino y amigo mío dejó inconsciente a un guerrero y me dijo: ''si quieres proteger a los que quieres, sigue viviendo... vive para salvar vidas y convierte en guerrero''. Cuando dijo eso me lanzó hacia un río llevándome lejos de aquella pesadilla... Bien, ahora que sabes porque me hice caballero me iré a domrir.- en lo último como no cambió de su expresión seria a alegre con una sonrisa.

Cuando se fue a dormir no tenía ni idea de que pudiera haber tenido ese pasado, es más pensaba que sería el típico hombre que tuvo una infancia feliz y sin problemas. Con estos pensamientos me fui a dormir con el cuerpo descompuesto.

El dios KkweteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora