Destino Errado

Parte # 4

Hi Ladys, sorry por la tardanza pero he tenido montón de cosas que hacer, gracias por la espera les dejo un capi largo, espero que comenten por que eso me motiva un monton , me gusta saber que les parece y hace que la inspiracion llegue a mi.

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Heechul quiso replicar pero tan solo un gemido ahogado salió de sus labios. tenía que admitirlo el hombre era hermoso y olía delicioso a vainilla y aire fresco . El hombre grosero se había convertido literalmente en el sueño húmedo de Heechul cada noche desde que se le acerco aquel día.

Era difícil admitirlo por que el hombre se había comportado como un asno con él la semana pasada y hoy se comportaba como un hombre engañado, le había gritado como si Heechul le perteneciera.

-Dios...me estas volviendo loco- Confesó Siwon acercándose a Heechul, pegando sus cuerpos y acomodando su erección entre las nalgas del castaño. Un gemido salió de los labios del pelirrojo por la sorpresa de sentirlo tan cerca, tan caliente y por estar tan excitado por el detestable hombre.

-Hey...que...mm....que estas...oh dios!- Heechul quería replicar, quería apartar al hombre que descaradamente y sin vergüenza le restregaba su erección pero la carne es devil y la de Heechul aun mas y sobre todo cuando estaba cachondo...y vaya que lo estaba. Se había tomado un par de tragos y le habían interrumpido su jodida de la semana. Así que podrían decirle zorra, puta o cualquier cosa, el hecho es que Heechul no tenía la fuerza para apartar al hombre y su erección de su cuerpo. Por el contrario el aroma del imbécil le estaba excitando demasiado..y si, efectivamente... Heechul iba a aceptar lo que el dios griego le ofrecía.

Heechul dejo que el hombre le hundiera la nariz en el pelo, dejo que pasara su lengua por el cuello, lo dejo pasear sus manos por todo su cuerpo. Heechul se estaba derritiendo en los brazos del hombre, tanto que no se dio cuenta cuando había sido despojado de la parte superior de sus ropas, o cuando su pantalón cayó a sus tobillos junto a su ropa interior. Heechul estaba completamente dentro en el mar de sensaciones que el moreno le provocaba.

-QUE NADIE ME INTERRUMPA!- Grito Siwon, confundiendo al pelirrojo que aun así no dejo de presionar su trasero contra la entrepierna del moreno. Un par de golpes a la puerta le informo a Siwon que Donghae estaba frente a la puerta dándole la intimidad que necesitaba. Heechul estaba excitado, los ojos cerrados y su consciencia a muchos kilómetros lejos de su cuerpo hasta que un par de dedos dentro de su cuerpo le regresaron a la realidad. El hombre moreno le miraba salvaje, y sus ojos cambiaron a algo animal que Heechul pudo ver a través del espejo.

-mmmh...mierda! Que eres?- Pregunto Heechul, el hombrecito no parecía asustado mas bien estaba intrigado y curioso por la respuesta. Heechul había escuchado cosas acerca de algunas criaturas que parecían humanas pero no lo eran, nunca las había creído, incluso cuando uno de sus amigos le dijo que había follado con un vampiro, Heechul se había reído y le había dicho que ya no le regalaría ese tipo de libros.

-Soy tu Alfa...tu dueño!- Siwon gruño y contra todo lo que el moreno había pensado se lanzo a desvestir al hermoso hombre... a su hombre.

Siwon estaba sorprendido por su reacción a la increíble vista: Su pene estaba extasiado, húmedo y mucho más duro de lo que había estado jamás, se sentía caliente y palpitante bajo la ropa. Y todo por la vista de Heechul desnudo, inclinado sobre los lavamanos, con las piernas abiertas y tan dispuesto a recibirle.

Siwon no quería pensar en los hechos, no quería hacerse a la idea que estaba tomando a un hombre, que estaba por reclamar a su pareja destinada, que a partir de ese momento tendría una conexión y un compromiso con el hombre en sus brazos. Prefería pensar que sus acciones eran cuestión de su lobo, que solo actuaba por instinto, que nada tenía que ver que el hombre oliera a frutos rojos y aire fresco, que su piel fuera jodidamente perfecta, y que el par de globos perfectamente inflados le estuvieran haciendo agua la boca...No para nada, eso no tenía nada que ver en absoluto, ni siquiera sabía de dónde había venido ese insólito pensamiento.