Destino Errado

Parte # 5

Muy bien, su cabeza se sentía pesada, y sentía un poco de presión en los ojos y aun con los ojos cerrados podía percibir un poco de mareo...¡resaca! ¡genial! Se quejo Heechul, aun así su resaca parecía menos dolorosa que normalmente.

-mmmh....- un gemido salió de su boca al darse la vuelta. Se sentía extraño, los síntomas de resaca estaban ahí, pero algo mas también, un agradable dolor conocido en su parte trasera y la sensación de estar increíblemente saciado...pero...

Heechul comenzó a estirarse pero pronto sintió un bulto detener sus movimientos.

-Has despertado- El bulto dijo, e inmediatamente Heechul despertó por completo, estaba un poco confundido pero no sorprendido, no era la primera vez que despertaba con alguien mas en su cama.

Heechul respiro y abrió los ojos lentamente.

-Bien cariño, fue una noche increíble...creo!, pero será mejor que te vayas ahora...tengo cosas que hacer y...-

Una risa socarrona salió del hombre a su lado a quien por primera vez Heechul le dedico una mirada.

-Esta es mi casa cariño, no la tuya!-

Heechul comenzó a mirar por todos lados y mierda! El extraño tenía razón, esta no era su casa y espera....

-TU?...-preguntó Heechul con el seño fruncido al reconocer al hombre a su lado, quien lo veía con sus hermosos ojos negros y con una sonrisilla arrogante que ya había puesto a Heechul a la defensiva.

-Será mejor que te alistes y bajes para el desayuno, tenemos cosas de las que hablar-

....

Justo después de que el hombre ordenara a Heechul arreglarse y bajar, Heechul se quedo sin habla, se tomo un par de segundos, minutos...tal vez 15 antes de regresar a la realidad y hacer lo que el hombre le pidió. Se dio una rápida ducha y busco en los cajones del closet por unos calzoncillos y una camisa que era lo suficientemente larga como para taparle el trasero así que después de probarse un par de pantalones y al no sentarle bien ninguno decidió omitir esa prenda.

Se alboroto el cabello aun húmedo y bajo con los únicos calcetines divertidos que encontró en entre el sin fin de pares negros y grises y bajo unas hermosas escaleras de madera. La habitación era grande tal vez del tamaño de su departamento entero pero aun así no se imagino que el departamento fuese tan impresionante, era increíble la decoración, algo sobrio para el gusto de Heechul pero aun así era elegante y moderno.

Heechul decidió seguir el sonido de la música y lo llevo a un hermoso comedor donde el hombre desagradable lo esperaba ya sentado.

-Hasta que te decidiste a bajar...- señalo la silla que estaba justo al otro extremo de la suya, el comedor no era muy grande, pero tampoco era pequeño así que aun había una considerable distancia entre ellos.

Siwon le escaneo de arriba abajo, lentamente y sin perderse detalle de su cuerpo. Heechul no solía ser tímido, al contrario sabia lo hermoso que era y sabia el efecto que causaba, por dicha razón le sorprendió que la sangre se le fuera a la cabeza y el calor irradiante de sus mejillas...estaba sonrojado?...

-Te divertiste desordenando mis cajones?-

Heechul se sentó muy a su estilo sin despegar la mirada del hombre frente a él, tenía un mal presentimiento. No por el hecho de haber despertado en casa ajena, o porque hubiera dormido con el hombre que se había portado tan grosero con él...lo más preocupante eran las reacciones de su cuerpo, el jamás se había sentido tímido o intimidado y mucho menos había seguido las ordenes de nadie, pero ahora estaba ese hombre quien le hacía sonrojarse y le hacía seguir ordenes con esa profunda y gruesa, sexy vos.

Esa sonrisa arrogante era algo que Heechul comenzaba a odiar y no precisamente por el gesto en sí, sino más bien porque lo consideraba sexy como el infierno.

-mmm no mucho, tu ropa es demasiado gris y negro...pff aburrida!- Si él quería jugar ese juego, Heechul también podía.

Siwon deshizo su sonrisa para optar por un semblante más serio, cosa que hizo a Heechul sentirse algo intimidado.

-Heechul...recuerdas lo que paso anoche?- pregunto Siwon seriamente sin despegar sus ojos de pelirrojo.

-Follamos?- Pregunto Heechul sonrojado.

-Así es Heechul...pero no solo eso...recuerdas que preguntaste que era yo?-

Heechul colocó la mano en su barbilla y se puso a remembrar los acontecimientos de horas atrás. Recordó al hermoso hombre con el que estuvo toda la noche, recordó ser llevado a los baños del club, también ser casi follado en los lavabos hasta que...

-Disculpa...cuál es tu nombre?- Preguntó Heechul interrumpiendo sus pensamientos

-Siwon, Choi Siwon- Heechul asintió

Hasta que Siwon llego y actuó como si fuera su novio y Heechul le estuviera engañando, recordó también como el aroma del hombre le volvía loco y que tenía que admitirlo no pudo resistirse a los encantos del hombre. Recordó la pregunta... y la respuesta, pero era un pensamiento que se estaba eclipsando con el montón de imágenes que comenzaban a aclararse en la cabeza de Heechul. Las manos del hombre sobre su cuerpo, la boca de experta de Siwon, sentirlo tan dentro de su cuerpo...

-Mierda Heechul...en que estas pensando?- Siwon estaba molesto, el aroma de Heechul era irresistible, la excitación del hombre salía a borbotones de su cuerpo y llamaban al lobo de Siwon como nada lo había hecho nunca.

-Mi alfa...tu dijiste que eras mi...- Siwon regresó su atención a Heechul e intento olvidar el dolor en su entre pierna.

-Tu dueño Heechul... y así es, soy tu Alfa, tu dueño...-

-No entiendo...- Heechul estaba confundido, pero mas que esto estaba avergonzado, su pene estaba duro como concreto y podía sentirse la humedad que comenzaba a juntarse en la hendidura de su pene.

-Lo se Heechul, pero...recuerdas...?- Siwon se toco un lado de su garganta y las manos de Hee inmediatamente viajaron a la suya, la caricia le envío una corriente eléctrica directamente a su pene, la sensación era exquisita que siguió acariciando sin importarle los embarazosos sonidos que salían de sus labios.

-Ohh nene necesitas dejar de hacer eso si nosotros vamos a hablar- Siwon estaba tan intoxicado ya con el aroma de la excitación de Heechul, que aunque quería resistirse y mantener su postura seria, sus ojos se cerraron y su mano viajo al bulto duro y caliente bajo la bragueta de sus caros pantalones de diseñador.

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