Capítulo 1

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Sally se había enojado conmigo porque mientras escarvaba entre las cosas que se guardan equivocadamente con el paso del tiempo encontró una carta que me escribió una ex novia que ni siquiera recordaba.
Me recriminó airadamente que fuese capaz de ocultarle algo así y aun mas que fuese capaz de guardar ese recuerdo, sin tomar en cuenta sus emociones y lo que sentiría cuando lo encontrara.

Porque yo debía asumir que a las mujeres les da por registrar tus cosas al menos una vez por semana, siendo conservadores. Ningún "Sally cariño" me había servido y ahora me hablaba golpeado o simplemente me ignoraba mientras acomodaba las cosas de la mudanza.

Un descuido real o absurdo, daba lo mismo si el resultado con una mujer es invariable o inevitable como el mismo paso del tiempo, dejaría entonces que el tiempo se hiciese cargo. Esperaba que no me reclamara después por dejar así las cosas, sin insistir en que lo arreglaramos como antes hacia.

Nos estábamos cambiando de casa hacia un departamento diferente. No mejor, solo ubicado en otra zona, cerca de su nuevo trabajo. Yo por el contrario manejo un negocio de ventas por internet y laboro la mayor parte del tiempo desde casa, así que la geografía de reunión me daba igual.
Sally se había llevado la camioneta con sus cajas y yo debía cargar las mías como mejor pudiese.

Para tratar con mujeres a todos los hombres deberían de darnos clases de para lidia de toros.
Cuando iba cruzando la puerta, cargando mis cosas el teléfono sonó. Me moví torpemente y tire la caja la cual se abrió dejando salir su contenido mientras corrí a contestar, era mi madre me dijo que mi tío se había puesto grave y que iba a estar en el hospital. También me pregunto si ya nos habíamos mudado, le dije que a menos que yo fuese un fantasma en este condominio en eso estábamos.

Ella recito su risa lenta mientras le mandaba besos a Sally para después colgar.

Me sentí mal por el tío, tenia muy buenos recuerdos de el en mi infancia pues el solía tener muchas piezas de auto regadas por su patio y yo iba a jugar con ellas, los charcos de agua que dejaba la lluvia cuando les caían encima y aunque a veces le arruinaba sus cosas, no me decía nada.

Cuando estaba levantando las cosas que había tirado de la caja me di cuenta de que eran pertenencias de Sally mientras giraba los ojos con una mueca. Ahora debía tener más cuidado al transportarlos, no quiero ni imaginar el pandemónium que provocaría si llegase a romper uno solo de sus cachivaches.
Cuando estaba levantando unas cajas de zapatos un racimo de llaves callo al suelo haciendo el típico sonido metálico, eran al menos 100 - vaya - pensé, a mi me hace drama por la vieja carta de una ex novia y ella guarda las llaves de todos los amantes, afectos o mentecatos que ha conocido.

Mi rostro enrojeció imaginando las razones que tuvo para guardar tantas invitaciones de entrada hacia las cuevas de aquellos idiotas. Me tranquilice, después de todo alguna de esas llaves seria la que abriría la reconciliación entre nosotros, ahora podría negociar también con su descuido. Pues nadie guarda llaves de tantas personas sin evitar romper el vinculo afectivo que alguna vez hubo, era una falta al respetuoso mutuo o simplemente un descalabro peor que el mio, como sea me daba una cierta ventaja.

Mientras iba en el taxi me puse a revisar las llaves, ninguna era igual a otra, tenían tanta variedad que algunas parecían salidas de un lugar mágico. Sobre todo una que me llamo mucho la atención, era dorada y brillante, cuando la movía para que el sol le pegara esta se iluminaba de forma casi segadora. Tenia tallado a cada costado unos círculos metidos uno en el otro con unas mediciones pero no se alcanzaba a ver del todo.
El hombre del taxi me miro extrañado y me preguntó si tenía muchas casas, Sonreí algo nervioso y el dije que no, que eran llaves que mi novia había guardado mientras lo veía descomponer el gesto como si hubiese roto algo. Lo que me faltaba la lástima del chofer.

Cuando llegue al departamento vi las cajas de Sally en el recibidor pero ella no estaba.

Después de refrescarme me senté en el sillón a esperarla acariciando las llaves en mi regazo como el villano de una película vieja, pues estaba lleno de reclamos.
Al poco tiempo el sueño me gano y desperté con su beso húmedo
- limpia te las babas mi amor - dijo poniéndome un pañuelo en la cara con ternura - me quede dormido - dije mientras me secaba y un dolor punzante se hacia presente en mi cuello.

- ¿donde encontraste mis llaves? - interrogo - estaban entre tus cosas, esperaba que me explicaras ¿porque las guardas? Mira Sally se que tuviste muchos novios antes que yo, pero francamente no creí que fuesen tantos. Tu hiciste un drama de lo pero por una carta y esto es...bueno explica lo - Sally me sonrió evitando mi mirada - esas llaves me la dio mi papá, me las traía de todas partes a donde iba. De niña me contaba historias fantásticas de aldeas lejanas y de reinos imposibles que decía visitar y como tu sabes el era marino, quizá era la manera de hacer de sus largas ausencias un lindo recuerdo.

- ¿y debo creer te? - pregunte haciendo me el difícil - sabes que no mentiría con algo así, además venía a disculparme por lo de esta mañana. No tenía derecho a enojarme por un descuido - lo pensé un instante pues no me creía esa historia.

Nunca me la había contado además olvidaba que antes me había dicho que solía quedarse a dormir en casa de un montón de aligas y amigos ¿como sabría que no tenía llave de todas ellas?
Sin embargo me rendí a la paz, había obtenido algo con lo que muchos hombres sueñan toda su vida, una disculpa de sus parejas. El resto de la tarde estuvimos acomodando nuestras cosas en la nueva morada, nunca creí que en solo 3 años hubiésemos recaudado tal cantidad de cosas.

Sally se estuvo comportando de manera especialmente cooperativa, comprensiva e incluso amorosa. Mis sospechas se elevaron a alerta - ¿que hago con tus llaves? - pregunte cuando ya casi terminábamos de acomodar nos - damelas, las guardare en mi baúl - dijo quitando me las. Ciertamente eran importantes para ella.

Dormimos después de ver varios episodios de nuestra serie favorita. Pues ella trabajaría por la mañana, antes de quedarse dormida me preguntó si me causaría gran molestia enterarme de algunas cosas de su pasado, titubie y le dije que podía contarme lo que fuera y yo trataría de entenderlo.
Ella no se sintió cómoda con mi reacción así que decidió guardar silencio y dormirse.

Gracias por leer, vota y comenta si te ha gustado. Comenta tu opinión o algún consejo lo apreciaría mucho al igual si compartieran la historia. Y bueno he aquí el primer capitulo de una gran historia que he estado escribiendo con emoción, espero que haya sido de tu agrado y sin nada mas que decir un saludo y hasta la próxima.

- Oztoatl

La llave del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora