Capítulo 11

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Mis padres me habían mandado a un campamento al sur de Inglaterra. El campamento de verano Sunlight. No me entusiasmó mucho la idea en un principio, me resultaba algo aburrido e infantil. Pero cuando pasaron los primeros días comencé a tomarle el gusto. No era tan desagradable. Había dos horas diarias de clases de hechizos. Y tres a la semana de pociones. La verdas, gracias al libro que me dio Snape conocía muchas cosas de las que nos estaban enseñando. Lo mejor eran las noches, hacíamos una pequeña fogata y nos sentábamos al rededor de ésta a contar historias. Aunque había alumnos de Hogwarts, otros tantos no los conocía de nada. Como el caso de Landon Cooper, un mago dos años mayor a mí bastante simpático. Era un chico alto, con el pelo color azabache y los ojos grisáceos, como los de Draco. No sé que me impulsó a hacer lo que hice un día. Tal vez fue su simpatía, su radiante y cálida sonrisa, o tal vez sus ojos que me recordaban al rubio que nunca salía de mi mente. Pues pasó un viernes en la noche, cerca de que el campamento finalizara. El día había sido aburrido, bueno, quizás no tanto. Tras las horas de clase fui al lago con Liss una chica muy simpática que en poco tiempo nos hicimos amigas. Estuve un poco de "sujeta velas", pues estaba besándose todo el rato con Max, su novio, que había ido con ella. Fue una mañana algo entretenida, después de todo, a Max, que me caía mal, le picó una sanguijuela. Tuve que evitar aguantar la risa, y él y Liss se largaron a la enfermería. Entonces me quedé sola en el lago, fue entonces cuando Landon se me acercó. Comenzamos a charlar sobre nuestras familias y de las pocas ganas que teníamos de volver. Y era cierto, aunque aquí había días donde me aburría y deseaba poder estar con Draco, el cual vivía lejísimos de donde vivo yo, más aburrida estaba en casa. Además, aquí no tenía las pesadillas que tenía cuando estaba en casa. Desde el día que llegué no paré de soñar con el señor y la serpiente, así hasta que vine aquí. Los sueños eran repetitivos, siempre me decía que yo era especial y acabaría buscándome, y que pronto sabría mi cometido. Me convencía a mí misma de que solo eran pesadillas, aunque se viesen tan nítidas y reales. Aunque me estoy desviando... No sé cómo acabé besando a Landon, sus besos, a diferencia de los de Draco, eran más suaves. Pero mientras tenía los ojos cerrados sólo venían a mi cabeza imágenes de Draco, no creía que era a Landon a quien estaba besando. Aunque algo en mí me decía que Draco estaría haciendo lo mismo, sin importarle en absoluto, así que lo seguí besando. Noté como Landon comenzaba a bajar sus manos más de lo deseado, y más tomando en cuenta de que estaba en bikini. Lo pasé por alto hasta que empezó a juguetear con la tira de la parte inferior de mi bikini. Fue entonces cuando quité sus manos de esa zona aún besándolo. El insistió y volvió a colocarlas ahí, hice resistencia y las volví a apartar. Landon parecía no querer parar y de mala forma volvió a colocarlas.

—Landon, para —dije zafándome de sus manos recorriendo mi cuerpo.

El negó y volvió a hacerlo a pesar de que me zarandeaba para que no lo hiciera. Solo tuve una opción, y me fui acercando a una roca donde tenía mi varita besándolo para que no sospechara. Cuando llegamos, la tomé con sumo cuidado y cometí el grave error.

Sectumsempra —bramé y vi como lentamente la piel de Landon se desgarraba.

Abrí los ojos como platos mientras la sangre bajaba por su cuerpo y grité. Mis descargadores gritos junto a los de Landon trajeron a uno de los monitores. Me disculpé nerviosa, incluso con lágrimas en los ojos y él se fue corriendo con Landon a la enfermería. No me dejaron pasar a verlo, sólo sé que a las tres horas mis padres ya estaban en el campamento pues me habían expulsado. Consiguieron que no echasen cargos contra mí, si no, probablemente acabaría en Azkaban. De vuelta a casa, tras la regañina de mis padres, a pesar de que les expliqué por qué tuve que hacerlo, me dormí en mis lágrimas.

—Bien hecho, me siento orgulloso. Has comenzado a usar las artes oscuras, es un buen principio. El sectumsempra, bien, bien. Snape debe estar contento de que su maleficio es usado por alguien como tú. La chica que aparecerá en libros de historia, serás más conocida que Harry Potter, querida. Eres la nueva Heredera. Tú no eres consciente de tu poder, pero pronto lo sabrás —rió—.

La serpiente dijo algo también: «Me entiende, posee el don. Sí, es la próxima Heredera».

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2017 ⏰

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