Solo bastó conocerla [Sweeran]

Capitulo 19

No me siento bien, engañé a Ed con un chico que ni siquiera volveré a ver. Esperen tengo una llamada.

—¿Aló? Acabo de prender la tv, ¿cómo lo tomo Ed? —pregunta desde el otro lado una persona que tenía la voz muy aguda. La rubia no tenía idea de quién era el dueño de esa voz. Ella sentía que lo conocía.

—Disculpe, ¿quién me habla?

—No te acuerdas de mí. Soy el chico que besaste en la fiesta de tu amiga.—revela confiado sin el mínimo descaro.

—¡Oh! No quiero que me hables, por ti acabé con Ed.—le dolió mencionar aquel nombre.

—Tú me dijiste que no lo querías, que lo considerabas alguien no preparado para una relación y que es poca cosa para ti. Lo destruiste de la peor manera.

—Eso será lo que tú piensas pero para mí, Ed vale oro. La envidia se te sale por los poros.

—Eso no decías ayer. No me engañes. Tú no amas a Ed.—desafió.

—Está bien no lo amo porque siento que no es mi tipo. Cuando lo conocí, vi lo lindo que era y su alma era pura porque es como un ángel y me trata tan hermoso. Pero verlo cada rato, escuchar sus palabras siempre lindas, me hostigaba y me aburría. —expulsa enojada y frustrada porque lo sintió tantas veces sin embargo no lo dijo por el miedo a darse cuenta de lo fingida que actuaba.

—¡Oh! ¿Por mí, qué sientes? Mis reales sentimientos hacia ti son sinceros, no son efímeros, Ellie.

—Nos conocemos recién, solo pasó porque me sentía sola. No siento nada por ti.

—No puedo creer lo que me acabas de decir. ¿Fui un juego para ti? ¿Eso tratas de decirme?

—No malinterpretes las cosas. Tú no eres la víctima. Ambos hicimos esto.

—Yo he escuchado bien.—alza la voz—Sé lo que ocurrió y no me arrepiento pero tú pretendes seguir con tu vida como si no te hubiera importado los besos que ambos nos dimos.

—¿Quién eres para hablarme así? No tengo animo así que te pido que dejes de acosarme con este tema. —lo corta rápidamente.

Ella estaba confundida. Tenía muchos sentimientos encontrados y su corazón actuaba de una manera extraña mientras que su mente le decía cosas que no quería escuchar puesto que le reafirmaba lo mal que actuó. La rubia se sentía mal. Como era muy noche la chica solo se lanza a su cama y duerme profundamente.

Día siguiente

El pelirrojo se levanta a las 10:00 am. Todo despeinado va a su baño, se mira al espejo, toca sus ojos y los mueve con sus manos mientras salen lagrimas. Golpea lo que se encuentra a su al frente.

Abre el fregadero, con el agua que salía se tira violentamente en la cara. Lloraba y lloraba, se tira al piso, recoge sus piernas y alza sus manos tocándose sus mejillas. Se siente impotente, se siente destrozado, no puede controlar las gotas de sus ojos que discurren por su blanca piel. En ese momento tocan a su puerta, se para, limpia sus ojos y sus mejillas y se encamina a abrir aquello. Era Ellie.

—Tienes cara de que te haz desvelado y que haz llorado. No sabes cuánto lo siento. Te juro que te amé pero aveces el amor se acaba, no fue prudente de mi parte hacerte esto. Encontrarás una mejor chica que yo, tal vez el destino no era estar juntos por siempre. Quiero que te quede algo súper claro; Eres una gran persona, muy amoroso, cariñoso y atento. Eres guapo por dentro y por fuera. Nunca hables mal de ti. —se sinceró.