Capitulo # 3
Recuerdo mi cartera, la busco con la mirada en el cuarto y no la veo.
-¿Donde están mis cosas?
-La cartera la deje para que tomaran tus datos, te la darán al salir.
-¿¡¡¡Qué!!?
-Es que no sé tu nombre ni nada de ti para llenar el formulario de ingresos del hospital, así que les di tu cartera para que buscaran tu identificación. No me gusta revisar pertenencias ajenas y menos de una mujer.
-¡¡¡Enserio!!!¿ Debería sentirme aliviada por eso o que?
-¡¡No seas una ingrata mala agradecida y mal educada!!
-¡¡Qué coño me dic!! _Y somos interrumpidos por la enfermara que envió la doctora.
-Permiso, vine a retirarle las cosas, para que pueda marcharse.
No puedo creer el mal día que tengo. En cuanto la enfermera termina me levanto de la cama, no soporto estar un minuto más al lado de este idiota creído, así que me dirijo afuera.
Sigo a la mujer delante de mi, mientras ese chico me sigue. Llegamos y me entregan mi cartera y pasan unos papeles, me doy cuenta que no tengo suficiente dinero para pagar la cuenta medica. El chico me ve rebuscando en mi cartera y sacar mi monedero.
- No te preocupes por nada de eso, yo me haré cargo de todo.
Toma los papeles, los firma, y pasa una tarjeta de crédito. No puedo decir nada en oposición porque sé que no tengo dinero suficiente.
-Gracias.
-Descuida.
Le entregan sus cosas, unos papeles y nos dirigimos a la salida. Vamos en silencio el uno al lado del otro y salimos del hospital.
Él se dirije a su coche y yo camino al lado opuesto de él para irme a casa.
-¿A donde vas?
-A casa.
-Si. ¿Pero no iras caminando... o si?
-¡¡Claro que no!!. Iré en transporte público.
-De ninguna manera. Yo te llevaré a casa, así me aseguro que llegaste bien y tendré mi conciencia tranquila.
-Muchas gracias. No hace falta. Enserio, todo está bien.
-Mira, no es nada, tengo mi auto aquí,sé que quieres llegar a casa, estás cansada y tú familia está preocupada porque no llegas, si te llevo, llagaras más rápido que en transporte público... prometo ir despacio y toma otra vez las clases para conducir.
Este chico por muy fino y riquito que parezca, es buena persona , gentil y en cierto modo me agrada, sé que tiene razón en lo que dice.
-De acuerdo. Solo espero que no tengas mas problemas por mi.
-De ninguna manera.
¡¡Wao!!, estoy impresionada con él, sé a portado atento y servicial, a no ser que tenga miedo porque casi me atropella. Me siento intimidada con su presencia. No me quiero imaginar como sera el viaje a casa en su auto.
Cuando llegamos a su auto me quedo perpleja, ¡¡wao que auto!!! Él habla de esté con tanta modestia que no pensarían que tenga un MERCEDES BENZ de lujo.

-¿Estas seguro que quieres llevarme a casa?-Claro que si. Permiteme ayudarte.
Me abre la puerta del coche, entro despacio. Uffs que auto!! Es impresionante y muy cómodo, pero esa comodidad se restringe en cuanto él sube al auto, lo enciende y salimos del hospital.
Comenzamos el trayecto en silencio, evito verlo, así que fijo mi mirada a mi lado de la ventanilla, me sumerjo en mis pensamientos. Continuamos el camino hasta que él se detiene a un lado en la calle. Nos miramos y miro la calle.
-Es que no me has dicho por donde vives y ya no conozco bien esta zona.
-Oh, tienes razón, disculpa venia distraída.
-Descuida, solo dime como llego a tu casa.
Seguimos el camino, le indico como podemos llegar a mi casa y no hablamos más allá.
El final... llegamos a casa, nos desmontamos, estamos frente a frente. Le extiendo la mano y le agradezco por todas sus atenciones y por traerme a casa.
-En verdad,gracias por todo lo que hiciste por mi.
-No tienes que agradecerme. No podría irme y dejarte allí tirada, después tendría problemas con Dios por atropellar uno de sus ángeles en la tierra.
¿Qué fue eso? ¿Me esta alagando? Oh Dios. Creo que me sonroje con eso. Y justo ahí... Mikaela, Si, Mikaela sale de la casa y se acerca a nosotros.
-¿En dónde estabas Vero? Oh Dios... Disculpa... yo no.
- Tranquila Mikaela, nos despedíamos.
-¡¡Pero vero!!! ¿Y la educación?... ¿no me presentas a tu amigo?
-Es que yo... yo no... nosotros no...
-Hola soy Christopher Adler.- al ver que no se que decir él mismo se presenta.
-Hola mi nombre es Mikaela Echevarría, hermana de Verónica. ¿Gustas pasar a la casa?
-En verdad me gustaría, pero tengo unos asuntos pendientes y tengo que irme ya.
Nos quedamos afuera de la casa y vemos como él se sube a su coche y se marcha.
-¡¡Coño Mikaela!!!.. ¿acaso estas loca? No ves que él es diferente a nosotros,¿ no te fijaste en su auto?... ¿en él, en como se ve?
-Pero claro que me fije en él... uffs y muy bien que lo vi.
-Lo que me faltaba.
Después de tener que explicar en casa, donde estaba y que pasó, fui a mi cuarto. Después de todo eso necesito descansar.
-Vero cuéntame de ese papucho ¡¡anda!!
-Mikaela ya... quiero descansar. Lo que menos quiero es hablar de un extraño que casi me mata.
-Esta bien Vero... pero no me puedes negar que él es guapísimo.
-Lo que tu quieras... pero ya déjame descansar.
Así terminó el día más difícil que he tenido, un día super ajetreado, un chico que casi me mata, y que no me quitaba la vista de encima, la explicación a mis padres y mi insoportable hermana que no dejaba de decirme lo bueno que estaba ese chico y mi gran suerte de conocerlo.
Me recosté, pero por alguna razón no pude dormir, a pesar de mi cansancio las palabras de Mikaela se quedaron en mi mente... en verdad es un chico guapísimo... con una mirada que volvería loca a cualquier mujer... y esos labios... ohh Dios es la primera vez que me sentí así con un hombre desconocido. Dios mio.
Verónica ya basta!! Un chico como él no se fijaría en ti... ademas con lo guapo que es ,ya su corazón a de tener dueña. Verónica entiende que el amor tiene límites!!.
Han pasado dos días, es inevitable que los pensamientos y ese chico abandonen mi mente, siempre que paso por la calle en donde casi me atropella... recuerdo todas esas cosas que pasarón allí Dios!! El solo pensarlo.
Estoy en el trabajo sirviendo unos cafés y no puedo creer lo que mis ojos están viendo. Parpadeo varias veces por si estoy alucinando... pero no, ahí está.
El chico que no abandona mis pensamientos está frente a mi... solo me mira... me mira y luego toma haciento.
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Amar Es Gratis.
Teen FictionVerónica Echevarría no era la típica chica romántica que veía el mundo color de rosas, para ella era más importante, tener un empleo que la ayudara a suplir las necesidades en la casa de sus padres, ya que , eran una familia de poco recursos, adem...