Lo Que Una Sonrisa Provoca

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Al día siguiente fuimos todos a recorrer los parques de Disney.
Primero fuimos al Parque Magic Kingdom. Cuando entramos con Liz nos miramos y nos largamos a llorar, era un sueño que teníamos desde pequeñas y hoy se estaba realizando.
Todo era mágico, todo era perfecto. Me sentía una niña pequeña en ese lugar, pero me encantaba.
Recorrimos cada lugar y cada rincón. Era muy divertido pasear con los chicos, nos tomábamos fotos alocadas y con todos los personajes de Disney.
La hora del almuerzo fue fantástica. Los chicos nos habían preparado una sorpresa preparando un almuerzo especial solo para nosotras tres.
Nos hicieron comida típica de su país para que cada una conozca sus lugares y además pidieron pizza, su comida favorita argentina.
Cada detalle, cada cosa que ellos hacían por nosotras era especial.
En un momento del almuerzo Richard se sienta a mi lado.
Richard: ¿Cómo te sientes?. Lo mire algo extrañada.
___: Perfecta, ¿Por qué?
Richard: No me refiero al hecho de que estas aquí en Disney. Me refiero a Chris y sabes bien de lo que hablo.
___: Si, lo sé. Pues el problema es que no sé cómo sentirme. Tú sabes mi historia y sabes cómo puedo estar.
Richard: Lo sé y por eso te digo que disfrutes de esto y que no te cierres a lo que puede llegar a pasar. Eres una gran mujer y mereces ser feliz amiga.
Me abrazo fuertemente y correspondí su abrazo. Él era un gran amigo, como un hermano.
Cayó la noche y era el momento de los famosos fuegos artificiales de Disney, no sé cómo paso pero nos quedamos solos con Chris.
___: Soy yo o todos nos dispersamos?
Chris: Al parecer. Mira van a empezar.
Rodeo mi cuerpo con sus brazos y admiramos la belleza de los fuegos artificiales. En un momento, no sé cómo sucedió, con Chris estábamos frente a frente, mirándonos a los ojos. No aguante, me puse de puntas de pie, coloque mis manos en su nuca y bese sus labios, necesitaba volver a sentir sus labios. Fue un momento perfecto, nos unimos en el beso por un largo rato, luego al separarnos solo sonreímos y nos quedamos abrazados.