La verdad sale a la luz

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- Buenas tardes, señora Griffin

- Lexa, como tengo que decirte que me llames Abby

- Hey, Lexa

- Kane, ¿QUé tal le va todo?

- Marcus, Lexa, me llamo Marcus.

- Marcus tiene razón, nos vamos a ir de vacaciones juntos, creo que ya puedes tutearnos.

- ¿Y Clarke?

- ¡Mamá!- se escuchó gritar a la rubia desde el baño- ¿Sabes donde hay más champú?

- Hablando de la reina de Roma- dijo Abby

- Que por la puerta asoma- le acabó la frase Marcus

- Eso ha sido raro- dijo Lexa sin cortarse un pelo

El verano era así siempre. Lexa y Clarke pasaban mucho tiempo juntas, siempre como amigas. A Lexa ya no le costaba estar con Clarke. Seguía gustándole y seguía teniendo que controlar ciertos gestos, pero lo llevaba bien. Marcus y Abby habían formalizado su relación y Clarke al fin se llevaba bien con Marcus. Todavía no vivían juntos, pero, al igual que Lexa, pasaba mucho tiempo en casa de Abby y Clarke. Todos se llevaban tan bien que habían decidido irse de vacaciones juntos.

- Perdón por lo del champú, ha sido un poco patético- se disculpó Clarke secándose el pelo con una toalla.

- Tú eres patética, Clarke- Le respondió Lexa- Quiero decir, llevas medio pelo rosa, te pasas el día estudiando medicina y leyendo...

- Habló la de las trenzas que sólo viene aquí para robarme libros.

- Eso es mentira y además no es verdad- Clarke levantó una ceja- A veces vengo a devolverlos

- Oye, hablando de trenzas, me hechas una mano con mi pelo

- Claro

Una vez estaban todos preparados se dirigieron a la estación de tren, rumbo a la playa. No tardaron mucho, pero cogieron el tren nocturno, así que Clarke se durmió apoyada en la ventana.

- Es un angelito cuando duerme, ¿verdad?- Le susurró Abby a Lexa

- Sí- respondió Lexa dejando de mirar a Clarke.

- Lexa, sólo quiero decirte que, si por alguna casualidad, os vierais envueltas en una relación romántica...

- Pare el carro. Yo no...

- ¿No estás enamorada de Clarke? Puede que amor sea una palabra muy fuerte, pero se que te gusta.

Lexa no sabía que decir y Marcus estaba en el vagón cafetería, por lo que no podía romper el momento incómodo. Su única reacción fue agachar la cabeza.

- Te diré algo, Lexa. Clarke te quiere. No se si como amiga o como algo más. No se si ella misma lo sabe o si mantiene una lucha interna al respecto. Pero te quiere

- No diga tonterías

- Yo sólo quiero decirte que, si se da la ocasión, estaré encantada de que la novia de mi hija seas tú y no cualquier otra persona.

- Creo que usted no...

- No tengo ninguna potestad. Lo sé. Pero es mi hija y me preocupo por ella. Puede estar con quien le da la gana, eso no se le niego. Pero si te elige a tí... Sería un alivio para mí, la verdad. Eres muy buena chica.

- Se lo agradezco, señora Griffin. Pero no creo que eso pase nunca.

- Te he cogido un café, cariño- Entró Marcus.

Clexa- Polos OpuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora