Clexa- Polos Opuestos

Un proyecto

Aquella noche hubo gente que durmió del tirón. No fue el caso de Lexa. Tampoco el de Clarke.

Lexa terminó de cenar y se fue a su cuarto. El resto iban a quedarse un rato charlando, pero la morena no tenía ninguna gana de hablar con nadie. Además, Anya ya se había dado cuenta de que algo pasaba.

- ¿A dónde vas, Heda?

- No me llames así. Yo no soy Heda de nada.

- Lo que tu digas, Heda. ¿Por qué te vas tan pronto?

- No es asunto tuyo.

- Oh, venga ya. Te conozco Lexa. Se que te pasa algo. Te recuerdo que fui yo quien te ayudó a superar lo de Cos...

- No digas su nombre- Las imagenes de la muerte de Costia seguían atormentando a Lexa

- Vale, igual no conseguí que lo superases del todo, pero fui yo la que te vio llorar hasta que fuiste capaz de vivir con ello. Se cuando estás mal.

-Anya, te agradezco que hagas de hermana mayor- Anya tenía 19 años - pero ahora no me apetece hablar con nadie.

- Como quieras. Sabes que duermo en la habitación del lado. Despiértame si hace falta. Y no te tortures demasiado.

Y dicho eso Anya despareció. Lexa se entró en su habitación y miró a un pequeño rincón de su mesa en el que había fotos. Por una parte tenía la foto que le dio su padre justo antes de que lo mataran. En aquella foto salía una Lexa pequeña con su padre, ambos felices. "Lo siento papá" murmuró Lexa. En otra foto salía una Lexa de 9 años con Costia. Estaban felices, Costia sujetaba la cámara para hacer la foto mientras la morena le daba un beso en la mejilla. Una pequeña sonrisa amaneció en su rostro. Aquella foto era del día en el que empezaron a salir. La sonrisa se transformó en una lágrima al recordar que Costia estaba muerta, y estaba muerta por su culpa. "Lo siento Costia" murmuró la morena esta vez.

Lexa se tiró en la cama e intentó dormir. Pero no podía. Empezó a pensar en la conversación que había tenido con Clarke. "No. Apartale de tu cabeza" se obligó a pensar. Como no podía evitarlo, decidió leer un rato. Pero no se enteraba de lo que leía, así que dejó el libro en la mesa.

"No tendría que haber hablado con ella. Tiene razón, si estoy con Bell, estoy con Bell, aunque eso implique no estar con ella. Además, ¿Por qué iba a querer estar con ella? ¿Sólo porque la conocí aquel día en la playa? No tiene sentido. Mañana le pido perdón por lo de hoy y ya está" pensó Lexa.

"Aunque personas así no se encuentran todos los días. Es tan lista... Nos entendemos tan bien..." se dijo la morena a sí misma mientras recordaba aquel día en la playa.

"¿Se puede saber por qué diablos te preocupas tanto de lo que piense esa chica? ¿Desde cuando importa lo que los débiles piensen?"

"Ella no es débil"

"Sí lo es. Si no lo fuera le plantaría cara a Bellamy y acabaría con todo lo que le hace sentirse mal."

"Enfrentarse a Bellamy no es fácil y lo sabes. Si lo fuera no estaría metida en esto"

"¿Metida en qué? ¿En querer caerle bien a la persona que odia a la gente con la que vas? Eres igual de débil que ella"

"Estúpido subconsciente. ¿No entiendes que es imposible enfrentarse a Bellamy? Tiene un grupo de seguidores muy grande"

"Grupo de seguidores al que tu perteneces. Tu alimentas su perdición. Te odia"

"Quiero cambiarlo"

"Pues plántale cara a Bellamy. Ah no, que eres demasiado débil para ello. Como era... ah si, el amor es debilidad"

"Vete a la mierda"