CAPITULO 5.

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Narrador POV:

En lo hondo del bosque Caspian se encontraba caminando y mirando a su alrededor. Lo que él no sabía es que dos individuos lo estaban siguiendo, pero sin embargo al cabo de unos minutos de estar caminando se acabó dando cuenta de que lo seguían, aunque trató de quitarle importancia. Unos minutos más tarde Caspian se cansó, por lo que decidió hablar.

— Os estoy oyendo. — dijo dejando de caminar y dando la vuelta viendo como Buscatrufas y Nikabrik se escondían cada uno detrás de un árbol.

— Ah, yo creo que deberíamos esperar a que llegaran los Reyes. — habló Buscatrufas saliendo de su escondite, pero Caspian hizo caso omiso y comenzó a caminar otra vez. — ¡Muy bien vete! A ver si el resto es tan comprensivo.

— Mejor te acompaño. Quiero ver cómo te apañas con los minotauros. — dijo Nikabrik aumentando la velocidad para llegar a Caspian.

— ¿Minotauros? — preguntó Caspian parándose y recibiendo un sonido afirmativo por parte del enano. — ¿Existen?

— Y tienen muy mal genio. — contestó Buscatrufas cuando llegó al lado de Nikabrik.

— Por no hablar de su tamaño. — siguió Nikabrik describiendo a lo minotauros.

— Son enormes. — concordó el tejón.

— ¿Y los centauros? ¿Todavía existen? — volvió a preguntar Caspian caminando junto a los dos narnianos.

— Los centauros probablemente se pondrán de tu lado, pero a saber que es lo que podrán hacer los otros. — le explicó Buscatrufas.

— ¿Qué pasa con Aslan? — preguntó Caspian de repente dejando de caminar. Buscatrufas y Nikabrik pararon de caminar y se miraron entre ellos para luego girarse de cara al Príncipe.

— ¿Cómo sabes tanto sobre nosotros? — le respondió Nikabrik con otra pregunta.

— Historias. — respondió simplemente el Príncipe.

— Espera un momento, ¿tu padre te contaba historias sobre Narnia? — cuestionó Buscatrufas entre confundido y curioso.

— No, mi profesor... — le explicó Caspian. — Lo siento mucho, pero no deberíais hacerme estas preguntas. — dijo rápidamente volviendo a caminar. En ese momento Buscatrufas comenzó a olfatear algo.

— ¿Qué hueles? — le preguntó el enano frunciendo el ceño.

— A humano. — simplemente dijo Buscatrufas aún olfateando.

— ¿Él? — volvió a preguntar el enano señalando a Caspian.

— No... — negó el tejón señalando a sus espaldas. — Ellos.

En el lugar dónde señaló Buscatrufas apareció un grupo de soldados telmarinos que visualizaron al Príncipe y comenzaron su carrera para atrapar a Caspian y traerlo de vuelta con Miraz para que él pudiera acabar con sus crueles planes de conquistar Narnia.

— ¡Corred! — gritó Buscatrufas.

Caspian y los dos narnianos comenzaron a correr para huir de sus atacantes, los cuales no habían tardado en utilizar las ballestas que tenían en sus manos provocando así una lluvia de flechas que por el momento ninguna no había alcanzado a alguno de los tres. Sin embargo la suerte no estaba de parte de los narnianos, ya que una de las múltiples flechas logró alcanzar a Buscatrufas.

— ¡Ah! ¡Ah! — exclamó cayendo al suelo adolorido por la flecha que había impactado contra su pata trasera.

— ¡Oh no! — maldijo Nikabrik retrocediendo para ayudar a su amigo.

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2017 ⏰

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Las Crónicas De Narnia: El Príncipe CaspianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora