Capítulo 12

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Ambos padres del pelirrojo se encontraban viendo las fotos de la casa mientras los mellizos se cambiaban sus uniformes por ropa decente.

- mira - dijo la pelirroja hacia su castaño esposo mostrándole una foto de la boda de Karma y Nagisa en la cual el último estaba con vestido - nos perdimos su boda - dijo en tono nostálgico al ver aquella foto, el mayor solo la abrazó y acarició su cabellera carmesí.

Luego de unos minutos aparecieron de nuevo los mellizos en la sala.

- ya se cambiaron - anunció el castaño separándose de su esposa.

- cuantos años tienen? - les​ preguntó esta vez la pelirroja sentándose en uno de los sillones junto a su esposo.

- doce - respondieron al mismo tiempo mientras se sentaban frente a ellos.

- tienen un hermano mayor? -.

- sí - respondió la pelirroja.

- se llama Kano - completó el menor.

- niños, dónde está Nagisa? Está trabajando? - preguntó extrañado el mayor de que el peliceleste no los haya saludado o aparecido en la casa.

Los menores se miraron entre preocupados y tristes, la mayor suspiró.

- a él...Lo asesinaron hace siete años...- respondió mirando el suelo con tristeza.

Ambos mayores se sorprendieron al oír tal noticia. La pelirroja mayor llevó ambas manos a su boca en señal de sorpresa mientras unas cuantas lágrimas se hacían presentes en sus ojos.

- Nagisa...Murió...?- el castaño, por otra parte, no lo podía creer, ahora se arrepentía de haber alejado a su hijo de él tanto años.

- si...- fue lo único que respondieron.

"Nunca debí separarlos..."

~en otra parte~

"- K...Karma...Q...Que haces...?- preguntó el peliceleste al sentir la gran variedad de besos que el pelirrojo dejaba por su cuello y hombros e irrumpía bajo su camisa con sus manos acariciando su blanquecina y suave piel.

- si tengo que irme...Al menos quiero pasar el mayor tiempo posible contigo...Y hacer todo lo posible...- respondió en un leve susurro separándose de su cuello para mirarlo directamente a los ojos.

El menor lo miró un rato y luego captó la indirecta poniéndose sumamente rojo.

- voy a extrañar ese sonrojo tuyo - dijo el mayor con una nostalgica sonrisa para luego atrapar los labios del menor en un suave y tierno beso que, por lo menos esa noche, no sería el último..."

El peliceleste despertó de golpe muy nervioso.

" Por qué cuando creo que dormiré bien aparecen estos sueños...?" Se preguntó mentalmente mientras miraba alrededor de la habitación encontrándose con la incambiante pero preocupada expresión de su profesor.

- estás bien, Nagisa?- preguntó acercando un tentáculo a la roja mejilla del chico.

- S...Si...- respondió aún con su nerviosismo a tope.

- seguro? - volvió a preguntar.

- sí, KoroSensei - volvió a responder frotando uno de sus ojos y ahogando un bostezo tratando de disimular sus nervios - aún no viene Karma? - preguntó frotando esta vez su ojo contrario.

- no Nagisa, pero seguro que pronto viene, vuelve a dormir, aún pareces cansado - ordenó con autoridad.

El peliceleste se acomodó de nuevo dándole la espalda a su profesor mirando hacia la ventana.

"Sinceramente...Me da miedo cerrar los ojos..." Pensó.

"- tranquilo Nagisa, todo saldrá bien - dijo su madre tratando de calmarlo de uno de los tanto ataques que le solían agarrar estando en ese estado.

- no, mamá, no puedo...no puedo tenerlo...- el menor sollozaba mientras abrazaba sus piernas y hundía su rostro en ellas.

- si podrás, no pienses así, acaso quieres que el pequeño que llevas dentro piense que no lo quieres? - Preguntó mientras se agachaba frente a él y lo abrazaba. 

- pero...Cómo cuidaré de él? Y si me pregunta quién es su padre? Y si no me dejan tenerlo por ser menor de edad? Y si lo pierdo...?- hacia miles de preguntas cada una peor que la otra. Su madre lo miró con preocupación pero luego cambió a una pequeña sonrisa, parecía un pequeño niño preocupado, con miedo, dio un pequeño suspiro y lo abrazó.

- no digas esas cosas, podrás cuidarlo bien, yo y tú padre te ayudaremos, además también están todos tus amigos, Itona, Kayano, todos estaremos contigo - decía mientras acariciaba su cabellera celeste y el menor de a poco se calmaba al sentir la calidez de su madre."

Volvió a despertar de golpe esta vez mucho más nervioso y asustado que antes.

- ¡Nagisa! Qué pasó? - preguntó algo asustado su profesor de su repentino salto.

"¿Desde cuándo mamá me trata tan bien...? Sobre todo, ¿a que se refería con "el pequeño que llevas dentro"?" Pensó algo más calmado regulando su respiración.

- Nagisa! - volvió a llamarlo su profesor al no obtener respuesta.

- eh? S...Sí - respondió a la anterior pregunta mirando a su profesor con una sonrisa nerviosa mientras cerraba los ojos.

- Nagisa - lo llamó - tienes pesadillas? - preguntó mirándolo seriamente, a pesar de ser imposible - la forma en la que saltas de golpe y te despiertas exaltado es algo preocupante -.

El menor miró hacia abajo.

- sí...- respondió finalmente.

Mientras tanto el pelirrojo se encontraba caminando a paso apresurado hacia la habitación de su pequeño, claro, a pesar de estar apurado no perdería su postura.

Con tantos percances se le había hecho tarde. Eran las 11:45 y la hora en la que, usualmente, revisaban a Nagisa era a las 12 en punto, por lo tanto tendría poco tiempo para hablarle.

Tocó la puerta y entró a la habitación del menor encontrándose con este y su ex-profesor.

- buenos días Nagisa, buenos días KoroSensei - saludó cortésmente adentrándose en la habitación y cerrando la puerta.

- buenos días Karma - devolvió el saludo el mutante asintiendo.

- Hola Karma! - en el rostro del peliceleste se había formado una sonrisa al verlo.

El pelirrojo se acercó a él y lo besó siendo correspondido.

- lamento no haber venido más temprano...Tuve unos cuantos problemas...- se disculpó mientras se sentaba alado de su pequeño recordando a sus padres.

- tranquilo, pero, que clase de problemas? - preguntó con preocupación mirándolo al igual que su profesor.

- nada importante - mintió.

- mm...- el menor aún no estaba convencido de su respuesta.

- yo los dejaré solos - el mutante se paró y salió de la habitación dejándolos solos.

- Oye Nagisa, te quiero dar algo - de su bolsillo sacó un teléfono de funda roja - por si te aburres de noche - le entregó su teléfono y el menor lo tomó.

- gracias Karma - encendió el aparato y se sonrojó al ver una foto de él y Karma de fondo, el pelirrojo agradeció en sus adentros que no tuviera una foto de sus hijos como fondo...Sus hijos! A lo mejor y el menor ahora si recordaba algo - Karma...- lo llamó apagando el aparato y dirigiendo su vista al suelo.

- que pasa, Nagisa? - preguntó algo preocupado.

- tu... Emm... Yo... Últimamente eh estado soñando con un niño pelirrojo y de ojos de diferente color, uno es celeste y el otro dorado...- el mayor abrió sus ojos como platos y se empezó a poner nervioso - tu... Sabes de algún niño así...?- lo miró y este trató de ocultar su nerviosismo.

"Obviamente está hablando de Kano... Será que aún no lo recuerda del todo...?"

"Volviste...Nagisa" •Karmagisa• |Cancelada.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora