—Cualquiera se volvería loco... —el rostro de Stuart se enrojeció, las palabras del azabache sonaban tan honestas que asustaban.
Stu mantenía su mirada baja avergonzado, sus dedos continuaban chocando unos con otros de manera inquieta. Al notar lo homosexual que había sonado su descripción del menor, Murdoc frunció el ceño.
—En fin, quieres qué envíe un mensaje, ¿verdad? —silenció su voz un par de segundos y continuó.— Me alegro.
Si Stuart tuviese pupilas estás habrían subido hasta que sus ojos se viesen completamente blancos.
Luego de un par de minutos, Murdoc continuó hablando.
—Ya está, él no volverá a molestarte —Stuart abrió sus no-ojos y me arrebató el móvil de las manos.— Asunto solucionado, cariño. ¿Quieres que vayamos por helados?
Stuart leyó el mensaje y comenzó a escribir uno nuevo disculpándose.
es puro relleno
escribí "vallamos", kek
en el próximo se viene lo bueno(?), tal vez