El árbol y las cartas.

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Leo trato de ser cuidadoso con su primer carta, por tantos animales que lo perseguían temía que alguno se la llevara y lo hiciera pasar un mal rato. Pero llego justo a tiempo al café Ardent de su alto, entrando de inmediato, buscando con algo de prisa a su joven pareja.

- Clara... ¿Has visto a Des?

- Oh, claro, está en la cocina, pue...

Clara no pudo continuar, ya que Leo de inmediato se escabullo en esta.

- Clara te dije que nadie podía pasar – dijo en tu tono serio el pálido, pero al momento de ver entrar al moreno oculto lo que preparaba y ahora estaba detrás suyo.

- ¿Y por qué nadie puede pasar? – pregunto retándole el mas bajo.

- Por nada... - paralizado y muy nervioso no pudo decir más Des - ¿sucede algo?... hoy vienes más temprano de lo normal.

- Tal vez – el de mirada chartreuse saco un pequeño sobre de su bolsillo – es mi respuesta – un tanto sonrojado, el joven de piel pálida la tomo, jalo con una de sus manos a Leo y lo llevo a su habitación.

- Que sorpresa, porque yo ya tengo la segunda – sonrió el de mirada ámbar dando el presente ante un Leo un tanto tonto, el solo tenía la carta, mientras el mas alto, siempre tenía algo más que la carta. - ¿sucede algo Leo? – pregunto con desconcierte a su pareja.

- No sucede nada.

La charla continuo, ambos leyeron sus cartas a risas, a miradas de amor, de nostalgia y como en ese poquito tiempo todo había funcionado a la perfección, nada resultaba mal.

- "Pero supongo que eso debo dejarlo para otra carta"

Sonrió para sí Leo volteando a ver el árbol donde raramente se conocieron.

- Vamos al árbol ¿sí? – rogó con su mirar chartreuse.

- Claro – Des sonrió y ambos se sentaron en ese espacio que sin querer ya era de ellos.

- ¿Sabes? Cada que veo una nube, de la forma que sea, me acuerdo de ti Des – sonrió de lado el de piel canela – y exactamente no sé porque es así.

- Pues, lo que más me recuerda a ti Leo son las estrellas, en ellas encuentro paz y una rara forma de poder descansar.

Entre risas, chistes y uno que otro beso, estos dos estaban bien, hasta que les pasó algo peculiar pero a la vez, horrible.

Un auto, a exceso de velocidad, que al parecer no tenía frenos choco contra el árbol, haciendo que Leo por reflejo empujara a Des, quien, al ser empujado noto que Leo tal vez estaba algo más que mal herido.

Se levantó al instante, luego de recibir el shock del momento y se dirigió hacia su pareja, el cual gracias a ithis no termino debajo o en medio del auto, sino a un lado, pero más que gravemente herido.

- ¡Joder! ¡Esto no está pasando! – el de mirar ámbar saco su móvil, llamando a una ambulancia y tratando de parar la hemorragia que se le formaba en el estómago a su pareja, sin mucho éxito. – Resiste un poco más Leo.... – miraba con preocupación Des, quien, no sabía si continuar las cartas sería bueno, en una situación así.

El conductor acepto la responsabilidad, sin embargo, juraba que alguien había jugado con los frenos de su auto.

El conductor acepto la responsabilidad, sin embargo, juraba que alguien había jugado con los frenos de su auto

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Nota del Autor:

¡Hola! Empezamos con las malas noticias... ¿Verdad?

Son cosas que a veces son buenas que pasen, lo irán descubriendo con el pasar de la historia.

Coloreado de la bella mujer, Morachan.

La canción esta vez es de MUSE "City of Delusion" es lo que escuchan

Sin más ¡Gracias por leer! 

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