Cartas a Leo

Atardecer

- ¡Solamente eres un idiota más Vida! ¿Entiendes?

Tiempo abrazo con frenesí a Muerte llevándoselo de su vista, claramente era un asunto que no le incumbía, ni siquiera se tomó la molestia de despedirse, dejando a Vida totalmente molesto e indignado.

- ¡Tsk!... mi primer encuentro con Tiempo y resulto ser un Dios completamente estúpido...

Vida estaba sumamente molesto, después su rostro de preocupación regreso, pero no se lamentaría solo, esta vez decidió ir al templo de su amigo el Dios sabio.

Entonces, cuando la puerta fue abierta, un Dios lleno de vendas lo miro despreocupadamente.

- ¿Y tú que quieres ahora? – dijo con un tono no muy amable Locura.

- ¡Oh cállate!... solo déjame pasar...

Se fastidio de inmediato Vida, siendo algo nuevo para Locura, ya que siempre le seguía la broma en la puerta hasta que llegaba Sabiduría de "Aguafiestas"

El dios lleno de vendas sabía que cuando no hacía algo así, significaba que el chico "estrellitas", tenía problemas y que iba a beber una buena cantidad del bar de Sabiduría, así como lloriquear lo que le había sucedido.

- No, esta vez empiezas a sentirte mal desde aquí o no te dejare pasar – dijo con firmeza Locura, obstruyendo el paso con total seguridad de que no se quitaría.

- Joder... – el dios benefactor frunció el ceño de inmediato, mirando con total desprecio al Dios moreno. – está bien... Muerte...

- Yo no me meto en problemas de amor, ahora viene tu amigo el sabio para que te resuelva la existencia, a mí ni me metan...

Locura se deslindó del problema justo cuando escucho la palabra "Muerte", se hizo a un lado, dejando pasar a un Vida un tanto fastidiado, fue de inmediato al bar a pedir una bebida a las play boots.

- "Estoy frito" – susurro el Dios turquesa bebiendo de golpe un tequila un poco cargado.

- ¿Cómo por qué estas frito esta vez? – Sabiduría entro con un par de libros viendo como bebía el dios benefactor.

- Me metí en asuntos que no me incumben con Muerte y ahora él está en serios problemas... además, destroce a Alis Aquilae en el camino...

- ¡Joder Vida! ¿Qué hiciste esta vez exactamente? – pregunto alarmado el Dios con gafas – ten... esto te relajara, sigue explicándome, tal vez podamos solucionarlo con la ayuda de un buen plan, charla y Médico... – Sabiduría le sirvió más alcohol, escuchando cada detalle de la boca de Vida, para poder ayudarlo.

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En el Templo de Tiempo

Tiempo soltó de sus brazos a Muerte, ciertamente que a él pudiera recordarlo no solo lo reconfortaba, le hacía sentir alivio, si no fuera por eso, no sabría que hacer o como decirle lo nuevo que acontecía y no recordaba.

Aunque en algunas ocasiones el no recordar estaba bien, y eso necesitaba Muerte para poder hacer su trabajo sin percances.

- Hermanito... – comenzó Tiempo de manera suave mientras le acaricio un poco de su mejilla derecha. – sé que ahora te encuentras muy confundido, con terror, con pánico tal vez de necesitar saber quién eres, no es muy difícil ¿Sabias? Sé que tu trabajo lo recuerdas a la perfección, pero... sé que también eres un Dios que piensa como todos los demás, que necesitara compañía y que no recordara a ninguno de sus amigos... antes de asignarte tu primer trabajo con tu memoria nueva, necesito que te deshagas de algo... olvídate del dios que acabas de conocer, Vida

El rostro de Tiempo era de completa seguridad ante un Muerte un tanto confundido y no muy convencido que lo veía de cara, mientras era tomado de los brazos por su hermano, el Dios más alto y viejo de todo Ithis y Nim.

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Entre un suspiro el de mirada ámbar entro al fin a la habitación, apretó un poco del papel que tenía en su mano y empujo de la puerta de la habitación, encontrando a un hombre de piel canela perdido en el ventanal, contemplando el atardecer.

- Des, en verdad es hermoso el atardecer desde este lado de la habitación, ven, siéntate de mi lado y ve como se oculta el sol.

Con el mirar ámbar impresionado, Des siguió la instrucción y de inmediato, una escena de un Leo y un Des contemplando el atardecer frente a un ventanal de un cuarto de Hospital, se podía contemplar, parecían dos muñecos de porcelana acomodados inteligentemente en un paisaje hermoso.

- Eres como la Luna Des – sonrió con un poco de dificultad el moreno.

El más alto noto eso, preguntando de inmediato.

- ¿Te duele algo? – miro algo alarmado.

- Claro que no – dijo acomodándose un poco el moreno de mirada chartreuse – solo estoy un poco entumido por estar tanto tiempo en esta cama... extraño mis ejercicios – confeso retorciéndose en el colchón.

- Está bien – intento creerle el alto acariciando su rebelde cabello negro.

- Oh, cierto... eres como la Luna porque todas la noches que la veo, logro hallar paz, es brillante y llama la atención de todos, así como tú – Leo sonrió y un Des completamente ruborizado lo vio recordando su carta.

- Cierto... esto es tuyo – extendió la mano Des, una carta más era dada a las manos del moreno de mirar chartreuse.

Leo tomo la carta, la puso debajo de su almohada y sonrió, para contestar.

- La leeré después, voltea a verme – pidió el moreno, de inmediato Des lo miro de frente para poder recibir un beso en los labios de parte de Leo, quien lo tomo de las mejillas acariciando de ellas con mimo, Des, muy sorprendido y paralizado solo siguió el beso con los labios, eran embriagantes... tenía tiempo que no los probaba y no quería que este acontecimiento hiciera que los perdiera para siempre...

Des se aferró a las pocas ropas de Leo, mientras el moreno le mordió y también perdía de su cordura de a poco junto al pálido...

Nota del autor:

pensaba poner otro coloreado, pero meh, este me resulta lindo, créditos a Sunako Morachan <3 

haber....¿ por que no he actualizado? me estoy muriendo y posiblemente un día me ahogue en mis lagrimas :D por eso :3 

disfruten el capitulo así como yo lo hice escribiéndolo.

estrellitas del cielo, comentarios, golpes, casi todo es bien recibido pero todo es tomado en cuenta! 

gracias por la espera y por seguir aquí, si es que aún esperaban esto y lo siguen (?)