Recuerdos

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Una vez llegamos a casa, comimos la deliciosa lasaña que había preparado la abuela.
Y después cada uno se fue retirando de la mesa, para hacer el deber que le correspondía. Akram se fue a trabajar, Asher dijo que limpiaría su habitación, la abuela se encargaría de la casa y yo bueno, de los deberes escolares que tenía.
Subí a mi habitación, me encerré con llave, ya que me gusta la privacidad, tome mi celular y mis audífonos, me senté en el pequeño escritorio que tenía, y coloque los libros sobre la mesa. Abrí el primero, estaba a punto de comenzar a leer cuando algo en la esquina de la mesita me llamo la atención. Tome la pequeña caja entre mis manos y la abrí. Fotos. Fotos de mi familia, de mis hermanos, de mis padres, algunos amigos.
Tome algunas y me dispuse a observarlas detalladamente. En la primera salía mamá en una cama de hospital con un bebé en brazos, ¿quien de los tres será?, en la siguiente estaba papá en una lancha con Akram, supongo que fue un día de pesca, la siguiente me llamo la atención, recordaba ese día, estábamos mamá, papá, mis hermanos y yo en el parque un día antes del incidente.

Lagrimas comenzaron a bajar por mis mejillas.
Aún recuerdo lo qué pasó cuando desperté después de que ese maldito me sedara.
~~~
Un fuerte dolor de cabeza me despertó. Abrí los ojos lentamente para acostumbrarme a la luz. Mire alrededor, una máquina que marcaba mi pulso. Un hospital. ¿Que hacía allí?. Me puse a observar más que había en la habitación, enseguida de mi, en una mesita había un botón rojo, y había unas palabras debajo de el, pero aún no sabía leer del todo, así que, ¿que más daba si lo presionaba?, puse la mano sobre el. 10 segundos después apareció una mujer en la puerta de la habitación respirando agitadamente.

-¿Cuál es la emergencia?-. dijo, aún intentando normalizar su respiración.

-¿Emergencia?-. dije, confundía, no tenía ninguna emergencia, ¿o si?

-Haz presionado el botón rojo, es solo para emergencias. Pero no importa eso ahora. ¡Despertaste!-. dijo y corrió hacia mi, mirando que estuviera bien.

-¿Que hago aquí?-. pregunte recordando donde me encontraba.

-Oh, bueno supongo que decirte eso no me corresponde. Pero no te preocupes cariño, tu abuela viene en camino, y en cuanto llegue la traeré a que te vea. ¿Está bien?-. me explicó.

-Amm... si.- dije aún confundida.

-Bueno ¿qué tal si te traigo algo de comer eh?-. Me dijo. Y ahora que ponía atención, moría de hambre.

-Si por favor.- le dije, la señora asintió y salió de la habitación.

Más tarde entro con una bandeja, que tenía un plato con frutas, jugó de naranja y un poco de gelatina de uva.

La amable señora, permaneció conmigo hasta que termine mi comida. Después de retiró con la bandeja y los trastes sucios. Más tarde tocaron la puerta de la habitación.
Lentamente alguien la abrió, y entro. Pude distinguir que era la señora y que alguien venía tras ella. Era la abuela.

-¡Abuela!-. grité con emoción. Ella se acercó sonriente hasta la camilla. Yo estiré los brazos y ella me abrazó.

-Cariño, ¿te encuentras bien?-. me respondió con una cara de preocupación, negué. Pero, ahora que la tenía de cerca, pude notar sus ojos, estaban rojos, tal cual los míos después de que lloraba cuando caía de mi bicicleta. Fruncí el ceño.

-¿Porque estabas llorando?-. me atreví a preguntar. Ella agachó la cabeza y soltó un suspiro.

-Cariño tengo algo que contarte-. dijo con una voz quebrada...
~~~
-¡¡HARMONY!!-. la voz de Akram, que se escuchaba desde su habitación, me sacó de mis pensamientos.

-¿Que sucede?-. respondí.

-¡Llevo media hora gritándote!-. Dijo entrando a mi habitación. Rápidamente, guarde las fotos de nuevo en la caja y la puse donde estaba, el solo observo mis movimientos, sin prestarle mucha atención.

-Disculpa, no te escuché, estaba algo distraída-. le dije algo nerviosa. A el no le gustaba que recordara lo qué pasó ese día.

-Si, no importa, es solo que la abuela dijo que tendríamos que ir al supermercado a hacer las compras.- dijo y yo puse cara de disgusto. Odiaba hacer las compras. A menos que fuera a comprar ropa claro. El solo me saco la lengua y salió de mi habitación. Tome eso como tienes 5 minutos, te espero afuera.

Yo solamente tome mi teléfono, y salí de la habitación, baje las escaleras, me encontré con Akram en la puerta principal, escribiendo algo en si teléfono. El volteó hacia las escaleras, como a punto de gritar mi nombre, pero se percató de que ya estaba allí, así que solamente me dedico una sonrisa, la cual le devolví.

-Bien, vámonos enana-. Dijo. Maldito idiota. No soy enana. Tengo una estatura promedio.

-Claro, jirafa.- dije, reí bajito y corrí hasta salir de la casa y pararme enseguida del coche, esperando que el saliera y quitara el candado para poder subir.

Una vez emprendimos camino, el silencio se hizo presente, así que el aburrimiento me gano y opte por prender la radio.
Fue una gran idea, ya que nos fuimos cantando todo el camino.

Cuando llegamos, tómalo un coche y fuimos por los pasillos.

-¿La abuela te dijo que necesitaba que compremos, exactamente?-. Le cuestioné y el abrió los ojos, como recordando algo, y metió su mano al bolsillo de si jean, de allí saco un papel arrugado y me lo mostró.

-Me dio esta lista, además dijo que si queríamos algo, lo tomáramos, me dio dinero suficiente, y dijo que lo que sobrara, podríamos repartirlo entre nosotros por venir-. Dijo y se encogió de hombros. Asentí.

-Abuela money-. Dije en un susurro, pero mi hermano me escucho y soltó una carcajada. Reí un poco. Sólo por qué el se ríe muy gracioso.

Así entre risas, tomamos lo que había en la lista, y claro está lo que se nos antojaba.
Estábamos por acabar con la lista, sólo faltaba una cosa. Jamón. Teníamos que ir al área de carnicería.
Nos dirigimos a paso lento, mi hermano pidió al carnicero lo que necesitábamos y nos dispusimos a esperar a que estuviera listo.
Charlábamos alegremente de como había ido nuestro día en la escuela. Cuando alguien nos llamó.

-¿Akram?¿Harmony?-. Dijo una señora. La miramos confundidos, luego nos miramos entre si. Estaba claro que ninguno de nosotros la conocía.

-Amm... disculpe, pero,¿quienes usted?-. Pregunto Akram, y le di un golpe en el hombro, el me volteo a ver sorprendido. Mal educado.

- Oh cariño, no me recuerdan, pero es cierto, la última vez que los vi eran muy pequeños.-dijo, y yo pensé que sería alguien de la familia. Así que solo le sonreí.

-Ah, lo siento señora.- dijo Akram.

-No te preocupes cariño, y díganme ¿como están sus padres?, tengo mucho sin verlos.- dijo sonriente. Mi sonrisa se borro. Akram frunció el ceño enojado.

-¿Es una broma?, por qué permítame decirle que si es así, no nos parece gracioso, en lo absoluto.- hable. Akram me miró y me abrazo por los hombros, después depósito un beso sobre mi frente.

-No, disculpa, no sé qué ocurre, era solo una pregunta.- dijo algo intimidada.- Mi nombre es Clarisa, sé que no me recuerdan, pero fui amiga de su madre desde que éramos muy pequeñas, después de que nacieron, y se fueran del país, no he sabido nada de ustedes, pero aún conservan las facciones que tenían de pequeños, y aún recuerdo cómo jugaban todos juntos con Izza, mi hija...-en ese momento yo me congele. ¿Izza? ¿No podría ser la misma? ¿O si?. Deje de prestarle atención, escuchaba como platicaba algo, pero no entendía el que, aveces Akram le respondía, pero aún con rencor. Después vi que se despedía. Yo tan solo levante mi mano.

En el regreso a casa, solo podía pensar, ¿Sería, la hija de esta mujer, la misma Izza, que me golpea todos los días?
Solté un suspiro.
La vida ha sido difícil después de ese día...

12 horas para sobrevivir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora