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Sábado en la madrugada, 5:30am.

No sé bien si lo que me despertó fue el sonido o la sensación, el punto es que me hallaba desperezandome en la cama, intentando identificar que era lo que sentía mal en mi. No era la pequeña punzada en mi cabeza, ni el cansancio que me impulsaba a seguir durmiendo y tampoco no sentir unos de mis brazos. Era que no sentía el calor de la castaña que había dormido conmigo.

Mis ojos se abrieron de par en par al recordar ese detalle. Miré a mi lado, buscando a la menor sin encontrarla por ningún lugar, pero me calmé automáticamente al ver que su ropa seguía al pie de mi cama. Escuché unos sonidos y fue ahí donde ubiqué cual sería la segunda razón de haberme despertado. El armario dejaba pasar un haz de luz al cuarto, demostrando dónde se hallaba mi acompañante de la noche pasada.

- No, estoy bien... ¿No leíste mi mensaje? ¡Te lo dejé en la noche!... No, Mamá, no es necesario... ¡No hicimos nada! ¡Sólo dormimos juntas!...- En este punto me hallaba completamente despierta y podía oír con claridad su conversación. Reí suavemente al comprender el significado de esa llamada.- ¿¡Podrías escuchar lo que digo en vez de suponer!?... No, Mamá, supongo que desayunaré aquí, o iremos a un lugar a comer, no lo sé... Sí, cuando llegue a casa te cuento todo... Eres imposible...- Ante la última frase no pude evitar reír debido a su desesperación.- Sí, sí, sí, lo que sea... Yo también te amo, nos vemos luego.- Se despidió y yo solo esperé unos segundos para que esta saliera del baño.

Yo me había acomodado sentada en la cama, con mi espalda apoyada al cabecero, el pelo desordenado y una sonrisa algo adormilada y serena en mi rostro. Ella salió tallándose uno de sus ojos con ternura, imagen que me hizo sonreír con devoción ante la preciosa castaña que me miró mordiendose un labio, para luego desviar la mirada a sus manos unidas que sostenía su teléfono.

- Ven aquí.- Ordené con mi voz mucho más ronca por estar recién despierta y una sonrisa haciendole un señal con el dedo índice. Ella se acercó tímidamente dejando el teléfono en el camino y podía ver algo de pesadumbre.

- Lo siento, no quería despertarte...- Ella dijo con una voz muy baja debido a la pena, y a mi me dieron ganas de besarle todo el rostro.- Ayer estabas tan cansada, ¿Quieres volver a dormir?

- Ahora mismo solo te quiero entre mis brazos.- Pedí abriendolos al completo, y la castaña me sonrió con toda su inocencia y felicidad infantil.

Steph subió a la cama para luego gatear hasta mi posición y quedar sobre mi regazo, acomodándose contra mi cuello. Yo acaricé su cintura y mi cuerpo se relajó instantáneamente. Cerré mis ojos y me dejé llevar por la calma de la habitación. Estaba a punto de dormire y sabía que ella también por su respiración acompasada, cuando escuché unos golpes ligeros en la puerta y esta rechinando, anunciando que había sido abierta. Soltando un silencioso suspiro, abrí mis ojos, notando a primeras como la castaña se había dormido en mi regazo. Luego, observe a la puerta, donde Hopie y Matt me miraban algo sorprendidos. Yo rodé mis ojos, pero no me inmuté en lo absoluto de seguir dandole cariños en la piel a la menor.

- ¿Qué?.- Murmuré casi con los labios, intentando no perturbar a la castaña.

Le di una segunda mirada al aspecto a los intrusos de mi paz y tuve que contenerme de soltar una carcajada. Hopie solo tenía la chaqueta que se había puesto en su momento, el maquillaje corrido y mezclado con la pintura, el cabello rubio era un desastre y sus ojos se hallaban medio cerrados, anunciando una reseca imponente. El moreno no se veía tan mal como la rubia, pero tampoco estaba completamente sano. Tenía todos sus pelos de punta y se encontraba sin camisa, mostrando lo bien musculado que se encontraba. Sin contar las ojeras obviamente.

- "¿Dónde están las pastillas del dolor?".- Preguntó Matt entre movimientos de labios y señas. Yo señalé el piso, indicando la planta baja y más específamente, la cocina. El negó en negativa y yo solté un suspiro. Le hice una seña a Matt para que se acercase.

24 Hours.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora