8

80 2 0
                                    

- La historia de esta tarde quedará para después supongo.- Afirmó Matt mientras estacionaba cerca de la castaña que nos esperaba hablando con su amiga, ya fuera del coche.

- Cuando estemos en casa, sí. Tengo un par de cosas que contarles.

- Ahora debo acostumbrarme a oír eso ¿Verdad?.- Preguntó el moreno burlonamente, causándome una expresión altanera.

- No quiero quejas luego cuando no lo oigas.- Susurré mientras salíamos del coche.

- Yo no tengo problemas en oírlo de aquí en adelante.- Accedió la rubia al llegar a nuestro lado para caminar hasta donde estaban las damas.

- Por que eres una chismosa, Hopie.- Murmuró Matt, mirando a Hope fulminantemente a través de mi, y causándonos risas a ambas.

- Y así se vive bien la vida, oye.- Respondió la rubia entre risas.

- "La que no es puta no disfruta" dicen.- Secundé y Matt nos vió con una sonrisa landina.

En ese momento, alcanzamos al par que nos miraba divertida, ya que posiblemente nuestras risas y comentarios burlescos se escuchaban desde la otra punta.

Con solo mirar a la castaña que me sonreía plenamente todos mis problemas se desaparecieron, mi mundo pareció aligerarse aún más con esa mirada tierna y hermosa que Steph me dirigía. Nos quedamos en la distancia, sintiendo como a nuestro alrededor brotaban sentimientos y emociones profundas que aceleraban nuestros cuerpos conjuntamente. Ella era sencillamente etérea y constituía un poder tan inmenso en mi, que a cualquier persona le daría miedo, pero yo estaba ensismada en sentir y confiar, aún sabiendo que podía salir mal. La castaña era quién me parecía más selecta para esa tarea. Madura, joven, elegante, apasionada, tierna, inteligente, tenaz, profunda, confiable, segura y sobretodos esos adejtivos estaba que algo dentro de mi no podía detenerse de quererla. Sabía que no era justo para ella tener que cargar con mis errores pasados, pero lo único que podía ofrecerle era mi cariño y paciencia, y esperar que todo saliera bien entre nosotras de aquí en adelante.

Estabamos en nuestra burbuja privada, simplemente mirándonos fijamente, dejando correr esas emociones entre nosotras, e ignorando que a nuestro alrededor, tres pares de ojos se veían curiosos y al mismo tiempo burlones.

- Hola, bebé.- Pronunció Matt imitándome, mientras se acercaba a Steph, que se ruborizó y se tensó completamente cuando este le abrazó firmemente. El par de chicas que vió el momento simplemente rió. Si bien a mi me causaba risa su actuación, veía como Steph se hallaba incómoda entre sus brazos, por lo cual tomé acción.

- Suelta, suelta.- Ordené como si estuviera corriendo a una mascota.- Fuera, vais. Juege con su hermana.- Murmuré firmemente, mientras deshacía su abrazo alrededor de la castaña y tomaba esta entre mis brazos, sintiendo como automáticamente se relajaba entre mis manos que la sujetaron contra mi cuerpo firmemente.- Hola, bebé.- Susurré en su oído, mientras hundía mi rostro en su cuello. Ella rió debido a la similitud de la imitación de Matt y mi frase, y también buscó resguardar su cara en el espacio entre mi hombro y mi mandíbula.

- Hola, ¿Estás mejor?- Preguntó suavemente y yo sentí mi corazón derretirse ante sus palabras tan tiernas.

- Sí, tuve una conversación con ese par de idiotas, y nos dijimos un par de cosas bastantes emocionales, pero estoy mucho mejor que antes, eso de seguro.

- Me alegra oír eso.- Murmuró dejando un beso en mi cuello y yo me estremecí ante su contacto.

- Y también tengo muchas cosas para contarte.

- Tenemos la noche para eso.- Susurró suavemente y ese frase me supo a gloria.- Ey, quiero decirte que cualquier cosa que me digas, quiero que lo hagas por que a ti te nace hacerlo, no quiero que te sientas obligada a contarme nada.

24 Hours.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora