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Despierto y la veo junto a mí, ambas nos quedamos dormidas al ver películas de Disney. Son incontables las veces que hemos hecho esto.

Me levanto con cuidado para no despertala y hago mi café de todas las mañana.

Todos los días me pregunto cuándo podré decirle eso. No es un secreto claro está, es muy obvio, familia y amigos lo notan, sin embargo nadie se atreve a hacer algún comentario al respecto.

Tal vez es mejor dejarlo así y seguir con nuestras vidas.

Tal vez es mejor que le haga la puta pregunta de una vez.

Tal vez es mejor seguir siendo lo que somos. Amigas no, claro está.

¿Ella se preguntará lo mismo? ¿Aquella duda le comerá la cabeza como a mí?
Espero y no.

Me sobre salto cuando siento unos brazos rodear mi cuello y un cuerpo acercarse a mi espalda.

—Buen día.—le escucho decir después de un bostezo.

—Bon día.—Me giré para quedar enfrente de ella y depositarle un rápido beso en los labios. Hace tanto que hicimos eso por primera vez, aunque fueran sólo picos quedó como nuestro pequeño secreto. Uno de tantos.

—Melo.—odio mi nombre, pero cada vez que lo escucho de sus labios le comienzo a tomar un poco de cariño. Raro, no. Curioso, sí.—Hoy no tengo ganas de salir, quiero estar todo el día aquí, contigo.

—Sabes que para mi no es ningún problema.

—Entonces...—mordía su labio con curiosidad, cómo me mataba eso.—¿Puedo verte jugar con la consola?

—Claro que sí, Cadepis.

Un grandioso domingo diría yo.

******

No sé cómo llegamos a esto. ¿Por qué se nos ocurrió?

No es nada malo, a nuestros ojos.

No es nada malo que nos vistamos con la ropa de la otra ¿verdad?

No es nada malo que María esté en ropa interior enfrente mío tratando de ponerse una camiseta mía.

No es nada malo que yo esté haciendo lo mismo.

No es nada malo que esté como imbécil mirándola.

—¿Melo?.—al parecer ella notó que quedé empanada mirándola. Soltó una pequeña risa.—¿Estás bien, tía?

—Todo bien, tranquila.

—Sé que quieres besarme.- y soltó sin más. Me quedé paralizada y completamente roja. Tenía razón, sí quería, y no un simple pico.—Anda, ven, después de todo somos amigas, no es nada malo.

De un momento a otro se fue acercando de poco a poco. Cabe decir que yo estaba sentada en la cama, y ella se estaba aproximando hacia mí gateando. Traía puesta una camiseta mía que le quedaba gigante, y yo, creo que no es necesario decir como voy.

Me besó.

Sinceramente me esperaba un pico, pero no fue así, el beso se intensificó inconscientemente, perdimos el control. Lamentablemente se separó de mi mordiendo por última vez mi labio inferior.

—Un beso de amigas, ¿ves? —sonrió levantándose.—Iré a ducharme.

Y se fue.

[Me ayudaría mucho si votan y comparten, no me enojo ahre]

Friends [Melepe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora