8.Te amo.

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Era el. Entonces subi al auto.

-Vaya que eres puntual.- dije bromeando mientras me ponía el cinturón de seguridad.

-Obviamente no te iba a hacer esperar.-dijo soltando
una pequeña risa.-... Te ves muy linda...- dijo mientras me sonreía.

-Gracias.- dije sonriéndole de vuelta.-...Entonces... ¿A dónde nos dirigimos, Isa?

-Ya veras, si te lo digo no va a ser sorpresa. Seguro que has hido alguna vez.-
dijo el  mientras conducía. Seguimos charlando en el transcurso hasta que se empezaba a ver un letrero de Six Flags. Llegamos y nos estacionamos para bajarnos y entrar. Juan Pablo compro los boletos, ya que insistió en invitarlos. Una vez que entramos, vi a Isa un poco angustiado. Yo estaba ansiosa al ver las montañas rusas.

P.O.V de Juan Pablo

-¿Que te parece esa?-dijo ansiosa señalando una montaña rusa.

-Se ve divertido... ¿Vamos?- dije tratando de ocultar mi miedo. A decir verdad, se me revolvía el estomago de solo verlo.

-¿Seguro? Te veo un poco angustiado.

-Si, si, solo estoy un poco nervioso. Hace tiempo que no me subo a una montaña rusa... Eso es todo.- dije fingiendo entusiasmo.

-Mmm... bueno.- Me sonrió y tomo mi mano para dirigirnos hacia la fila. Me encantaba verla feliz. Cada vez que avanzavamos mas, los nervios me invadían más y más. Llego nuestro turno y nos sentamos en un carrito de dos. Empezamos a avanzar y llego la subida, entre en panico al ver lo alto que estaba mientras veía a Mariana alsando los brazos.

P.O.V de Mariana

Ibamos subiendo, se veía toda la ciudad, era hermoso. Levante los brazos sintiendo la brisa. Mire a Juan Pablo, se veía que la estaba pasando muy mal. Me sentía muy mal por haberlo hecho subir, lo único que se me ocurrió fue tomar su mano y sonreír para hacerlo sentir mejor. Llego la caída fuerte, y cada vez apretaba más mi mano. No parábamos de gritar, debo admitir que era muy adorable verlo asustado. Finalmente terminó el recorrido y bajamos del juego. Al bajar los dos suspiramos con alivio y yo acomode mi cabello en su lugar.

-Sabes que no habia problema en decirme que le temes a las montañas rusas, yo lo entiendo perfectamente.- dije

-Lo se, pero no quise arruinar tu emoción... Ademas, no estuvo taaan mal.

-¿Ah, no? Debiste haberte escuchado.- digo riendo. Seguimos caminando por el parque y nos subimos a unos cuantos juegos mas hasta que empezo a oscurecer. Eran alrededor de las 7 y ya estaba empezando a hacer hambre. Entonces vimos un puesto de helados, yo pedí uno de vainilla y Juan Pablo de chocolate. Entonces seguimos caminando y charlamos de nosotros mismos.
-Entonces ¿ya habías venido?- dijo
-Si, hace tiempo que no venía. En realidad estar aquí me trae muchos recuerdos de cuando mi hermano mayor, Marc, solía vivir con nosotros. Después de que se mudó a España, se a distantado mucho de nosotros. Me pone muy nostálgica, pero fuera de eso fue muy buena elección  de tu parte venir aqui. Me la pase genial.- dije sonríendo

-Me alegra que te haya gustado.- dijo sonriéndome de vuelta.-...Estoy seguro de que tu hermano los extraña mucho... Sabes, cuando me fui de casa y deje a mis padres y a mis hermanas en Bogotá, fue muy difícil para mí. No había momento en que no los extrañara. Mi madre siempre a estado ahí para mí, y mi padre ni se diga. Me aleje un poco de ellos debido a todo lo que se presentaba desde que saltamos a la fama. Seguro a tu hermano le pasa algo similar.-
-¿Tú crees?... no puedo evitar sentir nostalgia. Este verano, iremos a Madrid a visitarlo y me instalaré en la universidad, ya que ahí estudiare la carrera de oncología.
-Suena genial. De hecho, estuve estudiando administración en Bogotá por unos meses, después tuve que dejar la carrera y enfocarme más en la banda. Allá fue donde conocí a la mayoría de mis amistades. De hecho... de ahí saque mucha inspiración para el álbum... A principios de mi carrera, conocí a una chica llamada Sofía. Nos enamoramos y duramos un par de meses...poco tiempo después ella se fue, sin ningún aviso. Debo admitir que me dejo muy mal, yo era realmente vulnerable en esa época. Renunciaba a todo tipo de relaciones, no quería darme oportunidad con alguien más. Yo tenía esperanzas de que volviera, pero no lo hizo. Pasó el tiempo y con ayuda de los chicos logre superarla, pero realmente son épocas que no quiero recordar...- dijo. Podía ver cómo su expresión  de felicidad de hace rato se habia cambiado por una cara triste. Me partía el alma verlo así.

-Sabes que aquí estoy, por cualquier cosa...Me parte el alma verte así.- dije mientras lo abrazaba, pegando mi cabeza en su hombro.
-Gracias, digo lo mismo.- dijo con una pequeña sonrisa abrazándome y poniendo sus brazos en mi cintura. Despegue mi cabeza de su hombro y quedamos viéndonos de frente en frente aún con mis brazos alrededor de él. Los dos nos veíamos a los ojos fijamente. Me empezaba a sonrojar un poco, el también.

P.O.V. de Juan Pablo

Quedamos viéndonos fijamente a los ojos, yo con mis brazos en su cintura y ella tenía sus brazos alrededor de mi. No podía pensar en nada más que en lo afortunado que me sentía de que Mariana hubiera llegado a mi vida. Su sonrisa era tan reconfortante que me hacía olvidarme de todos mis problemas. Seguía viendo su rostro, sus ojos, nariz, mejillas, boca..era hermosa. Entonces nuestros rostros se empezaron a acercar lentamente, cerré los ojos y nuestras bocas ya estaban juntas. Sus cálidos labios acariciaron los míos con ternura. Me besó con suavidad ,sentí un extraño hormigueo por todo el cuerpo. Nos apartamos lentamente cruzando miradas. Teníamos la respiración acelerada. Nos acercamos otra vez y las bocas chocaron una vez más. Ella acariciaba mi mejilla con su mano suavemente, sentía el pulso a más de mil. Entonces nos volvimos a separar, ella se alejó y nos miramos fijamente mientras me sonreía. Acaricio mi cabellera con su mano, yo me sonroje muchísimo. No podía despegar mi mirada de ella.-Te amo.- pensé.

-Te amo.- dije en voz alta inconscientemente.-Huevon, que acabó de decir.-Pensé diciéndome a mí mismo. En ese momento podía sentir como me volvía a poner más rojo de lo normal.-¿Y si no siente lo mismo? ¿La incomode? ¿Lo heche a perder?- era lo que rodeaba mi cabeza en ese momento. Ella me sonrió

-Y yo a ti.-dijo con su dulce sonrisa y su mano todavía en mi mejilla. Me estremecí. Le sonreí de vuelta, quito sus brazos de mi y yo de su cintura. En eso, suena el teléfono de Mariana. Entonces tomó su celular, se alejó y contestó la llamada. En ese momento reflexione rápidamente lo que había pasado, todavía no me la creía. Era uno de los mejores sentimientos, el amor.

El Chico del Sombrero || Juan Pablo IsazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora