¡Sonríe, Ouma! (segunda temporada) /Saiouma/Oumasai/

Capítulo 3

—¡HOLA! ¡MI NOMBRE ES KOICHI SAIHARA!— se presentó el pequeño alegremente— ¡UN GUSTO CONOCERLOS!

Las niñas lo veían curiosas. Les parecía apuesto, en su perspectiva puesto a que tenían como cuatro. Los niños no prestaban mucha atención. No les importaba mucho la mirada de las chicas. Aún eran muy jóvenes para la envidia. Una pequeña niña rubia de ojos verdes miraba al niño con algo más que curiosidad. Le transmitía esa alegría que tenía con sólo estar parado allí. Parecía amable.

—Bueno, Koichi...— reía una de las dos maestras— ¿qué es lo que te gusta hacer?

—¡Me gusta golpear con mi muñeco favorito, Monokuma, a mi papá!— la maestra que se había mantenido callada lo miró con atención. Hasta fruncía el ceño. Esa personalidad se le hacía... familiar.

El salón rio, a excepción de ella.

—¿Y tu papá de qué trabaja?— preguntó. Gracias al colorido cartel que tenía a su derecha, Koichi supo que su nombre era Kirumi-sensei.

—Es detective— sonrió él— pero dice que me va a llevar a su trabajo cuando sea mayor. No sé lo que significa la "sangre" y no quiere decirme.

—Pues ese es un tema de grandes— espetó Kirumi.

 —¡Yo soy grande!— definitivamente, ese niño tenía algo que conocía muy bien, o eso era lo que la chica creía.

"¡Un momento!" pensó "¡¿Detective?!".

—Por casualidad, Koichi-kun...— todos voltearon a verla. Sabían que su maestra preferida también era la más callada— ¿tus padres se llaman... Kokichi Ouma y Shuichi Saihara?

—Ah... sí— respondió el niño confundido.

La joven de ojos rojos cayó de rodillas al escucharlo. Kirumi le preguntaba que pasaba, que si estaba bien, pero se quedó mirando con los ojos bien abiertos a su "sobrino".

—Ouma...— hasta que no aguantó más. El agua salada se encontraba esparcida por sus ojos. Los niños tenían miedo. ¿Qué le pasaba a su querida maestra? Sin embargo, ella reía también— por supuesto... no recordaba el apellido de tu idiota padre. Sólo el de Ouma. Koichi-kun, ¿no sabes quién soy, verdad?— el peli-morado negó— me lo imaginé. He estado en el orfanato con tu padre, Ouma Kokichi, por toda la vida. Un día se escapó y no tuvimos contacto con él. ¿Quién lo diría? Tienen un hijo.

—Uh...— recordó algo— ¡cierto! ¡Mami tenía una foto con una chica parecida a ti y un chico con barba! ¡Era feo!

—Kaito...— lo corrigió.

—¡Sí, decía algo como eso! Estaba escrito un mensaje. Harukawa-sensei, ¿usted es la de la foto? — ella asintió, ya sin lágrimas— ¡qué bien! 

—Tienes... la misma personalidad que él— le acarició la cabeza— si no llega a venir y en su lugar esté Saihara, por favor, dile que me perdone, a todos. A Kaito, a DICE y hasta a Rantaro y Kaede, si es necesario. Que si tiene tiempo algún día, que vuelva a casa. Sólo una vez.

— ¡Se lo diré! ¡No se preocupe!

(...)

—¡Harukawa-san! ¡Tanto tiempo!— extendió la mano para recibir un saludo cordial de su parte pero ella sólo lo levantó del cuello de la camisa mientras que Koichi gritaba: "¡Yei! ¡Papi volador!"— ¿ahora qué hice?

—¡¿CÓMO ESTÁ OUMA?!— "me lo imaginé" sonrió el peli-azul— ¡¿LE HICISTE DAÑO?! ¡¿SE SEPARARON?! ¡¿SE ODIAN?! ¡¿PERDIÓ UNA DE SUS EXTREMIDADES?!