'That boy'
-¿Todo bien? -susurre al ver que ninguno de los dos no decía nada en todo el camino.
-Sí.
-Ya dije que lo sentía. ¿Qué más quieres?
-No quiero nada. -se atrevió al menos a verme, pero luego desvió la mirada para poder estacionar el auto- hemos llegado, puedes bajarte..
-Suenas algo cortante..
-Hemos llegado, puedes bajarte. -volvió a repetir, lo mire con enojo para luego abrir la puerta del auto y salir mientras la cerraba con algo de brusquedad. Camine hacia la casa echando chispas, literalmente. Le había dicho que lo sentía, ¿Que más quería de mí? Igual, no le iba a dar el gusto. Sabía que trataba de jugar solo por no haberme comportado tan bien con él, pero me daba igual, si quiere ser así, pues que lo sea.
-¿Que hacías con el nuevo? -pregunto Liv apenas entre a la casa.
-Nada.
-Nada es poco para lo que vi, dime
-No molestes Liv. -camine hacia la cocina para tomar un poco de jugo.
-Cuéntame -me siguió, deje el jugo sobre el mesón y la mire.
-¿Porque tanto interés?
-No sé, tal vez porque es raro verte con un chico y necesito saber para aconsejarte
-¿Tu? ¿Aconsejarme? ¿Es broma verdad?
-Vamos, sabes que soy buena en el tema
-Bien. Se llama Connor y tiene tu edad, ¿Contenta?
-No, boba. Quiero saber que hacen y eso
-¿A qué te refieres? -volví a tomar el jugo.
-¿Ningún beso o te ha tocado de alguna manera? -Dios mío, casi muero mientras me atraganto.
-¿¡Qué!? ¡Claro que no! Qué horror.. estas loca.
-¿Entonces porque venias enojada?
-Por el simple hecho de que ese chico es un raro.
-¿Qué hizo?
-La primera vez que me hablo era un poco.. arrogante, pero luego fue amigable y divertido. Hoy fue otra vez amigable pero luego molestoso y termino siendo extraño -volví a tomar de mi jugo recordando lo que había pasado.
-¿Que le hiciste? -coloco ambas manos sobre su cintura.
-¿Yo? Nada. No hice nada
-Mientes, aunque no lo sepas a veces eres un poco brusca, tal vez lo fuiste con él y por eso es así.
-¿A qué te refieres?
-Oh Dios mío, tienes tanto que aprender. Chica, a lo mejor fuiste muy enojona con él y por eso se comporta de esa manera, hace lo mismo que tú, ósea, ser distante y no amigable. Lo hace para que caigas y te sientas culpable, para que te pongas en su lugar y sufras un poquito en el intento.
-Valla, no sabía que pensabas
-Ja ja, muy graciosa -me saco la lengua, aquí vamos de nuevo.
-No tengo ganas de pelear.
-El amor te ha caído
-Estas mal. Qué horror, no me lo quiere ni imaginar.
-¿Y qué harás?
-Nada. Ni que me interesara tanto, si me quiere hablar bien, sino, pues que no lo haga.
-Alejas al primer chico que se te presenta por primera vez en tu vida, que horror de hermana tengo Dios mío. Es guapo pendeja.
