UNA VENTANA A LO INEFABLE

El llanto del rio

Y si, se que lloraré eternamente, por dejarme llevar de esta manera, por haberme hecho ilusiones de algo que no es real, por haber creido en las palabras de alguien en quien había confiado ciegamente, pero ahora, ahora se que es cierto. Mi rostro, empapado por las lágrimas desesperadas de un amor que pudo haber sido y no fue, confirma todo lo que pensaba y se, que ya no volveré a sentir tus palabras de la misma forma; lo que un día fue un te quiero , ahora se ha convertido en una mutilación de mi alma, un alma rota y sufrida, que soñó contigo como su cura. Pobre y necio corazón, siento pena por él, por haber vuelto a caer en el mismo cepo del destino, y no solo por segunda vez, tantas veces fueron ya que el aliento le faltó para contar. Frente a un río me encuentro, pensando en que cada gota del agua que lleva el río está mi vida, que desembocará en un mar de muerte, y aquel cauce turbulento y sufridor, acabará reposando por fin, encontrando la paz que tanto ansiaba desde el momento de su nacimiento en las altas montañas del mundo, de la vida, de la muerte.