Las gotas de lluvia golpean mi ventana en una continua melodía ruidosa y asfixiante. Mi corazón late y siento mis pulmones llenarse de aire, la sangre hace su rutinario camino por mis vena y sonrío. Mis labios permanentemente curvados en una dulce sonrisa que mis ojos no reflejan, son el espejo de mi alma. Una esencia rota y temblorosa oculta tras un muro de color y brillo tratando de engañar al mundo de que todo está bien. Pero nadie sabe, nadie conoce pero critica. Si tan solo comprendieran que trato de sobrevivir. Me ahogo y nadie logra sacarme de este profundo océano de tristeza, ¿es este mi fin? Muerta en vida recorro un camino sin señalizar, un sendero del que conozco el inicio pero no el final.
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UNA VENTANA A LO INEFABLE
PuisiCuando el sentimiento es tan fuerte y caótico que no encuentra cabida en ninguna definición existente, dicha emoción es llamada inefable. Esta no es una historia, no tiene argumento estructurado ni personajes a los que tomar cariño. Aquí es donde lo...