III: SACRIFICIO

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Dios fue testigo que el lo intento y fracaso.

No estaba caminando por el sendero correcto, todo su entorno se desmoronaba cómo terrones de arena. Las manos le temblaban, mientras sollozos salían expulsados desde el fondo de su garganta; la sentía apretado con un nudo asfixiante. Sollozo desesperadamente.

«Estoy esperando un bebé. Estoy esperando un hijo que no es de August»Se repitió sin creerlo todavía, se sentía como una mentira cruel.

El anillo de diamantes quemo su dedo, se asqueo al mirarse al espejo. Que diría su madre si lo viera ahora, tan muerto y vacío. Río con amargura al recordar que ella no iba poder decirle nada, porqué estaba muerta. Porqué lo había abandonado a su suerte en este mundo asqueroso.

Quizá es el puto karma sirviéndole lo que se merecía, tan sólo la vida diciéndole que estaba jodido.

«Si definitivamente era eso». Pensó antes de volver a su papel de omega manipulador y egoísta. No iba perder la posición que tanto le había costado ganarse, iba ser lo necesario con tal de seguir dónde estaba y un bebé no interfería en sus planes.

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Eight months later...
(Ocho meses después)

—Creí que nunca tendrías un bebé —Se burló un parlanchín omega quien fue su amigo, hace un largo tiempo—. Nunca te imagine cambiando pañales, pero mirate ahora con esa panza, ¡Dios agarrenme que me da algo!

Louis hizo una mueca amarga antes de dar un trago a su té de menta, estaba de vuelta en Francia y eso le traía recuerdos. Pero no muy agradables que digamos.

Además la persona que tenia enfrente le hacia recordar al pasado que deseaba desesperadamente olvidar, ese pasado dónde sólo era un omega inocente y asustado de la vida. El omega se veía brillante y hermoso tal cual lo recordaba, tenia esa aura alegre y parlanchina de siempre, los ojos azules seguían estando vivos y no muertos; como los suyos.

La marca en el cuello de su amigo y la alianza de matrimonio en su dedo anular, le recordarían lo que él nunca tendría. Y el bebé que llevaba en su vientre seria un recordatorio de lo que pudo tener y perdió.

—Ya dejate de juegos, Nolan—Gruño con molestia ante las risillas del omega.

—Que formal, Tomlinson. Pero conmigo no tienes que actuar como una pequeña perra, así que de una vez escupe lo que tengas que pedirme —La risa de James cesó, antes de mirarlo duramente a los ojos—. Veo que las cosas con el alfa no salieron bien, y la ambición termino por cegarte. Es una pena con lo caliente que es ese alfa.

—Me voy a enlazar con un alfa, pero esto de aquí no estaba en mis planes —Empezo señalando al su vientre abultado—. El alfa con el quien estoy no sabe que estoy esperando un cachorro, logre engañarlo para que me pagara un viaje por Europa por once meses, antes de nuestro enlace. En es lapso de tiempo tendré al bebé y después regresaré, sin embargo no se con quien dejarlo.

La mirada que el omega le dirigió hizo que el estomago se le retorciera, el sintió vergüenza de si mismo por primera vez en su vida.

—Louis, fuiste un gran amigo. Pero esto que estas haciendo traerá muchas consecuencias para ti, al final terminaras más vacío de lo que ya estas. Lo que crees necesitar y querer ahora es solo un espejismo, un hijo nunca se abandona. Un hijo que nace de ti, es solo tuyo. Tu debes de ver por él, amarlo y cuidarlo. No abandonarlo a su suerte, como quieres hacerlo. Es cruel y quien abandone a sus hijos solo se le puede ser una basura come mierda —Habló duramente al omega castaño que se rompía en pedazos—. Tu tendrás tus razones para haber tomado esta decisión, pero ninguna lo vale. Ninguna vale lo que quieres hacer, tengo dos hijos Louis, dos mellizos. Y son lo mejor que me ha sucedido en la vida, son mi luz, mi todo. Sin ellos no soy nada.

Las lágrimas salían sin permiso de sus ojos, bajaban como cascadas para después perderse en su cuello. Las limpio con furia, estaba siendo patético.

—No todos encontramos al alfa perfecto, James. No todos tenemos el finales para siempre. Estoy asustado y siendo egoísta, pero no quiero arrastrar a este bebé conmigo, no quiero que viva en mundo rodeado de hipocresía. No quiero que vea que la persona que le dio la vida esta muerto, y sabes porque no quiero eso para este niño —Expreso con el corazón en la garganta—. Lo amo, apesar que me prometí no hacerlo. ¡Lo amo! Yo amo a este bebé, lo amo porqué es mí hijo. Es de mi alfa, aquel alfa que me entregó su alma y que yo traicione por egoísta, aquel alfa que no sabe que sera padre. Y por respeto a ese alfa maravilloso lo menos que puedo hacer por su hijo es darle una vida feliz con personas buenas.

El pinchazo que sintió en el vientre lo dejo sin aliento, las cosas sucedieron tan rápido que cuando se palpó lo ropa estaba húmeda y viscosa. La repuesta era simple; había roto fuente. Iba tener al bebé ya.

CONTINUARÁ....

 DARKNESSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora