~Capitulo 1~

10.5K 502 460
                                    

El hilo rojo del destino
¿Recuerdas aquella historia?
Dos personas destinadas a estar juntos, unidos por un fino y delgado pero irrompible hilo rojo, este se puede enredar,tensar y apretar pero nunca romper. Recuerdo como mi madre me contaba aquella historia tan irreal, siempre con una sonrisa de nostalgia en su rostro, parecía que le dolía hablar del destino y el amor pero aun así lo hacia. Me preguntaba donde estaría mi persona destinada, tal ves estaba al otro lado del mundo, o tal ves ni siquiera había nacido o posiblemente sea mayor que yo, hasta inclusive...que este muerta...

-Eren....EREN!

-¿Ahora que Mikasa? Tengo mucho sueño, déjame descansar un poco mas.

-No, es hora de levantarse, mira la hora Eren.

-Ahhhh que importa, no creo que a nadie le importe que falte el primer día.

Me oculte debajo de las sabanas y me acurruque para seguir durmiendo, por un día que falte no creo que pase nada malo, ¡tampoco es como si fuera el protagonista responsable!

-Si Eren no va, yo tampoco.

Dijo Mikasa tranquilamente y luego no se escucho nada, total silencio. Comienzo a sentir un gran peso en mis piernas, quito las sabanas de mi cara y veo a una Mikasa durmiente que comienza a subir lentamente.

-¡WowowowowOoOOOoO creo que ya se me quito el sueño jejeje! Voy a alistarme, no me esperes.

Vale Jaeger contrólate

De un salto brusco salí de la cama haciendo que Mikasa callera al suelo para luego voltear a verificar si estaba bien pero seamos realistas, es Mikasa, ¡obvio que esta bien!

-Hey no te quedas ahí en el piso pervertida.

-¿¡P-pervertida?! - su cara se torno a un rojo muy muy MUY fuerte, pareciera que saliera humo de su cabeza.

-jajajaja ve ya, yo te alcanzo en el camino.

-E-esta bien, te veo en la entrada, Armin debe estar esperándonos

Se fue rápidamente de la habitación como si huyera de algo, es mejor no darle importancia, a veces mi hermana defensora se vuelve loca y hace estas cosas, pero no me quejo, es como una segunda madre para mi, aunque aveces es demasiado...sobreprotectora...

¡Ya es tarde! ¡DEMASIADO TARDE! Mikasa tenia razón, tengo que correr.
Me lave la cara, me cambie y vestí, ¿peinarme? ¿Que es eso? ¡No tengo tiempo! y salí rápido de la casa directo a la parada de autobús.

-¡ESPERE! ¡ESPERE! ¡ESPERE!

Maldito conductor ¡Que le costaba parar un momento! Ya no se que hacer, solo me queda correr y eso haré. Agarre mis cosas con fuerza y estaba dispuesto a salir corriendo al instituto pero siento una pequeña picada en mi pecho, parece una pequeña quemada de un fuego interno, se siente...cálido...cómodo...como si fuera una señal ante algo.

Como por instinto, volteo a mirar a mi alrededor, buscando algo que no se que es, miro la acera y prosigo a empezar a correr, que raro...senti que me estaba quemando por un momento pero luego, ese sentimiento se detuvo.

Después de unas 8 cuadras, llegó finalmente al instituto, en mi vida había corrido tanto como hoy, ¡Dios! No siento mis piernas, necesito sentarme un momento y tomar algo, mi respiración esta demasiado acelerada y me siento mareado. No veía a Mikasa por ningún lado y la entrada estaba completamente vacia,  ya debieron de ingresar a clases.

-A...agua...agua

-Hey, tu, cerdo

-a...¿ah?

Un subdirector pervertido (RIREN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora