Capitulo 4

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Sentada en el tercer escalón de la entrada estaba Emma, vestida con calzas y ese suéter gigante que tenia la primera vez que la vi, una bufanda enorme enrollaba su cuello. Miraba sus manos con ternura.

-Emma..- dije a modo de saludo

-Gatito?- dijo ella y lo elevo a para que lo viera, era diminuto y estaba protegido del frio con un paño negro.

- Asi se saluda en Argentina?

Su expresión se torno seria, me miro fijo y volvió a mirar al gatito. Puse los ojos en blanco por lo que estaba por hacer.

- Por que gatito y vos no están dentro?

- La Sra Guess me dijo que los inquilinos no pueden tener mascotas, solo propietarios. Entonces estoy en la puerta y a cada uno que pasa le ofrezco a gatito, como lo hice con vos.

Me volvió a mirar fijo y una sonrisa se dibujo en su rostro, se paro lentamente hasta estar frente a mi.

-Gatito- dijo de nuevo extendiéndomelo, esta vez no fue una pregunta y me miraba suplicante.

- Primero como sabes que soy propietario?

-Tengo mis contactos- interrumpió

-Segundo no, no y no

Hizo pucheros y me miraba con ternura, sus ojos parecían negros al no haber mucha luz.

-Gatito, gatito...- decía siguiendome mientras yo entraba.

Empece a subir rápidamente y ella gritaba cada vez más fuerte.

-GATITO, GATITO,GATITO- grito interponiéndose entre mi puerta y yo.

Me tape los odios y empecé a tararear para ignorarla.

- Son dos criaturas peleando como hermanos- dijo la Sra Guess que se encontraba parada junto a las escaleras.

Nos callamos y la miramos como dos criaturas que fueron atrapadas haciendo algo que no debían. No eramos dos criaturas sin embargo nos estábamos comportando como tales.

-Liam, cuida al gato mientras le buscamos un hogar, solo serán unos dias- dijo solemnemente mientras me miraba- Emma- ahora la miraba a ella- tenes que prometer proveer de comida y ayudar a Liam a cuidarlo. Ahora, entren ahí los dos y hagan un régimen de visitas- concluyó aguantando la risa.

Emma me miro con aires de triunfo y yo rode los ojos mientras abría la puerta. Entre y me siguió. Cuando voltee a verla estaba quieta, callada y con la boca abierta.

-Qué?- dije demasiado rudo

- Es... Mmm... Como decirlo? Muy minimalista y sin embargo tenes cuadros de colores estridentes. Me gusta- concluyó mientras caminaba por el living.

Se detuvo en la biblioteca estudiando los libros que habitaban en ella. Tenia razón, era minimalista. Un living ni muy grande ni muy chico con un sillón negro y una mesa de café de vidrio. Biblioteca negra, paredes blancas. Una barra negra con dos butacas dividía cocina de living. Electrodomésticos solo blancos. Pero las paredes estaban adornadas con los cuadros que pintaba mi mejor amigo, eran coloridos y abstractos. Se sentó en el sillón y acariciaba al gatito totalmente ajena a mi presencia y al hecho de que estaba en mi casa.

- Cuantos años tenes?- pregunto sin desviar su atención del animal

- 25- conteste mientras abría la heladera- algo para tomar?- le pregunté siendo un buen anfitrión de una reunión por un gato.

- Vino blanco tendrás?

Le conteste mostrándole la botella de vino que había comprado dias atrás y seguía intacta. Serví dos copas y me senté junto a ella.

- Gracias- dijo cuando le extendí la copa- Aunque no hayas preguntado yo tengo 23, 24 el próximo mes

- Que te trajo a Irlanda?- le pregunté después de dar un sorbo de vino

Por un momento dejo de acariciar a Gatito y miro fijo la copa, la tomo, bebió un sorbo y la deposito delicadamente sobre la mesa. Me miro estudiando mis ojos y sonrió.

- Curiosidad- dijo finalmente

- Te habrás desilusionado cuando no encontraste duendes, están en el sur.

Se rio y negó con la cabeza.

- Los argentinos migran mucho, casi siempre es España o Estados Unidos. Leí un poco sobre Irlanda, me dio curiosidad y vine.

Lo dijo como si la decisión de mudarse a otro país fuera algo que se toma a la ligera, como girar un globo terráqueo, frenarlo con un dedo e ir a donde tu dedo quedo apoyado.

-Régimen de visitas- dijo mientras se llevaba la copa a sus labios.

- Te dejo al gato mientras estoy en la oficina, suelo llegar a esta hora. Llego y voy a buscarlo.

Hizo la boca a un lado pensándolo y asintió al cabo de unos segundos.

- No te caigo bien no?- su pregunta me tomo por sorpresa.

- Sos ruidosa, rara, me hablas en un idioma que no entiendo la mitad del tiempo y no entiendo porque viajaste de un hemisferio a otro.

Mientras hablaba me escuchaba absorbiendo cada palabra y estudiando mis expresiones.

- Cuando hablas tan rápido moves los ojos de manera casi imperceptible como si titilarán. Es raro- por que me contestaba con cosas como esas?- Pero creo que es mejor que asi sea, solo dos vecinos que comparten un gato.

- Fui obligado a compartir un gato, no lo olvides. Antes eramos dos vecinos, los cuales uno quería ponerle paredes a prueba de sonido al otro.

- Sos gracioso, me gusta- se levantó depositando a Gatito sobre el sillón- Chau Liam, chau Gatito- primero beso en la cabeza al animal y luego mi mejilla.

A las 2 de la madrugada no soporte mas el llanto del gato, había hecho todo lo posible porque se callara. Lo arrope con una cama improvisada en el living, luego la traslade a mi habitación, después lo subí a mi cama, le di leche, le di comida, le puse videos de gatitos maullando. Suficiente. Subí con Gatito en mi mano y la cucha en otra y golpee la puerta del 3ero A. Una Emma despeinada, con grandes lentes de ver torcidos me abrió.

-No para de llorar, no lo soporto más,mañana a las 8 tengo que estar en el centro, no puedo ir sin dormir.

-Tus ojos titilan de nuevo, siempre son tan oscuros o solo cuando estas enojado? Porque cuando te conocí eran de un azul profundo pero ahora son como negro azulado, o tal vez es porque estaba dur..

-EMMA!- interrumpí gritando sus divagues y se sobresaltó.

Le extendí al gato y la cucha y me fui.

Después de una semana Gatito no había conseguido hogar y la escena de la primer noche se repetía todas las madrugadas, finalmente hable con la Sra Guess y accedió a que Emma tuviera la custodia total del gato.

Chupetines de cerezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora