Parte tres.

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Aquí es donde Richie Tozier recordó cuánto amor le tenía a Eddie Kaspbrak.

—Tu madre nunca quería que estuviéramos contigo. —miró a Kaspbrak que aún tenía las piernas y brazos cruzados.


—Lo sé, pero ella trataba de protegerme... —no le dirigió la mirada, estaba visiblemente nervioso.


—¿De qué diablos trataba de protegerte? Si éramos muy buenos chicos. —alardeó con una sonrisa en el rostro.


—N-No lo sé, estaba loca. O al menos eso decían. —


—Vaya que lo estaba. —rió un poco.


Los Perdedores se encontraban en Los Barrens, pensando en qué hacer cuando las vacaciones llegaran.

Richie habló.


—Eds y yo iremos a ver una película, ¿Cierto amor?. —rodeó su cuello con una enorme sonrisa, gustaba de molestarlo. Los demás chicos miraron a Eddie, esperando una respuesta.


—Idiota, deja de decirme a-amor. —quitó su brazo, aún seguía enojado por aquél incómodo momento.


—Yo iré a la biblioteca, tal vez ahí Bowers y los demás no me molesten. —habló quien más tarde construiría el edificio de la BBC.


—¡Qué suerte tienen chicos!. —exclamó Bev y agregó—: Yo me quedaré limpiando y alimentando a mi padre.


—P-Pues va-vaya sue-suerte Beverly... —habló Bill el Tartaja.


—Trataré de encontrar nuevas aves para mí libro. —susurró Stan el Galán.


Y así siguieron hablando, olvidándose de que el sol ya comenzaba a ocultarse.


—Chicos debo irme, m-mi madre se enojará si no llego a tiempo. —


—El gran Richie te protegerá de esa bruja. —exclamó con aires de superioridad. Hubo un pequeño silencio, hasta que todos comenzaron a reírse.


—No estoy para chistes Richie... —


Los chicos se fueron de ahí, el primero que dejaron fue Eddie. Su madre se encontraba frente a la puerta, mordiéndose las uñas, claramente estaba preocupada.


—¡Eddie! ¡Cariño!. —corrió hacia el chiquillo que ya estaba próximo a la entrada y le abrazó, Eddie sentía tanta vergüenza—: No quiero volverte a ver con esos vagos.


—Mamá pero si son mis amigos. —reclamó aún avergonzado.


—¡A tu madre no se la da peros!. —


Richie contenía la risa, el resto de integrantes seguía hay, hasta que madre e hijo se adentraron en la casa.


—¡Adiós amorcito!. —gritó a todo pulmón a pesar de que su madre estuviera ahí, poco le importaba, de verdad amaba a Eddie. Abrió la boca para decir alguna otra "tontería" y Stan se percató.


—Beep beep Richie. —dió un ligero golpe a la costilla de Richie, lo cual le hizo callar.


La madre del pequeño Eddie no hizo más que callar y entrar indignada.


Lo sé, este capítulo es mas relleno que nada. Pero tengo un bloqueo,  lo siento; bai.



シエムプレ テ アマレ (Reddie).Where stories live. Discover now