Capítulo 8

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Como el ascensor era de cristal, pude ver la sala de espera en su totalidad hasta llegar a la 3 planta, en la cual se detuvo. Aquel hospital era realmente grande, ya que incluso había una barandilla al lado del ascensor por la cual, si te asomabas, podías seguir viendo la sala de espera. 

Comencé a caminar hasta llegar a unos carteles que había pegados a la pared, los cuales indicaban qué números de habitaciones había en cada pasillo que podías elegir. Busqué con el dedo hasta encontrar el número 321: era la última del primer pasillo. Me moví dos pasos a la derecha y me adentré en aquel corredor.

Había muchos médicos caminando e incluso corriendo por este con bastante prisa y muy ajetreados, supongo que tendrían muchas cosas que hacer. 

Casi me choqué con una mujer que llevaba un carro enrome lleno de bandejas con la comida de los pacientes, eso hizo que mi bolsa estuviese a punto de caer el suelo de no haber sido por mis rápidos reflejos, ya que la pude agarrar de nuevo velozmente. La estreché contra mi pecho con bastante cuidado para asegurarme de que aquello no volvía a ocurrir.

Tras haber pasado por todos aquellos médicos realmente ocupados pude seguir recorriendo el largo pasillo sola. Había gente sentada en los sillones que estaban colocados junto a las entradas de las habitaciones. La gran mayoría de personas tenían expresiones preocupadas en el rostro, y muchos de ellos trataban de ocultar su rostro llorando. Me sentí muy mal por toda aquella gente.

Me detuve frente a la puerta blanca que tenía un cartel azul de cristal al lado de esta en el cual se podía ver un gran 321 escrito con un papel en una esquina que tenía el nombre del paciente: Lee Jeno pude leer. Llamé dos veces a la entrada.

-Adelante -pude escuchar desde su interior.

Abrí esta lentamente y pasé a su habitación. Las paredes eran ventanas por las cuales se veía todo Seúl. Había un baño con la puerta entreabierta a la derecha. Seguí avanzando y cerré detrás de mí. Me detuve a los pies de su cama  y sonreí tímidamente.

-Soy yo -le saludé con un leve movimiento de mano sin saber cómo iba a reaccionar al verme.

-Ho... hola -me correspondió un tanto confuso-, ¿por qué has venido? 

-Quería ver qué tal te encontrabas. Estaba preocupada, él otro día no fue agradable ver lo que te ocurrió y he venido para ver si estás mejor -le expliqué.

-Gracias... creo -asintió con la cabeza-. Pues la reacción empeoró, ahora tengo que estar aquí ingresado como mínimo dos semanas para que mi aparato digestivo se pueda recuperar -me explicó bastante desanimado.

-¿Te han venido a ver tus padres? -él asintió con desgana.

-Pero ya se han marchado, no pueden venir aquí todos los días, y si vienen están muy poco tiempo, por lo que me paso el día solo.

-Sonríe: te traje algunos dulces que he comprado para alegrarte -coloqué la bolsa sobre su mesilla y acerqué una mesa que había a su cama situándola frente a él para que tuviese las galletas y los cupcakes delante de él.

-¿Y esto? -preguntó sorprendido cuando vio lo que comenzaba a sacar de la bolsa-... ¿por qué lo has comprado?... No lleva sandía, ¿no?

-No, puedes estar tranquilo -reí negando con la cabeza-. Lo compré como forma de disculpa y porque tenía hambre.

-De acuerdo -se acomodó en la cama tras elevar la parte de delante para sentarse.

Comenzó a observar las galletas de los Kakao Friends y me miró sonriendo.

-Son mis favoritos -me encogí de hombros.

-A mi me encantan Ryan y Apeach -asintió mientras cogía una galleta del melocotón-... ¿En serio esto no lleva sandía? -dudó antes de llevársela a la boca.

-¡Que no!, me he asegurado de eso... Tampoco es que te quiera matar a base de sandía.

-Lo dudo -bromeó él.

-Sí, me has descubierto, soy una asesina en serie que te va a matar con dulces de sandía-dije irónica y ambos comenzamos a reír-... Cómete eso ya que no te va a pasar nada.

Él asintió y se lo comió enseguida con dos bocados ya que no eran muy grandes las galletas. Le miré arqueando una ceja para demostrarle que aquello no tenía sandía. 

De repente, comenzó a toser justo como el día anterior, haciendo que me alertase. "¿Otra vez?" chillé en mi mente. Corrí hacia él y comencé a darle leves golpes en la espalda para ver si se le pasaba.

-Llamaré a un médico -caminé hacia la puerta lo más rápido que pude y justo cuando coloqué mi mano sobre el pomo comencé a escuchar una risa.

Retrocedí y le vi tendido en la cama mientras se reía. Abrí los ojos exageradamente y me acerqué a él dispuesta a darle un golpe.

-¡Te lo has creído! -me señaló con el dedo.

-Ayer te pasó esto mismo, es más que obvio que me preocupe, no quiero causarte otro ataque -me dejé caer sobre el sillón que había al lado de su cama mientras resoplaba.

Le fulminé con la mirada mientras él seguía sonriendo y comía otra galleta de las que había traído.

-Están buenísimas estas galletas... eh... ¿podrías recordarme tu nombre? 

-La que te va a matar con una sandía -me incorporé acercando mi asiento a la mesa para coger también galletas y cupckaes-... Park ______.

-De acuerdo, ______: estas galletas están buenísimas -se llevó la tercera a la boca. Giró su mirada hacia los cupcakes que había al lado-... ¿Esto tiene sandía?

·♥·

No sé qué decir xd <3

P.S: ALGUIEN MÁS AMA EL COMEBACK DE EXO Y DAY6?!?!?! SON LAS COSAS MÁS HERMOSAS QUE HE VISTO NUNCA!!! ;u;

Chewing Gum [Jeno & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora