Capítulo 23

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·22 de diciembre·

Pulsé el botón con una "B" puesta para descender hasta el portal de mi edificio. Las puertas se cerraron y noté cómo este empezaba a bajar. Mientras tanto, aproveché ese tiempo para revisar mis bolsillos: teléfono, cartera, llaves... y chicles. Sí, lo tenía todo.

Salí de este y abrí con ayuda de mi fuerza la puerta del portal, de tal manera que el todo el frío entró en el interior del edificio. El Lotte World no estaba muy lejos de mi casa, por lo que podía llegar hasta ahí caminando.

Estaba un tanto nerviosa, ya que había sido Jeno quien me había invitado a ir con él. En estos últimos meses él se había convertido en una persona realmente cercana a mí y con la que sentía que podía compartir cualquier cosa sin que me juzgase. Y él igual. Para ser sincera, cada vez me gustaba más pasar tiempo con él y quería verle.


-¡Jeno! -corrí hacia sus brazos al verle en la entrada. Le di un fuerte abrazo que él me correspondió.

-¡______! -exclamó mi nombre en cuanto me vio aparecer. 

Me agarró una mano y me puso una entrada del parque sobre la mano. Sonrió.

-Ya las he comprado yo por los dos -me dijo.

-Jeno, no hacía falta, espera que te de el dinero de la entrad... -empecé a decir, pero me interrumpió.

-¿Vamos dentro? Quiero patinar en la pista que hay. Dicen que luego te dan chocolate caliente en la cafetería -me dio a entender que no era necesario que le diese el dinero.

No me gustaba que Jeno me pagase siempre las cosas, aunque él insistiese, me sentía en deuda con él.

De un tirón me sacó de mis pensamientos y me metió dentro de la puerta giratoria. Antes de que me diese cuenta, estábamos caminando juntos y su mano estaba rodeando mi hombro. En lugar de dirigirnos a la taquilla para comprar las entradas, seguimos recto y yo corrí para asomarme a la valla que separaba la inmensa pista de hielo del mármol del suelo. Al ser por la noche, solo iluminaban las luces de aquel lugar y la luz de la luna que se colaba por la cristalera del techo.

-¡Rápido, ______!, ¡ven aquí! -giré mi cabeza y vi le vi con dos pares de patines colgando de las manos. 

Me dirigí hacia él y le quité el par blanco para ponerme estos. Estaba tan nerviosa que me costó bastante atarme los cordones. En cuanto terminé, me incorporé y caminé junto a Jeno hacia el interior de la pista.

-Me da cosa entrar -dije quedándome fuera.

-¿Por qué? -protestó él ya dentro de ella.

-De pequeña me caí y me hice mucho daño -reí levemente.

-Dame la mano -me tendió esta para que me agarrase-. Patinaremos juntos para que no te caigas, ¿de acuerdo? Y si alguno se cae, nos caemos los dos. Confía en mí.

Suspiré y terminé por acceder. Agarré fuertemente su mano y entré al interior de la pista con cuidado de no resbalarme. Jeno me apretó esta para que no pudiese separarme mucho de él ni salir de nuevo. 

Antes de que colocase el segundo pie sobre el hielo, él ya había empezado a moverse sin avisarme mientras reía.

-¡Mierda, Jeno! -exclamé casi cayéndome, pero pude incorporarme con un brusco movimiento de bazos y espalda.

Apenas hablamos mientras estábamos patinando porque en silencio ambos estábamos a gusto. Era cierto que en algún momento me costó mantener tanto la marcha como el equilibrio, pero Jeno estuvo en todo momento a mi lado ayudándome a incorporarme al ritmo de nuevo.


-¡Ah! -me quejé frotando mis pies con mis manos para darles calor una vez sentada en la barra de la cafetería que había al lado de la pista. Las botas que llevaba me ayudaban a calentar mis pies al menos-. Necesito algo caliente ya.

-He pedido chocolate caliente para los dos -me dijo apoyado en la barra-. ¿Te apetece? Si no pido otra cosa para ti.

Negué frenéticamente con la cabeza, eso era lo que mejor me vendría. No pude evitar sonreír mientras miraba a Jeno a sus ojos oscuros. Él me devolvió la mirada.

-Tienes la cara fría y los mofletes rojos -dijo cubriendo estos con sus manos con guantes.

-Lo sé... Oye, Jeno, tú patinas muy bien, ¿dónde aprendiste?

-Todos los años mi familia se va a una estación de esquí en invierno por Navidad, y desde pequeño es algo que me llamaba la atención, entonces me paso los inviernos patinando cuando vam... -me explicó, pero se detuvo cuando llegaron las bebidas acompañadas de un trozo pequeño de tarta blanca.

-Mira, prueba esto -partió un trozo pequeño con el tenedor y lo empezó a aproximar a mi boca para que lo comiese.

Antes de que pudiese probar aquello, él se adelantó y en lugar de posar el trozo de comida en mi boca, posó sus labios. Me quedé bloqueada.

Jeno me estaba besando.

Sus finos labios eran tan dulces como él. No fui consciente de lo que hacía, tan solo sé que le seguí sin importar las miradas de las personas que teníamos al rededor y lo que pudiese pensar la gente de nosotros. En ese momento tan solo pude pensar en Jeno.

Noté algo en mi estómago. Estaba nerviosa, muy nerviosa, demasiado nerviosa.

Pero aquella sensación era algo que llevaba esperando bastante tiempo.

·♥·  

AY POR FIN TE BESASTE CON JENO THWRTLWRTHEWTVUILKYVH Qué se siente??? Cuéntame 7w7

Vale, siento no poder publicar tan seguidamente como antes, estos días aprovecharé para escribir muchos capítulos y poder irlos publicando a lo largo de la Navidad y esas vainas xd

P.D: AMO instagram de DEAN!!!! Osea matadme pls *u* DEAN es uno de mis mayores crushes y estaba planeando hacer un fic con él, qué os parece la idea??? 


Chewing Gum [Jeno & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora