Capítulo 15

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Antes de poder comenzar a masticar lo que me acababa de llevar a la boca, Jeno ya se estaba riendo por lo que había dicho yo antes, así contagiándome esta y haciendo que me costase mucho más tragar.

-Ahora te mueres tú -él me dio unas palmadas en la espalda, ya que había empezado a toser de una manera un tanto violenta.

-Recuérdame que no vuelva a comprar más dulces cuando venga aquí si no queremos morir atragantados -me acomodé de nuevo en uno de los lados de la cama de Jeno, el más próximo a la mesa, ya que me comenzaba a caer.

-¡No! -protestó él con un tono infantil que había puesto a propósito-... ¡A mí me encanta que traigas esto! -señaló con el dedo índice la bandeja con las migas de las galletas y las tartaletas.

-Me voy a quedar pobre a este paso -le dije mientras sonreía-. Además, el dinero que me dan mis padres para la cafetería de mi colegio es el que uso ara comprar l...

-¿Qué? -me miró sorprendido ante lo que dije-. No hagas más estupideces y come con el dinero que te dan tus padres, no pasa nada si no traes nada. Es mejor que tú comas. Mira -comenzó a mirar por la habitación buscando algo. Señaló su mochila con el dedo índice-... ¿me la podrías traer?

-Supongo.

Enseguida me levanté de la cama y me dirigí hacia donde él me había indicado. Poco tardé en coger su mochila y regresar a su cama. De nuevo, me senté a un lado de esta, justo donde estaba antes y le di lo que me había pedido. Me lo agradeció con una dulce sonrisa. Cada vez que lo hacía realmente parecía que sus ojos también lo hacían. 

Rápidamente la abrió con un tirón a su cremallera y comenzó a buscar entre los muy escasos libros que tenía. La mirada se le iluminó cuando encontró algo al final de esta, por lo que tuvo que meter el brazo hasta alcanzar ese algo. Poco tardó en sacarlo de nuevo: tenía una cartera en la mano.

-Aquí tienes -sacó 35.000₩ del interior de su billetera y los colocó sobre mi mano-. Gasta este dinero en la pastelería esa y no tu dinero; tú tienes que comer, a mí al menos me dan ya.

-Jeno, no puedo aceptar esto... Es mucho dinero y no quiero que te gastes tanto -le dije devolviéndoselos.

-No pasa nada, ______: tú has estado pagando estos dos días por los dos, lo menos que podría hacer yo es darte esto -insistió en darme aquel dinero.

-Lo aceptaré... pero... -comencé a decir antes de que él me interrumpiese.

-Gástate el dinero en lo que quieras -asintió con la cabeza al ver cómo me acercaba a mi mochila para sacar mi billetera y guardar ahí dentro el dinero.

-De verdad que no sé cómo darte las gracias, Jeno -como acto involuntario le di un abrazo, el cuál el me correspondió con una sonrisa.

Me separé de él y le miré de hito en hito con una sonrisa.

-¿Pero por qué me lo das? Apenas nos conocemos, ¿tanto confías en mí como para darme esto?

-Lo sé, pero no has robado nada de lo que has estado trayendo estos días porque he visto los tickets en la bolsas, y eso quier decir que tú lo has pagado con tu dinero... Es mi manera de dar las gracias por todo.

Sonreí tontamente, pero tras darme cuenta de eso, zarandeé la cabeza bruscamente para volver a la realidad. Mi comportamiento hizo que Jeno sonriese.

-Mañana no haces nada, ¿no? -le pregunté.

Él arqueó una ceja tras escucharme.

-Te dije que tenía que estar aquí dos semanas. Hasta el miércoles que viene no me dan el alta.

-Te estaré visitando cuando puedas, pero no puedo estar viniendo aquí todos los días, lo siento -me encogí de hombros.

-No te disculpes por eso, es normal, tú también tienes cosas que hacer. Además, podemos hablar por Kakao Talk -buscó una solución-, te di mi número ayer.

-Sí, es verdad -saqué mi teléfono del bolsillo de mi mochila y abrí la app de mensajería para buscar su contacto y enseñárselo.

-Pero nunca me respondes -protestó él apoyándose en la cama, ya que la parte de delante se había erguido por lo que le servía de respaldo. Giró la cabeza en una dirección contraria a mí para no mirarme.

-Es que me los mandas en los momentos menos oportunos. Me mandaste hoy un mensaje en pleno examen de matemáticas, Jeno -le respondí empleando un tono obvio.

Se disculpó con una sonrisa.

-Pero yo no sabía que tenías un examen, ______ -se defendió.

-Ex'Act, y como no lo sabías no te puedes enfadar conmigo porque no es mi culpa que los profesores no nos dejen usar los teléfonos durante el examen. ¡Qué raro!, ¿no? No tienen corazón los profesores, ni que fuésemos a copiar todos como locos -dije irónica.

Él bufó riéndose tras haberme escuchado.

-¿Te gusta el Kpop? -sonrió mientras se colocaba mejor sobre su cama y se apoyaba sobre el colchón hecho respaldo.

-¡Sí, me encanta! -exclamé alegre-... ¿Cómo lo has sabido?

-Porque Ex'Act es un álbum de EXO -rió él-... ¿Cuál es tu grupo favorito?

-¡______!, me encanta su música y su todo -respondí pensando en ell_s.

-Aquí tenemos una pequeña fangirl -rió él mientras me acariciaba la cabeza-. Ya pasó, ya pasó.

Ambos comenzamos a reírnos tras la tontería de Jeno.



Chewing Gum [Jeno & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora