Tras varias horas sentada con la mirada perdida,decidí volver a casa. Fui directa a mi habitación y me metí en la cama sin cambiarme siquera de ropa antes. Pase la noche sin poder dormir mirando un punto fijo en la habitación. Al día siguiente me levanté y me di una ducha para despejarme un poco. Para mi suerte,San ya se había ido a trabajar por lo que no tendría que molestarme en contar lo sucedido ayer. Juro que con solo pensarlo se volvía a producir el irremediable dolor en el pecho. Al llegar al recinto del concicerto,entré como si nada ignorando a todo el que pasaba por mi lado y dirigiéndome a trabajar directamente. Mantener mi cabeza ocupada era lo único que podía hacer y lo haría sin dudarlo. No paré en varias horas,trabajé y trabajé sin descanso hasta que alguien se posicionó detrás mio haciéndo que me sobresaltara.
-Pensaba preguntarte que te pasa cuando parases de trabajar pero como veo que no paras,he decidido venir yo...
-¡Liam! Que susto...¿Pasarme?¿A mi? Nada ¿Por qué lo dices?
-Porque nunca estás tanto tiempo sin hacer bromas o sin ir a comerte medio bufet con Niall,es raro-hizo una pausa-Además,Harry también está raro,no quiere hablar por lo que he deducido que...
-Ya,imagino que has deducido que es por mi culpa ¿no?
-No,no,yo no he dicho eso solo que siempre estáis juntos y de aquí a hace unos días nada...No hay que ser experto para saber que algo pasa y antes hablando con los chico Mich dijo que ayer quedásteis y que lleva buscándote toda la mañana pero que le rehuyes y no puede preguntarte nada. ¿Qué pasa Ari?
-Nada Liam,no pasa nada. Solo yo siendo yo. He metido la pata y el cabezota de tu amigo no quiere hablar conmigo.
-Búscale,habla con él,insiste. Es cabezota pero por sus arrebatos de niño. Hazme caso,le importas-me dio un abrazo que se notaba a distancia que necesitaba,me guiñó un ojo y se marchó contestando una llamada. Sin duda alguna,Liam tenía razón y yo tenía que enfrentar a Harry.
Fui a buscarle dedicida e intentando calmar mis nervios. Sala común,escenario,camerinos...Nada. Seguí buscando hasta que,a lo lejos, divisé su inconfundible pelo. Estaba andando hacia mi con el teléfono de la mano. Al levantar su vista y verme,su mirada se tornó seria y fría y mis nervios empezaron a crecer más y más. Justo cuando lo tenía a escasos pasos e iba a articular un "¿podemos hablar?" El apartó la vista y,como si no exisitiera,siguió andando. Me había ignorado,había hecho como que no exisitía...Dolia,dolía mucho. Sin poder remediarlo una lágrima escapó de mis ojos pero la sequé rápido. El día siguió normal al igual que los tres siguientes. Sin hablar con casi nadie,Harry ignorándome,sin dormir,la gente preocupada...Realmente me dolía esta situación pero no tenía ni ganas, ni fuerzas como para dar explicaciones. Al quinto día en el que Harry ni me miraba,me empecé a acostumbrar a ignorarlo yo también. Para consolarme pensaba "Tranquila Ari,es como al principio cuando no os soportábais" Pero no servía. Al terminar de trabajar, decidimos cenar todos en la sala común. Todos menos Harry claro. Yo intentaba normalizar las cosas pero su único propósito era ignorarme y yo,no iba a impedirselo. La cena pasaba entre risas y bromas y a mitad de esta, la puerta se abrió dejando ver a Harry y a Kendall. Mi expresión cambió totalmente al igual que la de todos que me miraron. Vinieron directos a los sofás y se sentaron junto al resto del grupo,quedando frente a mi.
-¿Estás bien?Si quieres podemos irnos
-Tranquilo Jack,está todo bien
No pude volver a reirme como antes ya que estaba notablemente incómoda. Sabía que Harry hacía esto para molestarme y aunque intentaba apartar la mirada,me era imposible al igual que aquel día en el restaurante.
-Mírala como le mira,será zorra
-Chhss San,baja la voz-dije en un susurro
-Pero es que miralá,se cree importante y una diosa y no,es una pu...
