Entre Lágrimas y Risas [Luaggie] [Terminada]

La Llamada

Un Fanfic de The Loud House

"Entre Lágrimas y Risas"

Capítulo 2: "La Llamada"

Una vez transcurrido el breve lapso de tiempo propuesto por Lori, el cual fue aprovechado por Lincoln y sus hermanas para levantar la mesa y lavarse los dientes; todos ellos, con la eventual excepción de Luan, tomaron un lugar cómodo alrededor de la habitación para sentarse y discutir la nueva problemática en la familia que asolaba a uno de sus integrantes.

—Gracias a todas por venir. —Dijo Lori, aclarándose la garganta—. Estamos aquí reunidas para discutir acerca del "Luan Gate".

—Eh... ¿Hola? —Lincoln hizo notar su desazón al sentirse excluido—. Quisiera recordarte que yo también estoy aquí...

—Ah.. Sí... "Las Asombrosas Chicas Loud ft. Lincoln..." Cómo sea... —Se mostró indiferente, ocasionando un claro malestar en su hermano menor—. Necesitamos averiguar y pronto, qué es lo que le está sucediendo a Luan.

—¿Y por qué no simplemente le preguntan a ella directamente qué es lo que le ocurre? —Sugirió Lincoln.

—No es tan fácil, hermano. —Luna intervino—. Verás... Luan no es exactamente la persona más abierta a la hora de contarle sus problemas a otros. Incluso a mí, aún compartiendo habitación con ella, a veces se me dificulta entenderla. En la mayoría de las veces, ella trata de maquillar esos problemas con chistes o bromas pesadas. Pero cuando hace lo totalmente opuesto como ahora, significa que las dificultades que atraviesa son realmente graves.

—¿Ahora lo entiendes, Lincoln? —Lori prosiguió—. Literalmente, no podemos arriesgarnos a que la plaga se extienda. Tal vez tú no sepas esto, pero las hermanas al nacer firmamos un contrato silencioso que estipula que siempre estaremos ahí para apoyarnos en las buenas y en las malas. Así que ahora díganme... ¿Tienen alguna idea?

—No lo sé... ¿Gases? —Dijo Lynn.

—¿Gases? ¿Es enserio? ¿Eso fue lo mejor que se te pudo ocurrir? Albert... Por favor... Perdona a estos simples e ignorantes homo sapiens. —Lisa le recriminó, golpeando su propia cara con la palma de su mano para demostrar su hartazgo—. Es obvio que nuestra hermana sufre de un trastorno del estado anímico y transitorio, caracterizado por manifestarse a través sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos que ofrece la vida cotidiana. —Un gran silencio se produjo en medio de la habitación por escasos segundos—. Ósea, que Luan está atravesando por un agudo caso de depresión.

—¿Depresión? —Leni se mostró consternada—. Pobrecita Luan. ¿Qué razón tendría para estar depresiva? Sabía que debía haberme reído del chiste que me contó la semana pasada.

—Podría deberse a distintos factores tales como el estrés académico, subida exponencial de peso, mostrar inseguridad con respecto a su aspecto físico, falla crónica de la capacidad para conciliar el sueño, el repentino apego fraternal hacia una persona cuyas líneas de sangre con son compartidas, siendo esto producto de las siempre necias emociones humanas. O inclusive, la llegada del ciclo menstrual o, como ustedes suelen llamarlo, de "Andrés"... Pudo haber sido el detonante que justificaría su más reciente e inusual comportamiento.

—¡Aguarden un segundo! ¡Eso es! ¿Qué acaso no lo ven todos? —La consternada expresión en el rostro de Lori cambió repentinamente, siendo reemplazada por una de completo éxtasis.

—¿El cartero causó la depresión de Luan? —Lana preguntó de forma inocente.

—¡Exacto! —Exclamo, justo antes de replantearse sus ideas—. ¿Qué...? ¡No...! Es decir... ¿Recuerdan lo que ella estaba haciendo en la mesa además de comer? Se encontraba texteando con su celular sin ponerle atención a su entorno. Lo mismo me ocurría a mí cuando Bobby y yo comenzamos a salir y a mandarnos mensajes de texto. Bueno... Técnicamente aún sigue ocurriendo.