7

14.6K 1.1K 5
                                    


Catherine

Después de esa noche con mi mama en donde por primera vez me sentí cercana a ella comencé a organizarme para mi vida en la ciudad de los Ángeles. Encontré un bonito y económico estudio en Main y la 4ta muy cerca de las oficinas de la empresa O'hare el alquiler era bastante económico y las fotografías mostraban un estudio amplio y luminoso. Estaba en un décimo piso y la vista de la cuidad era preciosa. Así que hable por skype con la chica que lo alquilaba. Se llamaba Wanda y el estudio era de su hermana que estaba en Europa estudiando por al menos dos años más. Ella vivía en el mismo edificio pero en un apartamento más grande que compartía con su novio. Intercambiamos datos y quedamos que al otro día iría a verlo, lo mejor de todo era que ya estaba totalmente equipado y solo tenía que comprar cosas menores.

Mi madre insistió en una tarde de compras, y en algo tenía razón, debería dejar mis jeans y camisetas para trabajar en una oficina y necesitaba un nuevo atuendo o varios para combinar y encajar entre los oficinistas. Después de una agotadora tarde de shopping llegamos a casa de mi madre con unos diez conjuntos entre faldas, vestidos, pantalones y chaquetas combinables. Además de varios pares de zapatos y ropa interior nueva que mama me obligo a comprar. Actualice mi maquillaje y me dejó recortar las puntas y entresacarme el cabello para que fuera más manejable y menos pesado. Los Ángeles tenían una temperatura de primavera casi todo el tiempo así que la ropa era elegante pero liviana.

Al otro día me reuní con Wanda. El apartamento era todo lo que había visto en fotos y más. Amplio y luminoso, el área de la cama estaba separada de la sala con una pared estilo japonés que se corría y estaba hecha de vidrios esmerilados, en el salón había un aire acondicionado moderno. Unos sofá muy cómodos con una mesa de café daban justo a la vista del balcón en la ciudad y el balcón también amplio tenía unas sillas de campo con su mesa. La cocina era pequeña pero primorosa y con todo lo que hacía falta desde el refrigerador hasta una cafetera, último modelo que no parecía usada. Wanda dijo que se la regalo a su hermana para un cumpleaños pero ella era adicta a Starbucks y jamás se usó.

el baño era hermoso, amplio con bañera y ducha. 

Una pequeña barra dividía la sala de la cocina que servía también de mesa y en la parte del costado un lavadero con secarropas a mi disposición. Luego de tomar un café en su apartamento ultimamos los detalles y le pague por adelantado dos meses de renta. Wanda era dueña de una peluquería a solo una calle del edificio y su novio tenía un gimnasio en la misma calle.

Cuando Salí del apartamento esa tarde supe que había hecho mi primera amiga en la ciudad.

Le conté a mi madre y lemostro fotos del lugar, estaba contenta de que al menos fuera bonito. Al otro díauna camioneta de mudanzas trasladaba mis cosas y empezaba mi nueva vida... 

Deep InsideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora