Cap 47

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-¡Eres un puerco! No soy un objeto sexual-le dijo ella y él sonrió ampliamente y acto seguido rozo sus labios con los de ella haciéndola perder la cabeza.
-¿Quién dijo que lo fueras?-puntualizo él y luego junto sus labios nuevamente con los de Martina.
-Jorge no…-le pidió ella cuando él puso sus manos sobre los pechos de la chica y comenzó a darles masaje mientras besaba una y otra vez los labios de Martina.
-¿Por qué no?-le pregunto él bajando sus caricias hasta llegar al borde de la blusa de Martina y pasando sus manos por debajo de esta, sintiendo su piel completamente caliente y suave contra sus manos, ella cerro los ojos al sentir sus caricias y solo quería dejarse llevar y seguir disfrutando del toque de Jorge, pero no se sentía cómoda…
-Porque…-intento decir, pero él estaba ocupando toda su mente y adema sus labios contra los de ella no la dejaban hablar con claridad, aun así lo intento nuevamente-porque siento que…-de nuevo la beso-¡maldita sea! ¡Siento que me usas!
Cuando Jorge la escucho inmediatamente recupero la compostura y se separó de ella, mirándola confundido.
-¿Qué te uso?-pregunto él frunciendo el entrecejo.
-Sí… que solo sirvo para calentarte… o para darte placer… sé que no es tu culpa… yo también me he comportado como una puta al tener sexo contigo cuando sé que… no hay nada entre nosotros, pero… ya no puedo más con esto… está mal lo que hacemos…-dijo ella y sus ojos se llenaron de lágrimas, le dolía saber que mientras ella lo besaba o lo tocaba con amor él solo lo hacía con deseo.
Jorge se sintió completamente mal por hacerla sentir de esa forma y todo porque ella no sabía lo mucho que la amaba…
-No… no Martina... yo…-se quedó callado ya que no sabía que decirle, no podía decir que la amaba, eso jamás lo aceptaría porque no quería lastimarla…-yo no te uso… solo… ¡Demonios! ¿por qué lo haces tan difícil?
-¿Yo lo hago difícil? ¡Discúlpame que no quiera seguir siendo tu objeto sexual! ¡Ve y búscate a otra! Otra que esté dispuesta a tener sexo contigo sin enamorarse-le dijo ella con la voz cortada y luego se hizo a un lado dándole la espalda a Jorge y dejo que sus lágrimas cayeran.
-Martina... no quise decir eso…-intento decir Jorge, pero ella se tapó los oídos.
-¡Ya cállate y muérete! No quiero escucharte, di una sola palabra y me largo-le dijo ella y él suspiro resignado e intento no pensar más en eso, decidió no decir nada porque sabía que si lo hacia ella realmente se iría… 
Cuando Jorge despertó, miro a su lado para intentar arreglar las cosas con Martina, pero ella ya no estaba ahí así que seguro seguía enojada con él o lo hubiera despertado para molestarlo, salió de la casa de campaña y la vio sentada con Alice, ambas estaban platicando y Martina parecía realmente triste lo cual hizo que Jorge se sintiera un completo idiota por hacerla sentir mal.
-Hola chicas…-les dijo acercándose a ellas.
-Hola Jorge-lo saludo Alice y Martina lo único que hizo fue ponerse de pie e irse de ahí sin dirigirle ni una sola mirada, Jorge iba a seguirla, pero Alice lo detuvo-déjala sola, será mejor que por el momento la dejes pensar…
-¿Pensar en qué?-pregunto él y Alice se puso nerviosa debido a que había estado hablando con Martina sobre Jorge e intentando convencerla de que él la amaba tanto como ella a él.
-En cosas de su vida…-dijo Alice y él suspiro.
-Alice… ayúdame… no quiero que me odie…-le dijo Jorge sintiéndose derrotado y se sentó al lado de ella.
-No te odia… sabes que siempre la sacas de quicio, pero que después te perdona todo lo que haces…-le dijo Alice y él suspiro-solo te digo algo… si no la valoras… la vas a perder definitivamente y ya sabes lo que dicen “nadie sabe lo que tiene…
-Hasta que lo pierde”-termino Jorge y estaba completamente de acuerdo con eso, ¿pero qué podía hacer? ¿Decirle que la amaba? ¿Para ponerla en riesgo de que el idiota de Thomas (el asesino de su mamá) se entere y quiera hacerle algo a ella? No, simplemente no lo permitiría, prefería que ella jamás se enterara de lo mucho que la amaba para así protegerla y para eso, nadie sabría jamás lo mucho que la amaba.
El día paso, entre risas, juegos, bromas y diversión, Jorge había intentado hablar varias veces con Martina, pero ella simplemente lo evitaba, cuando era necesario le respondía lo que él le decía, pero jamás mencionaron anda sobre lo que había pasado, ella no se sentía cómoda con la idea de decirle que le dolía demasiado ocultar sus sentimientos por él… ella sabía que él no la amaba, que no sentía nada por ella y eso le dolía.
Cuando la noche llego, todos comenzaron a irse a sus casa de cabaña, Martina les deseo buena noches a todos y después de fue a caminar sin que nadie la siguiera, llego a una parte del jardín que estaba rodeado de árboles y había muchas flores ahí, se sentó en el pasto y luego se acostó boca arriba, el cielo estaba completamente hermoso, lleno de estrellas, siempre le había gustado mirar las estrellas, era lo que hacía cuando necesitaba pensar, sentirse relajada, suspiro profundamente pensando en Jorge, tanto tiempo estuvo evitando el amor y justamente tenía que enamorarse de alguien que simplemente no quería amar a nadie en su vida… ¿por qué tenía que ser tan complicado? 
-Hola…-escucho la voz de Jorge e inmediatamente giro la cabeza para verlo, él la había estado buscando porque ya no soportaba el hecho de estar mal con ella-¿puedo unirme a tu contemplación de las estrellas?
-Claro…-le dijo ella y él se acostó a su lado, lo único que escuchaban eran sus respiraciones, Martina cerro los ojos intentando calmar esos impulsos por gritarle que era un idiota por enamorarla tanto.
-Martina... perdóname por lo que te dije, fui un completo idiota, sé que te sientes mal porque piensas que te he usado por placer, pero no es así… yo jamás te usaría de esa forma, ni de ninguna otra, y sobre lo que te dije de que lo hacías tan difícil… es porque me haces sentir cosas… con solo verte… y se me hace imposible no besarte o tocarte, pero eso no significa que solo me sirvas para eso, solo quiero que me perdones por incomodarte… te juro que no volveré a hacerlo, pero no estés triste… no soporto verte triste y más si es por mi culpa…-le dijo él y ella lo miro y le sonrió de la forma más sincera que pudo.
-Te entiendo… discúlpame a mí por ser tan tonta sentimental… sé que odias eso…-le dijo ella y él negó con la cabeza.
-Jamás odiaría algo en ti-le dijo él y ella sin poder evitarlo se acercó a él y lo beso con mucha necesidad, apretando sus labios contra los de él y luego se separó y él la rodeo con un brazo mientras ella quedaba recostada en su pecho y ambos sentían su corazón latir fuertemente.
-¿No te relaja ver el cielo? Con las estrellas…-le dijo ella mientras él acariciaba su cabello.
-Nunca lo había intentado… supongo que debe ser relajante…-le dijo él concentrándose en mirar las estrellas al igual que ella.
-Creo que las estrellas son algo completamente maravilloso… son enormes y nosotros las vemos tan pequeñas, pero lo que más me gusta es que siempre brillan, son realmente una de las cosas más hermosas que he visto en mi vida…-comento ella y él suspiro.
-Yo conozco algo más hermoso que las estrellas…-dijo Jorge-más bien, alguien…
-¿Ah sí?-pregunto ella sintiendo el corazón de Jorge latir rápidamente.
-Tú… tú eres más hermosa… y también eres maravillosa, todo en ti es simplemente perfecto-le dijo él y ella lo miro enternecida, él sin poder evitarlo unió sus labios con los de ella y sentía como encajaban perfectamente y lo hacían sentirse en otro mundo, un mundo en donde él podía amarla sin importarle nada más…
-Jorge…-le dijo ella entre besos y luego se separó, respiro profundamente y tomo todo el valor que tenía dentro de ella-te amo.

"A traves de la verdad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora