Capitulo 27 2ºTemp

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Maraton 8/10

El timbre de casa de Martina sonó mientras ella estaba en su habitación, acostada y únicamente escuchando Maroon 5.

-Oh mierda-dijo ella al ser interrumpida, estaba más fachosa que nunca, con una playerota que fue en algún momento de Fran, un short y un peinado que era en sí, un chongo sobre su cabeza, estilo Jane.
Abrió la puerta y se quejó al ver quién era.
-Demonios Jorge, creí que nuestra pelea de anoche dejo claro que no quería verte-dijo ella, pero aun así lo hizo entrar, lo miro tan malditamente sexy, con un balón de fútbol en la mano.
-Creí que estaba claro que nuestras peleas solo duran hasta que yo vengo y te digo esto: Lo siento, soy un idiota, no quería tratarte mal anoche, no quiero que te hagas daño, no quiero que tomes, y si algún día quieres hacerlo al menos hazlo conmigo para poder cuidarte-dijo y ella se rio y le quito el balón.
-¿Y ahora debo perdonarte?-pregunto ella y él sonrió.
-Debes hacerlo, o tendré que besarte-dijo Jorge mirándola seriamente.
-¡De acuerdo! ¡Perdonado! Nada de besos-dijo ella divertida y Jorge sonrió-ahora chico chantaje, mueve tu lindo trasero, tienes que enseñarme a jugar fútbol.
-¿Lindo eh? Bueno, gracias, tu trasero también es lindo.
-Cállate puerco, es un decir-dijo ella riendo y él la cargo hasta que llegaron al jardín y la bajo, ambos rieron.
-Bueno, a jugar se ha dicho-comento ella y él comenzó simplemente a enseñarle primero que nada como patear un balón.
-Vamos, pásamelo-dijo él explicándole como ¡y ella lo pateo, hacia otro extremo!-pésimo.
-Gracias-dijo ella y entonces tomo el balón y volvió a patearlo con fuerza hasta que casi golpea a Jorge-¡ups! Casi te deja estéril un balón.
-¡Dirigido por ti! ¡Tú tienes un problema con no dejar que tenga descendencia!-dijo él y ella se rio.
-Quizá-bromeo y él sonrió-bueno chico listo, ¡hagamos pases!
-Claro, la experta-se burló él, ella lo miro divertida y comenzaron a pasarse el balón hasta que ella pudo dominarlo después y luego comenzó a enseñarle como quitar un balón, ella corría e intentaba quitárselo, pero él en serio era demasiado bueno.
-Te odio Blanco-dijo ella tirándose en el pasto rendida y él sonrió y estiro su mano hacia ella para que se pusiera de pie.
-Nada de descansos-dijo él y ella resoplo, se puso de pie y siguieron intentando, hasta que ella progreso notablemente después de unas cuantas horas.
-Demonios, ahora me voy a morir de cansancio-dijo ella suspirando y Jorge sonrió y puso su mano frente a ella para chocarla.
-Gracias, eres un buen maestro-le dijo ella y chocaron su mano, pero él se quedó sosteniéndola después.
-Tú una buena aprendiz, te doy mi permiso para unirte al equipo de Inglaterra-dijo Jorge y ella lo golpeo en el hombro.
-¡Eres un burlón! ¿Sabes? Te golpearía si no fueras experto despedazando gente-dijo ella y Jorge sonrió.
-¡Oh vamos! Siempre me dices lo mismo, ¡solo inténtalo!-dijo él divertido.
-¿Quieres que te golpee?-pregunto ella y él asintió-no te va a doler Jorge, no tengo fuerza.
-Vamos, hazlo, yo te enseñare a dar un buen golpe-dijo él sonriendo-en guardia.
Ella hizo lo que decía y se puso en guardia, él la ayudo a ponerse más correctamente y luego se puso frente a ella e hizo lo mismo.
-Cuando des un puñetazo, no uses solo la fuerza del brazo, usa fuerza girando la cadera un poco y el hombro hacia adelante, el puño apretado, el brazo completamente estirado.
-Bueno, es fácil para ti-dijo ella intentando dar golpes al aire y él sonrió.
-Vamos, te he visto pelear en clases, eres muy buena.
-No contra ti-le dijo ella y él sonrió-me matarás.
-Quién dice que voy a defenderme, vamos, muéstrame que me odias por hacerte practicar tanto fútbol-dijo él y ella se rio-un golpe en el abdomen.
-Jorge…-intento decir ella, pero él puso un dedo sobre sus labios.
-¡Vamos, no es como si te fuera a demandar por maltrato! Solo golpéame fuerte, como si trajera puesto el equipo de protección-dijo él y ella sonrió y bajo un poco su mirada a su entrepierna.
-¿Dónde sea?
-Ni se te ocurra-le advirtió él divertido y ella rio, entonces se puso en guardia y lo miro a los ojos.
-Jorge, ¿seguro que no te dolerá? No quiero lastimarte… oh demonios, esto es patético, no te duelen nunca los golpes-dijo ella y él sonrió.
-Vamos, hazlo, golpéame-dijo él y ella respiro profundamente, él la animo con una sonrisa y luego ella golpeo el abdomen de Jorge ¡y demonios! ¡Estaba tan duro! Musculoso…
-Oh mierda, creo que me dolió más a mí-se quejó divertida y Jorge se rio.
-¡Estuvo muy bien! Créeme, estoy llorando por dentro-dijo él bromeando y ella se rio y se puso en guardia.
-Ahora chico imbécil, quiero que pares todos mis golpes-dijo ella y dio un puñetazo directo a la cara de Jorge que él paro con delicadeza.
Ella comenzó a tirar puñetazos divertida, incluso ambos reían cuando él paraba todos y cada uno de sus golpes, luego dio una patada y él se cubrió adecuadamente levantando la pierna, en serio era un experto.
-Me rindo-dijo ella y él relajo su postura, entonces ella volvió a intentar dar una patada, y él se volteó justo para recibirla en el lugar más doloroso, la entrepierna.
-Auch-dijo él intentando no doblarse de dolor.
-¡Oh no! ¡Jorge! ¡Perdón! ¡Perdón, que estúpida!-dijo ella y se lanzó a sus brazos, él la atrapo y la abrazo contra él, sintiendo como ella lo abrazaba también fuertemente y no paraba de disculparse.
-Bueno, si reaccionaras así cada vez que me dejes estéril, deberías hacerlo más seguido-dijo él mirándola a los ojos, pero sin soltar sus brazos de ella.
-Claro, soportar el dolor por un abrazo mío-se burló ella y él sonrió y suspiro.
-Sí, lo haría-le aseguro y acaricio su rostro, luego se inclinó hacia ella y besó su nariz dulcemente y bajo más, para llegar a sus labios, pero ella giro su cabeza.
-En serio lo siento-dijo abrazándolo nuevamente y él sonrió, amaba sentirla así contra él, y hacia tanto que no la abrazaba de esa forma.
-Descuida, yo no debí distraerme-le aseguro y ella sonrió en su abrazo y por alguna extraña razón no quería soltarlo, le gustaba sentir los fuertes brazos de Jorge acariciando su espalda, teniéndola contra él y ella envolver sus manos en la ancha espalda de él…
Cuando ambos se dieron cuenta de que no podían seguir abrazados todo el día, ella se separó y sonrió.
-Tengo hambre, ¿quieres cenar conmigo?-pregunto ella y él sonrió y asintió.
Se pusieron a preparar algo juntos, y se divertían haciendo porquerías y riendo únicamente, cenaron juntos, platicaron un buen rato y entonces Jorge se dio cuenta de que debía irse, era ya muy noche, no quería imponerle su presencia.
-Bueno, me voy, en serio la pase muy bien contigo, eres buena en fútbol ahora, y una muy buena golpeadora, créeme-le dijo orgulloso de ella, quien sonrió ampliamente.
-Gracias por ser un buen maestro, yo también la pase muy bien-le dijo ella con una sonrisa, él suspiro al mirarla, era tan bonita…
-Adiós…-se despidió él y ella sonrió.
-Adiós-dijo acompañándolo a la puerta y entonces él se fue…
Martina recogió un poco, subió y se puso su pijama, definitivamente, pasar tiempo con Jorge se podría volver algo tan necesario como respirar.
Al día siguiente, Martina se levantó temprano, no pensaba arreglarse, no tenía ningún plan, era domingo, día en que estaría ahí sola viendo películas seguramente. Mientras estaba en la cocina, preguntándose qué películas vería, su celular sonó y se sorprendió al ver que era Jorge.
-Hola engreído, ¿qué pasa?-pregunto ella divertida y escucho la risa nerviosa del chico.
-Martina... hola, yo… hay algo que quiero decirte-dijo él con un tono nervioso y avergonzado. 
-Vaya Jorge, suena como si fueras a confesar que tú eres el verdadero asesino de Fred-dijo ella divertida y Jorge rio.
-Bueno, me matarías si así fuera-dijo Jorge aún nervioso.
-Como no hay nada que pueda ser peor, entonces dime, ¿qué pasa?-pregunto ella divertida.
-Sal conmigo-dijo él únicamente y ella sonrió.
Jorge se había sentido sumamente nervioso antes de llamarle, pero quería estar con ella, solo eso…
-¿Solos?-pregunto ella.
-Sí, solos, nuestra primera cita de este nuevo comienzo, ¿qué dices?-pregunto él.
-Digo, que esto está como la vez pasada, tú llamándome nervioso y preguntándome si quiero salir contigo-dijo ella divertida, al recordar que así exactamente habían tenido su primera cita autentica.
-Wow, lo recuerdas-dijo él realmente asombrado, él nunca lo olvidaría, y se daba cuenta de que ahora estaba pasando igual.
-Lo recuerdo, sí, ¿a qué hora nos vemos?-pregunto ella y Jorge suspiro aliviado. Ella había dicho que sí y ahora la haría recordar aquella otra cita… haría lo que sea con tal de hacerla recordar lo mucho que la amaba.

"A traves de la verdad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora