Capitulo 20 2ºTemp

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Maraton 1/10 

Jorge estaba en casa de su amigo Will, estaban conviviendo un rato y divirtiéndose, no habían comenzado a tomar nada, era demasiado temprano, entonces su celular comenzó a sonar, era un número desconocido, colgó.
No dejaban de insistir así que decidió responder.
-¿Quién habla?-pregunto Jorge.
-Hola Jorge, soy Ryan, ¿me recuerdas? El amigo de Tom Felton-dijo Ryan y Jorge sintió como sus músculos se tensaban, sus amigos lo miraron extrañados y él se puso de pie.
-¿Qué quieres?-pregunto Jorge.
-¡Mierda, no lo metas!-escucho un grito y entonces comprendió quien era.
-Mira imbécil… dime dónde está ella ahora mismo-le dijo Jorge y Ryan rio.
-Aquí conmigo, ella iba por la calle y únicamente la subí al auto, pero descuida, te la devolveré, solo necesito que nos veamos, pon atención a la siguiente dirección y nos veremos ahí-le dijo Ryan.
Entonces le dio una dirección, Jorge la memorizo, sabía en donde quedaba.
-Si tan solo la tocas…-le dijo Jorge amenazándolo, pero Ryan colgó. Jorge volvió al lado de sus amigos-me voy.
-¿Qué? ¿Adónde?-pregunto Tony.
-Necesito hacer unas cosas…-les dijo y ellos únicamente se encogieron de hombros.
-¿Te vemos esta noche?-pregunto Will.
-No lo creo, adiós chicos-les dijo y luego salió de ahí prácticamente corriendo, no quería levantar sospechas.
Subió a su auto y comenzó a conducir rápidamente, Ryan tenía a Martina por órdenes de Tom seguramente y eso no era nada bueno, tenía que encontrarla y partirle la cara a Ryan, porque con Martina nadie se metía.
Y en ese instante Jorge se dio cuenta de algo, mientras conducía supo que era imposible que ella dejara de importarle, porque en cuanto supo que era ella inmediatamente supo que haría lo que sea por salvarla, porque la amaba demasiado, más de lo que siquiera era posible.
Llego a la dirección que Ryan le dio, era una casa que según Jorge estaba deshabitada, pero las apariencias engañan y así no levantaban sospechas.
Timbro y entonces una chica abrió. Parecía la que hacía el aseo de la casa a juzgar por su atuendo.
-¿Dónde está?-pregunto Jorge sin molestarse en ser educado. 
-En la sala, yo… me quedare por acá-dijo la chica temerosa y Jorge paso rápidamente, entonces vio a Martina sentada en un sofá y jugando con sus manos, levanto la mirada y vio a Jorge.
-Lo siento-se disculpó ella y Jorge le sonrió.
-Yo arreglo esto-le dijo y luego miro a Ryan, camino hasta él, lo tomo del cuello de la camisa y lo hizo ponerse de pie-¿¡dónde está!?
-¿Tom? Ni yo lo sé-le dijo Ryan con una sonrisa.
-¡No mientas! Esto lo hiciste porque él te lo dijo-le dijo Jorge aventándolo, pero Ryan lo detuvo.
-Escucha antes que nada Jorge, claro, esto lo hago por él, solo debes saber algo, desde que llegaron a este lugar él lo supo y contrato unos de los mejores agentes encubiertos para mezclarse con ustedes, pueden ser sus profesores, sus compañeros o incluso sus mejores amigos, y ellos le han contado todo sobre ustedes, qué hacen, dónde viven y dónde están siempre, me conto su plan, tú ya lo sabes, hacerlos sufrir, dañara a alguno de ustedes y bla bla bla, el punto es que yo tenía que viajar aquí por un asunto, y me encargo hacer esto, él me dijo en donde iba a estar Martina y yo solo me dirigí a ese lugar, pero todo lo hicimos para poder entregarte esto-le dijo Ryan y Jorge tomó una hoja que le entregaban y la abrió.
Lo único que había en esa hoja eran direcciones, varias direcciones, pero no eran simples, eran direcciones de Londres, una por cada uno de los amigos de los chicos, sus familias e incluso otros conocidos importantes…
-Así es Jorge, direcciones. Martina ya las vio, y créeme que por eso se comporta tan bien, ella si piensa y sabe que no debe hacer nada estúpido, porque ellos saldrán dañados. 
-¿Eso es todo? ¿Saber que Tom sabe todo sobre nosotros y es imposible enfrentarlo? ¿Para eso la trajiste aquí?-pregunto Jorge.
-Solo eso, un recordatorio-le dijo Ryan riendo.
Pero dejo de reír cuando sintió un puñetazo en su cara y cayó al piso a causa de un mareo que sintió de tan fuerte golpe.
Jorge lo puso de pie y lo volvió a golpear, 2 golpes en el abdomen, uno en la cara.
-Dile a Tom, que si se mete con nosotros, va a terminar peor que todas aquellas veces que lo golpee-le dijo Jorge y entonces iba a dar otro golpe, pero Ryan lo detuvo y le hizo una llave, inmovilizándolo completamente y le dio un golpe en el abdomen a Jorge y se rio.
-Ya no eres tan bueno creo-le dijo Ryan, Jorge dio un giro y luego aventó lejos a Ryan de una patada, lo vio tirado en el piso y comenzó a patearlo con todas sus fuerzas mientras el chico del piso únicamente se quejaba sin parar, Jorge lo levanto y lo aventó contra una pared.
-¿Qué decías?-pregunto al ver como Ryan se tiraba al piso sin resistir más. 
-¡¡Alto!!-grito la chica que limpiaba.
-Esto no se queda así-lo amenazo Ryan y Jorge se rio.
-Dile a Tom que sea hombre, que se deje de sus agentes secretos y amenazas, que venga él a enfrentarme y que gane el mejor-le dijo Jorge y Ryan ya no podía hablar más, todo le dolía.
Jorge se acercó a Martina, le sonrió al verla completamente asustada y la tomo la mano, acaricio su mejilla y luego salieron de la casa.
-¿Estás bien? Lo siento, soy un idiota, todo es mi culpa por no estar contigo para cuidarte, te lo prometí y no lo cumplí…-le dijo él y ella negó con la cabeza.
-Estoy bien, no es tu culpa, solo estoy algo consternada, ¡creí que ibas a matarlo!-le dijo ella y Jorge se rio.
-No es para tanto, pero si vuelve a acercarse a ti, lo hare-dijo Jorge y ella suspiro.
-¿Crees que en serio… haga algo a nuestras familias y amigos?-pregunto ella realmente preocupada y Jorge negó con la cabeza.
-Ellos saben protegerse y Tom no les haría nada o sabe que lo descubriríamos-le dijo Jorge, aunque sabía que era una gran mentira, a partir de ahora, todo aquel que tuviera relación con ellos, estaba en peligro.
Subieron al auto y Jorge comenzó a conducir.
-¿Te lastimó?-pregunto ella preocupada y Jorge sonrió.
-No, no lo hizo-le dijo con seguridad y ella miro por la ventana, no sabía que más decir.
-Gracias por venir por mí, no debías…-le dijo ella y Jorge suspiro.
-No es nada-respondió él y después ambos se quedaron en silencio, Martina no sabía que se le decía a alguien que un día amo tanto y que había cambiado hasta ser otra persona.
Llegaron a casa de la chica y ella bajo rápidamente y corrió dentro, él la siguió y la detuvo tomando su mano.
-En serio, gracias por salvarme otra vez, pero esto no cambia nada-le dijo ella intentando soltarse, pero entonces sintió como él la ponía contra la pared, se acercaba a ella y rozaba sus labios, pero Martina inmediatamente giro su cabeza.
-Martina... sé que hice mal, pero no quiero seguir así, quiero que regresemos e intentemos que todo funcione nuevamente… te amo demasiado-le dijo Jorge y ella lo miro a los ojos, a esos ojos que tenían tal grado de intensidad que la hacían perder la noción del tiempo.
-No podemos Jorge, no está en mí, ni en ti, yo te amaba porque eras el hombre más comprensivo, caballeroso, divertido, porque siempre pasábamos tiempo juntos, hacíamos cosas geniales, me hacías enojar, peleábamos, me hacías sonreír, nos reconciliábamos… por eso te amaba, y siento mucho decir que tú ya no eres así.
-Así que no me amas ya-le dijo él con una triste sonrisa y ella levanto su mano y acaricio su rostro mientras sentía como su corazón latía rápidamente.
-Yo sigo amando inmensamente al antiguo Jorge, pero odio en lo que te convertiste-le dijo ella y él suspiro.
-¿Qué puedo hacer para recuperarte?-pregunto él.
-Nada-le dijo ella.
-¿Y si te demuestro que el antiguo Jorge que amas sigue dentro de mí?-pregunto él y ella lo pensó un momento.
-No sé…
-Dame una oportunidad, solo una… seamos amigos, solo eso, hagamos como si acabáramos de conocernos, un nuevo comienzo, dejemos fuera todo lo que ha pasado y empecemos de nuevo-le dijo él y ella sonrió.
-Jorge yo…-dijo, pero se quedó callada al mirarlo, con una sonrisa que la había enamorado tanto, y es que su físico seguía tan intacto como siempre, pero su forma de ser era otra… y aun así…
-Empecemos desde cero-volvió a decir él acariciando el rostro de ella, mientras moría solo por besarla y sentir su cálido cuerpo contra el de él.
Martina no respondía, únicamente lo miraba y él sospechaba que ella no aceptaría y terminaría corriéndolo a golpes seguramente.
-Hola, soy Martina Stoessel-le dijo ella, estirando su mano y él sonrió y la tomo.
-Hola, soy Jorge Blanco, mucho gusto conocerte-le dijo él y ella sonrió.
Un nuevo comienzo quizá sería lo que ambos necesitaban, comenzar de nuevo desde cero para ver si realmente seguían siendo los mismos o estaban dispuestos a serlo para hacer crecer el amor nuevamente.

"A traves de la verdad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora