Capitulo 34 2ºTemp

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Dicho esto la beso de forma salvaje, como ella se lo había pedido, la ayudaría a olvidarlo todo, serían solo ellos dos... cuerpo contra cuerpo... entregándose el uno a otro...

Martina se pegó a él con rudeza y él la tomo de las piernas e hizo que las enroscara alrededor de su cintura, la besó intensamente, sus bocas se movían al mismo ritmo, de una forma rápida y salvaje, estaban necesitados uno de otro y eso los hacía no parar de besarse más que para respirar, los labios y la lengua de Jorge examinaban minuciosamente cada centímetro cuadrado de la boca de Martina, haciéndola gemir suavemente con el simple beso, caminaron por toda la habitación, Jorge la puso contra la pared y comenzó a besarla aún de una forma más desenfrenada, bajo sus manos por todo el cuerpo de la chica, haciendo que ella se estremeciera, las metió por debajo de su blusa, entre su cabello, por todo su rostro, se pegó más a ella, sosteniéndola únicamente con su cuerpo y la pared mientras que sus manos se dirigían a cada centímetro del cuerpo de ella, la acariciaba de todas las partes que quedaban a su alcance, tomo el borde de su blusa y la saco rápidamente, sin vacilar, la observo con los ojos llenos de deseo y luego volvió a capturar sus labios, con sus manos hacía círculos sobre la piel de Martina, excitándola, ella subió sus manos por la espalda de Jorge, quería tenerlo más cerca y eso ya no era posible, al menos podría sentir sus pieles juntas, quemándose... metió sus manos por debajo de la playera de Jorge y la fue subiendo lentamente, acariciando cada musculo de su cuerpo, el chico se la termino de quitar y volvió a pegar su cuerpo al de ella, piel contra piel, desprendiendo ese calor único entre ellos, no había nadie más que les importara en ese momento, estaban ellos dos... las manos de Jorge bajaron a los jeans de Martina y los desabrocharon, los dejo caer y ella termino de quitárselos, seguían contra la pared así que Jorge impulso su cuerpo para hacer que ella quedara nuevamente colgando de él y cargándola y besándola fue caminando hacia la pared contraria, tenía las piernas de ella alrededor de su cintura, comenzó a acariciar sus piernas, tenía las manos en su trasero y la pegaba completamente a él, estaba completamente excitado al igual que ella y sus respiraciones inundaban toda la atmosfera con ese deseo... Martina desenrosco sus piernas de Jorge y quedo parada frente a él, desabrocho los pantalones del chico y metió sus manos dentro, sintió la gran erección de Jorge y la presiono suavemente haciendo que él gimiera, cerró los ojos y disfruto de ese momento, Martina logro quitarle por completo el pantalón a Jorge y luego pego su cuerpo al del chico, fueron caminando por la habitación besándose intensamente, era un acto completamente salvaje, no había rastro de ternura en él, chocaban contra los muebles y ni siquiera notaban el sonido de las cosas que tiraban o rompían, Jorge subió sus manos al rostro de Martina y le quito el cabello de la cara, la tomo en brazos y luego la puso contra la pared nuevamente mientras que sus manos recorrían la cintura de la chica y luego llegaban al broche de su sostén, no vacilo ni un poco cuando lo desabrocho y lo dejo caer al piso, sus manos ahora quedaron sobre los pechos de ella, dándole lujuriosas caricias, ella comenzó a gemir mientras que él la apretaba contra su cuerpo, Martina quería también hacerlo sentir tanto placer como fuera posible así que como pudo hizo que Jorge quedara a su altura, y comenzó a hacer lentos movimientos con sus caderas contra él, Jorge comenzó a gemir, lo invadía un enorme placer con ella, Martina también comenzó a gemir cuando Jorge la imito y además de todo no paraba de acariciar sus pechos, aunque después los libero únicamente para bajar por todo su cuerpo hasta llegar a sus bragas, poco a poco se fue deshaciendo de ellas, acariciando sus piernas mientras las bajaba y luego se las quito por completo, dejándola desnuda frente a sus ojos, la miro, detalle por detalle, desde la punta de los pies hasta la coronilla, era tan perfecta, tenía una figura para morirse, su rostro era hermoso por completo, pero lo que en ese momento mataba más a Jorge era el ligero rubor en sus mejillas y sus ojos con ese brillo especial y una media sonrisa, se acercó a ella y unió sus labios, de una forma completamente dulce aunque ella no quería que fuera así, no podía recordar esto como algo hermoso, solo como algo salvaje y lleno de placer, tal como su primera vez, bajo sus manos y tomo el elástico de los bóxers de Jorge, se los quito por completo y seguía admirando el cuerpo de él, después de tantas veces, vacilaron un solo segundo antes de juntar sus cuerpos de una forma necesitada y cayeron en la cama, Jorge estaba sobre Martina y la besaba de una forma extremadamente ruda que la estaba matando, ambos gemían fuertemente, sus cuerpos comenzaban a llenarse más de sudor, sentían su piel chocar, Martina cambio de posición quedando sobre él y sentándose en su gran erección mientras hacía movimientos sincronizados que él profundizaba más, haciendo que ambos jadearan, gimieran y gritaran de placer, era un acto plenamente salvaje.

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