Regalo de cumpleaños. Primera parte.

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Matthew estaba en casa, celebrando su cumpleaños acompañado de Kumajiro. Nadie más lo había ido a visitar. Ya estaba acostumbrado a ser el que siempre pasaba desapercibido. Por lo general, todos prestaban más atención al cumpleaños de su hermano Alfred.

—Si ellos no vienen a ti, ¿por qué no tú no vas a ellos? —dijo Kumajiro

Las palabras de su oso, dejaron pensando a Matthew. Claro, tenía razón, aparte no perdía nada con intentarlo.

Metió sus cosas en una maleta y fue directo a Europa para quedarse en casa de Inglaterra. Si no le recibía, siempre tenía de segunda opción a Francia, él cual siempre lo recibía y lo esperaba junto con Seychelles.

El viaje fue rápido, al fin y al cabo ellos son países.

Llegó a la casa de Inglaterra y tocó la puerta. Le recibió ni más ni menos que China.

—¡Oh hola aru!, Inglaterra no está, ¿venias a verlo aru?

—Si y no, soy Matthew, su hermano.

—¡Oh, que torpeza la mía! Pasa aru

—No te preocupes

—Perdón, es que casi no te pareces a él aru. Sé que Alfred es tu hermano, y que Alfred estuvo viviendo en esta casa como la colonia favorita de Arthur, pero nunca te había visto en persona.

—Eso es porque a veces paso tiempo con Francia y a veces en mi casa. Ah y de vez en cuando con América.

—Es por eso que nunca nos hemos conocido en persona aru. Por cierto, soy China aru.

—De hecho, te reconocí por tu aspecto asiático y el "aru".

—¿Qué tratas de decir con eso, aru?

—No, nada, perdón —dijo Matthew muy apenado y agachando la cabeza.

En cuanto agachó la cabeza pudo ver un bulto en el vientre de China.

—¿Y qué país eres, aru?

—¿Ah?, ¡Ah sí! Soy Canadá, perdón por haberme presentado tan informalmente hace rato.

—Bueno, Canadá aru. Puedes subir y dejar tus cosas arriba. Le avisaré a Arthur que ya estas aquí.

—¡Gracias!

Matthew dejó las maletas en un armario y a Kumajiro en su cama.

—Kumejaro, ¿viste lo mismo que yo?

—¿A qué te refieres?

—Creo que China tenía el vientre abultado. ¿Tú crees que esté esperando un bebé? ¿Los países puede embarazarse?

—No sé, son muchas preguntas. Por cierto ¿Quién eres?

—Soy Canadá.

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Mientras tanto, China miraba un calendario que estaba colgado en la cocina. Vio los lindos pandas que tenía el mes de Julio y miró la fecha.

—1 de Julio, no sé porque presiento que vas a nacer hoy, aru —dijo China mientras acariciaba su vientre.

Pensó en el nombre del chico que estaba visitandoles, entonces fue cuando su foco se iluminó. Arthur había dicho que el cumpleaños de Canadá era el 1 de Julio. Hoy era el cumpleaños del chico, por eso había venido a visitarle.

Tenía que avisarle a Arthur que Canadá había venido. Corrió a la oficina de Arthur, y entre todos los papeles buscó el teléfono del lugar en donde se estaba llevando a cabo su reunión.

—¡Arthur aru!

—¿Qué pasa, amor? ¿Pasó algo grave? ¿Tú y el niño están bien?

—Tranquilo aru. Estamos bien, solo quería avisarte que llegó Matthew y hoy es su cumpleaños.

—¡Oh, es eso! No te preocupes en cuanto salga de esta reunión, le compraré un regalo e iré directamente a verles.

—Si, aru. Tengo que ¡AH!

—¿Estás bien, amor? —preguntó Inglaterra preocupado.

—Si solo creo que ¡AH!, el bebé pronto va ¡AH! Va a nacer. ¡Pronto va a nacer aru! —dijo China con alegría en su voz.

—Llamaré una ambulancia desde aquí, iré a verles cuanto antes.

Con mucha fuerza de voluntad, China caminó hasta la sala y recostó en el sillón esperaría a que llegara la ambulancia, mientras solo sufriría las dolores contracciones.

Canadá escuchó los gritos agudos de China y bajó corriendo. Pudo ver que China pronto daría a luz.

—¡Oh Maple!~, descuida, llamaré una ambulancia.

—De.. Descuida, aaru. Arthur ya..ya se encargó de hacerlo.

Canadá sudaba frío, no sabía que hacer, nunca antes había estado con alguien a punto de dar a luz.

Pronto llegó la ambulancia. Canadá acompañó a China durante todo el tiempo en la ambulancia. China apretaba su mano mientras se quejaba del horrible dolor. Él sabía que el niño que estaba a punto de salir de China, era hijo de Inglaterra, por tanto era su sobrino. De algún modo, pensar eso le dio ansias de que el niño naciera ya. Quería ver su carita, y comparar a cual de sus padres se parecía más. Ponerlo a jugar con Kumojaro y cuidarlo mientras sus padres salían de viaje.

Cuando llegaron al hospital, Canadá se quedó en la sala de espera. El doctor había dictaminado que el bebé tenía que nacer por cesárea, debido a algunos riesgos que podía tener el parto.

Inglaterra aún no llegaba, y eso ponía nervioso a Canadá, ya que pronto terminaría la cesárea, y alguien tenía que pasar a ver a China y al niño.

Unos minutos después de que la cesárea había terminado y China la descansaba con su bebé a un lado, el doctor dejó pasar al padre, pero como Inglaterra no estaba, dejó que Canadá pasara.

—¿Canadá aru?

—Lo siento China —dijo Matthew avergonzado y nervioso—. Inglaterra aún no ha llegado, por eso él médico me dejó pasar.

—Eso no es culpa, aru. Por cierto, feliz cumpleaños.

—¿Sabes que hoy es mi cumpleaños?

—Lo descubrí justo antes de que empezarán las contracciones. Perdón, por no haberlo hecho antes, aru.

—No tienes porqué disculparte. Apenas me conociste hoy, y al parecer mi sobrino también.

—¿Quieres cargarlo, aru?

Cuando China dijo esto, se iluminaron los ojos de Canadá y mostró una linda sonrisa.

—Cla..Claro, si no es mucha molestia.

—No lo es aru. Tú también eres parte de su familia, aru.

Canadá lo cargó de una manera paternal, muy diferente a como cargaba a su oso polar.

—Hola bebé, yo soy Canadá, tu tío. Pero puedes llamarme Matthew si quieres. —le dio un beso en la frente y se lo devolvió a China.

—¡Hola Xiāng! ¿Te gustó que tu tío Matthew te cargara aru?

—¿Ese es su nombre? —preguntó Matthew un poco confundido.

—No aru. Su nombre humano es Jīa Lóng Kirkland. Le llamo Xiāng porque de algún modo, él huele más fragante que la esencia de las flores. De algún modo presiento que los demás países le llamaran Hong Kong.

China tenía razón, el pequeño olía más dulce que las flores del campo. Pero, también parecía tener la ferocidad de un león. Si China llamaba al pequeño Xiāng, entonces él le llamaría León.

CONTINUARÁ....

¡Feliz Cumpleaños, Hong Kong!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora