felicidad ♥

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En voz baja le pregunto al mayordomo.


- señor ¿ esa chica no puede ver ? 

 a lo que él responde poniendo un dedo en su boca, haciéndome entender que si, el hombre luego de eso se va a hacer algo mas importante que cuidarme y yo aprovecho. 

 El profesor no regresará en un rato asi que voy a ayudarla, después de todo es mi ángel...

Entro en la habitación y me siento al lado de ella, la noto un poco sorprendida pero no asustada. 

 - hola, soy Enrique ¿quieres que te ayude? 

 - p-por favor - empiezo explicarle en qué se está equivocando y ella capta rápidamente, continúo enseñándole hasta que escucho los pasos de alguien en el pasillo.

- un segundo, ya vengo, yo no estuve aquí ¿ok? 

 - si - dice sonriente y me escondo tras el piano, el Sr. Jonathan llega, ve su progreso y luego se va otra vez, salgo de mi escondite y aprovecho a ver su hermosa sonrisa, se ve sincera y dulce.

era perfecta así como era .

Siguieron tocando el piano  , Amelia  por primera vez en mucho tiempo se sentía feliz y esa felicidad era causada por aquel chico que desbordaba alegría y confianza lo que la hacía sentir segura a su lado .

Pero en ese momento aquel chico sintió presión en su pecho , nuevamente estaba teniendo aquella de sus recaídas por lo que dejó de tocar el piano para sacar de su abrigo sus pastillas y tomarlas rápidamente antes de que pudiera pasar a otro nivel .  

- ¿que pasa? - responde al ruido de mis analgésicos. 


 - eh, no pasa nada - tomo uno de los caramelos con mis dedos - abre la boca - ella obedece inmediatamente y pongo el caramelo en su boca, al hacerlo toco sus labios y siento que mi dedo esta bendito o algo así, ella sonríe por el caramelo y yo estoy feliz por eso. 

Me duele no poder contarle a las personas mi situación  el Sr.Jonathan lo sabe, su mayordomo y mis guardias también, pero no es lo mismo que contárselo a un amigo, y hace tanto tiempo que no tengo uno enserio, mis padres dicen que debo guardarlo en secreto para que no me tengan lástima pero a veces es duro.

Jonathan lo sabe, su mayordomo y mis guardias también, pero no es lo mismo que contárselo a un amigo, y hace tanto tiempo que no tengo uno enserio, mis padres dicen que debo guardarlo en secreto para que no me tengan lástima pero a veces es duro

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